miércoles, 8 de enero de 2025

¿Guerra militar o comercial?

Los seres humanos cuando estamos ante un problema que no sabemos cómo resolver, creamos uno mayor. Uno que no solo enmascare nuestro problema personal, sino que además se convierta en un problema que podamos extender a los demás, ya sea que esos demás sean aquellos a los que gobernamos o aquellos con los que vivimos o trabajamos.  

Esto viene a colación debido a que todo indica que el mayor problema que vamos a enfrentar en los siguientes diez años, es la incompetencia de nuestros políticos. Estos, ante la incapacidad de resolver los problemas para los cuales fueron elegidos, se van a ver tentados a crear un problema mayor que no solo enmascare su debilidad e incompetencia, sino que además se convierta en un problema de todos, para lo cual acudirán a una venta patriotera, ideológica y masiva a través de todos los medios y redes de comunicación. Y lo harán conscientes de que hay una muy buena parte de sus connacionales que no solo les comprarán lo vendido, sino que además comprarán esa venta ideológica como una alternativa que les permita enmascarar su propia incompetencia.

El desencanto de la democracia es un fenómeno que se está dando en todo el mundo, sin embargo, los alcances de las invenciones para la desviación que crearán los lideres políticos, obedecerán, en cuanto a magnitud y trascendencia, a la influencia que en el concierto mundial tengan los gobernantes de las respectivas naciones donde esto se suscite, de tal suerte que en unos casos será un problema de índole nacional (polarizar a la nación), en otros de índole regional (conflictos diplomáticos con otros países) y en algunos otros global (guerra). 

En donde es más factible que las repercusiones de estas estratagemas de invención para la desviación se den con un impacto global, es en Europea. Los gobernantes de una buena parte de los países más importantes de Europea (Inglaterra, Alemania, Francia, Austria), están enfrentando una serie de problemas estructurales en lo económico, en lo social y en lo político. En lo económico: altos costos de energía, desindustrialización, pérdida de competitividad, desempleo y déficit gubernamental (6%) En lo social: baja tasa de natalidad, inmigración no cualificada, costo de la vivienda y falta de oportunidades para los grados profesionales. En lo político: pérdida de poder de los globalistas (mi pais en el mundo) a favor de los nacionalistas (mi pais antes que el mundo). 

Es muy posible que los lideres de esos países busquen un enemigo allende sus fronteras que les ayude a brindarle a esa masa informe de gobernados, que también está perdida en lo referente a su rumbo personal, un sentido de misión del que carecen en este momento. Esa Masa amorfa que oscila entre el 35% y 40% de la población de un pais, es la que causará el efecto arrastre que los sostendrá en el poder, debido a que ahora el problema es de todos. En otras palabras, lo que los lideres harán es vender el problema como algo que no tiene nada que ver con su supuesta incompetencia, sino con la moral, la paz y la justicia (lo que sea que eso signifique). 
 

Variables y escenarios.
Es importante entender esto debido a que estamos terminando el primer cuarto del siglo (01 -25), es decir el periodo en el que se da la “crisis de las instituciones”. Intervalo del siglo en el que el sistema pierde credibilidad y las instituciones se quiebran o desaparecen. 

En el segundo cuartil del siglo (26 – 50) viviremos lo que se conoce como la: “crisis de la crisis”. Espacio tiempo en el que nada parece funcionar (ni lo viejo ni lo nuevo). Es un periodo convulso donde los contendientes harán todo lo que sea menester para imponer su proyecto sistema sobre el de todos los demás. 

Así pues, el 2025 va a ser un año de alta inestabilidad política en donde los líderes más cuestionados se verán tentados a crear un ejercicio de invención para la desviación que les ayude a mantener el poder y con él la inmunidad que este otorga. La mala noticia es que en este momento tenemos muchos lideres de este tipo en Europa y en Europa del este (y muchos más en América Latina, pero estos no tienen peso en el concierto mundial).
   

La buena noticia es que para hacer esto necesitan dinero y armas, elementos que en este momento no tienen, por lo que se verían en la penosa necesidad de endeudar a sus naciones mucho más allá de lo ya hecho, creando con ello una mayor inflación y un mayor déficit, lo cual les puede acarrear fuertes desestabilizaciones internas. La otra alternativa es buscar el apoyo de ese otro del que no solo esperaban que no pudiera contender, sino que además lo vilipendiaron en privado y públicamente, lo que sin lugar a duda va a generar fuertes presiones de cambio en el tablero mundial. 

El 20 de enero, si todo sigue su curso, arriba a la Casa Blanca un presidente nacionalista (mi país antes que los otros) que más allá de su estrambótico estilo, llega con alto respaldo popular y con el control de ambas cámaras. Lo más probable es que este presidente (rencoroso donde los haya) condicione o retire su apoyo a los lideres de la Unión Europea, lo que los debilitaría aún más con sus gobernados (Inglaterra; Francia; Alemania; Bruselas; Austria; Polonia; Ucrania y demás etcéteras). 

Lo que veríamos si esto llegará a suceder, es un cambio de gobernantes en donde los nacionalistas tendrían la presidencia o el control de parlamentos y/o cámaras, cancelando el apoyo económico y militar que brindan a otras naciones para usar esos recursos en su propio pais. 

Lo que Estados Unidos, China, India, Rusia y el mundo necesitan es comercio, no una guerra. Lo que veremos, si EE. UU retira el apoyo militar y económico a la Unión Europea, serán lides arancelarias, pero no militares. 

Cierto que nadie puede saber qué es lo que va a pasar, pero si de algo podemos estar ciertos es que vamos a vivir cuatro años de alta inestabilidad política, económica y financiera donde el futuro inquilino de la Casa Blanca hará todo lo que sea menester para afianzar al Trumpismo mucho más allá de este cuatrienio, por lo que hoy más que nunca sería prudente centrarse en lo doméstico, olvidándonos un poco del álgido entorno que vamos a vivir para centrarnos más en nuestra economía y la de los nuestros.
    

Nos leemos en el siguiente artículo.

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