martes, 29 de diciembre de 2020

Verdad, realidad e intepretación.

Verdad y realidad son conceptos que con frecuencia nos llevan al error, aun cuando en nada se semejan uno y otro. La realidad es objetiva, extrínseca y ajena al individuo; la verdad es intrínseca, subjetiva y propia a al individuo.

La realidad obedece a lo que las cosas son; la verdad, a lo que la persona es.

Huelga decir que lo que la persona es, está más allá de la interpretación que esta haga de la realidad. Las tres: realidad, verdad e interpretación; son cosas disímbolas y ajenas entre sí.

La realidad es exógena, la verdad, endógena.
La verdad obedece al sujeto, a lo que la persona es. A eso que intrínsecamente ha buscado, busca y buscará aun cuando no esté consciente de ello. Razón que explica el por qué toma y ejecuta una serie de decisiones y acciones que son, inexplicables al principio, entendibles al final.

Por ejemplo, ese individuo, hombre o mujer que intrínsecamente se siente mejor solo que acompañado, se saboteara a sí mismo cuando esa relación que nació como transitoria, toma visos de formalidad. Así, sin estar consciente de porque hace lo que hace, realizará una serie de acciones que provocaran incomodidad y/o alejamiento de su pareja, de tal suerte que cuando la pareja se vaya, se dirá a sí mismo: fue mi pareja y no yo el que termino la relación… Inexplicable al principio, entendible al final.

La verdad púes, no tiene que ver con la interpretación que la persona hace de su mundo, sino con lo que la persona es. Si usted desea acceder a la verdad, a ese árbol de la sabiduría que mora en su interior, pregúntese a sí mismo que es lo que quiere y cuanto quiere lo que quiere. Ojo, lo que quiere, siempre le ayuda a crecer, lo que desea, a contraer.

Es importante anotar que eso que intrínsecamente quiere, lo quiere desde siempre. El problema es que poco o nada se observa y poco o nada se piensa, no obstante, si analiza la razón primera y última de sus actos descubrirá que hay cosas, que más allá del sacrificio que ha tenido que hacer por ellas, no le han dolido pagar, mientras que otras, aun sin sacrifico, le han costado mucho.

Esas que no le han dolido pagar son las que intrínsecamente quiere.

Recién me decía un amigo que le costaba mucho trabajo tener que ir a la oficina. Yo, que le conozco de años sé que lo que en realidad detesta es el tener que rendir cuentas de sus actos. Este no rendir cuentas de sus actos es lo que lo llevo al divorcio y a mantener su soltería e independencia de criterio.

El dueño de la empresa (que también es amigo mío y que me consulto sobre la mejor forma de dirigir a Fernando), lo acota con tiempos y fechas compromiso, lo cual es lo único que Fernando ni ningún otro creativo pueden tolerar. Lo paradójico de todo esto es que la única forma de dirigir a un creativo es acotándolo con tiempos y fechas compromiso.

Si Fernando se pensará un poco más, se tomaría un tiempo para aislarse y crear una serie de productos y/o servicios que, colocándolos en el mercado correcto, le darían la libertad que busca sin demerito de su responsabilidad pecuniaria.

Así pues, la verdad no tiene que ver con lo que nos dice la pareja, los padres, hijos, hermanos, socios o amigos. La verdad tiene que ver con lo que somos, queremos y necesitamos. No con lo que deseamos, si con lo que queremos. Confundir lo que deseamos con lo que queremos nos lleva al error y a la equivocación.

En la vida son más los deseos que las necesidades… Deseos hay muchos, necesidades, muy pocas. El deseo habla de sus vacíos, las querencias, de sus necesidades. Los primeros nos destruyen los segundos, nos construyen.

Permítame darle un ejemplo masculino. El hombre, ser que gravita más hacia el hacer que hacia el ser, fantasea con un carro deportivo, sobre todo cuando entra a esa edad en que hasta los señores le dicen señor.  

Lo que tiene que hacer antes de comprar un carro deportivo que no lo va a hacer más atractivo para nadie, es construir una personalidad que lo haga interesante por su psique y por su saber. Y si después quiere darse el lujo de comprar el carro, que lo haga. Este será un gusto que se está dando, pero no más.

Realidad de los objetos; realidad de los sujetos.
La realidad de los objetos es escueta. Los objetos, nada más son, y si bien es cierto que construimos interpretaciones que justifiquen nuestro querer y hacer respecto a estos, también lo es que, satisfecha la justificación, pierden su valor… Razón por la que al paso del tiempo podemos regalar sin afectación alguna, lo que ayer atesorábamos.

Los objetos son lo que son, independientemente de los valores o atributos que nosotros les brindemos. La dimensión que nosotros le damos a los objetos está subordinada a la edad, experiencia y sabiduría de la persona. Entre más sabia es la persona, más objetiva el objeto (lo ve como lo que la cosa es: un objeto). Por el contrario, entre menos sabia es, más subjetiva al objeto (le da valores y atributos que el objeto no posee).

No acontece lo mismo con los sujetos. La realidad de estos es más compleja. No porque los sujetos lo sean. Estos son simples, llanos y transparentes. La relación es compleja debido a la subjetividad con la que leemos, tergiversamos y modificamos al otro en nuestro interior.

No nos damos cuenta de lo que el otro es y quiere debido a que nuestras ganas de que la persona en cuestión quiera lo que nosotros queremos en la forma en que queremos, nos obnubila la mente al grado que modificamos lo que el sujeto es y quiere en aras de una fantasía que nada tiene ver con su realidad.

Si algo nos ha enseñado la vida es que la gente hace las cosas por sus razones, no por las nuestras. Nos es menester aprender a poner distancia emocional del sujeto en cuestión, sin importar si este es nuestro padre, hermano, pareja, hijo, socio o amigo. Esto nos permitirá observar lo que la proximidad afectiva no nos deja ver, en la inteligencia de que lo importante no es juzgar, sino entender.

Observe a sus hijos, descubrirá que estos están muy lejos de usted, tanto por la brecha generacional, como por lo que persiguen y desean. Por supuesto que sus hijos le quieren, pero el hecho de que lo quieran no significa que van a dejar de ser lo que son para darle gusto a usted, amén de que entre más crecen, más extraños serán para usted, no porque lo sean, sino porque construimos en nuestra mente unos hijos que no tenemos.

Todo cambia cuando observas y entiendes lo que el otro es, justo en ese momento es cuando empiezas a crear una relación fructífera y sana. Por ejemplo, cuando observas a tus hijos entiendes que lo normal es que vean por su pareja e hijos y no por ti. La vida nunca ve hacia atrás y, los padres, nos guste o no, representamos el atrás.

¿Está mal? No, por supuesto que no. El instinto ve hacia adelante, el ideal, hacia atrás. Lo que está mal es que creamos y esperemos lo contrario.

Uno de mis socios sufrió recientemente un accidente que casi le cuesta la vida. El accidente le ayudo a refrendar lo que ya hacía, darle más importancia a la forma de Ser que a la forma de Hacer. La frase que le distingue es: si el negocio lo haces con la persona correcta, es negocio… Y esto aplica en todo, en el matrimonio, en la amistad, en los negocios y en esa suma de etcéteras del convivir humano.  

Es menester entender que el sujeto es y que en su es no hay maldad, negligencia o falta de interés. Todo lo que hace es obsecuente a su esencia, aun cuando no esté consciente de ello.

En síntesis, una es la realidad de los objetos y otra la de los sujetos. El objeto es una cosa y como tal tiene un valor funcional, no más. El sujeto posee un es y es precisamente su es lo que le hace ser relevante en nuestro transitorio coincidir. Podrá cambiar la coincidencia, pero no su valor, ya que siempre habrá coincidencias en las que sume al es de otro. Todos somos una suma coincidente en él es de otra persona.

Interpretar es para el ser humano lo que para el ave volar.
La interpretación es la herramienta que usamos para contar historias que nos expliquen a nosotros y al mundo. El problema es que hemos hecho de la interpretación una verdad, cuando esta nada tiene que ver con la verdad. La interpretación está subordinada a nuestro devenir y entorno. Cambia tu entorno, cambia tu interpretación.

Nadie nace judío, católico, alemán, protestante, francés o musulmán. Todos al nacer somos humanos, después nos inculcan historias que nos hacen tomar nacionalidades y religiones que nada tienen que ver con el acto de ser humano. Todas esas historias son interpretaciones obsecuentes a una geografía, raza y cultura. Interpretaciones que nos alejan de nosotros mismos y de la realidad.

Si lo que usted desea es mejorar su accionar, es menester que coteje su verdad (lo que usted es y quiere) con lo que le exige la realidad. Esto le permitirá hacer las adecuaciones correctas, tal como se explicó en el ejemplo que mencione líneas arriba.

También es de suma importancia cotejar sus historias o interpretaciones con la realidad de los objetos y de los sujetos. Esto le hará ser más asertivo y efectivo.

Recuerde que se decide desde la realidad, se dirige desde el poder y se vende y opera desde la fantasía.

Nos leemos en el siguiente artículo.

martes, 15 de diciembre de 2020

Obedecerse a sí mismo.

Solo obedece a los demás, el que no puede obedecerse a sí mismo. 

Todo lo vivo es obediente.
El león se obedece a sí mismo para poder ser león. La planta se obedece a si misma para poder ser planta, lo mismo acece con todas las cosas vivas, se obedecen a sí mismas para poder ser lo que son. Con los seres humanos no sucede así. Se nos educa desde la cuna para obedecer a los demás, pero no a nosotros mismos.

Los padres necesitan hacer que sus hijos los obedezcan para poder protegerlos de sí mismos, ya que es muy difícil que en la puericia puedan dimensionar los riesgos a los que se enfrentan. Así, pues, no está mal que los hijos obedezcan a sus padres, lo que está mal es que los padres no les enseñen a sus hijos a distinguir cuando deben obedecerse a sí mismo y cuando a los demás.

El problema de raíz es el hecho de que los padres no les pueden enseñar a sus hijos lo que no saben, ya que estos no solo no saben obedecerse a sí mismos, sino que además se han pasado toda la vida obedeciendo a los demás, lo cual, por si fuera poco, les ha brindado reconocimiento y aceptación social… Así, pues, ¿Por qué tendrían que obedecerse a sí mismos si todo está diseñado para obedecer a los demás?

Este no obedecerse a sí mismo es algo que en el círculo de las generaciones se transmite de padres a hijos. De hecho, hay padres que hasta se sienten orgullosos de lo bien portados que son sus hijos, lo cual les debiera preocupar en demasía, ya que estarían criando hijos subordinadamente subordinables, es decir, gente que esta convencida que tiene que hacer lo que se le comanda, aun cuando su yo interno este en contra de ello, lo que a la postre genera una frustración e irrealización mayúsculas.

Solo se puede obedecer a si mismo aquel que sabe cuándo y cómo hacerlo.
Para poder obedecerse a sí mismo es menester aprender a pensar. Piensa aquel que sabe porque piensa lo que piensa, siente lo que siente y hace lo que hace. Sabe pensar aquel que gobierna su mente en lugar de que esta le gobierne a él. Si usted no dirige su pensar, sentir y hacer, es porque usted esta robotizado, es decir, hace las cosas sin saber la razón primera y última de porque las hace.  

Al cerebro es menester enseñarle a pensar, lo cual se dificulta si la persona nunca le ha puesto orden a ese errático y disperso imaginar que tiene el cerebro y que hace que nos desgastemos en cosas inútiles y fatuas. Recuerde que pensar que se piensa no es pensar, es imaginar, cosa que el cerebro hace muy bien, ya que está hecho para eso, es decir, para la fantasía, el chisme y el rumor. El cerebro cuando no se le educa, toma las cosas tal como se las dicen, sin analizar nada, sin descartar nada.

¿Por dónde empezar?
Lo primero que debemos hacer es educarnos a nosotros mismos.
Por razones de trabajo me es fácil llevar al otro a un análisis de su pensar, con la intención de que sea él el que descubra que tanto está pensando lo que piensa. 

Es tan contundente la lógica que uso para llevarlos a que descubran su no pensar, que no les queda otra que aceptar que no lo están haciendo, lo que los lleva a prender las alarmas que les permitan regir su cerebro. No obstante, la realidad es que el hábito pesa mucho, por lo que en cuestión de minutos regresan a hacer lo mismo.

Uno de ellos me confesaba: Qué difícil es esto. Es frustrante darse cuenta de que no sabemos pensar. Cuando me doy cuenta de que divago, hago un alto, corrijo mi pensamiento y retomo lo que debo pensar, para darme cuenta en momentos que estoy divagando otra vez. Pensar es un hábito que no hemos desarrollado y que nadie nos enseña a desarrollar.

Los padres se deben educar a sí mismos para poder educar a sus hijos.
Mi recomendación es que tomen un tema en conjunto con alguien más y que hagan un esfuerzo de no abandonar la sala o lugar de reunión hasta que el tema lo hayan agotado. Se recomienda que el tema sea ajeno a ustedes. Ya sea el análisis de una película, de las elecciones de un pais, de la vacuna del COVID o de lo que ustedes gusten, pero ajeno su quehacer biográfico.

El objetivo de este ejercicio no es ver quien tiene la razón o quien gana el debate, sino que cada una de las partes fundamente sus argumentos, basándose en la lógica, en los hechos y no en las opiniones o decires de reporteros o terceras personas. Por ejemplo, nadie en su sano juicio cree que Donald Trump esta interponiendo demandas de fraude para boicotear las elecciones. Lo que esta haciendo es negociar su posición dentro del partido Republicano, al tiempo que negocia inmunidad para él y los suyos.

Aprender a pensar es aprender a analizar y a ver más allá de lo obvio, no solo en lo concerniente al entorno, sino a nosotros mismos.

Un directivo de una empresa que se vio afectada por la contracción económica, fue promovido a otra plaza. El Directivo (padre soltero) en cuestión tiene un hijo que cursa sus estudios primarios. La pandemia obliga al hijo a estudiar vía remota, lo cual puede hacer en cualquier parte, sin embargo, lo lógico es pensar que un cambio de ciudad, con una cultura ajena a la de él y sin poder conocer amigos, le cobrará la factura tanto a él como al padre. La probabilidad de que el directivo en cuestión eche raíces en su nueva locación es minúscula, lo cual no esta mal, lo que está mal es que él y la empresa crean lo contrario.

Pensar siempre nos hace evidentes aquellas cosas que por obvias minimizamos o pasamos de largo. Lo paradójico de esto es que son las que siempre nos causan más estupor, rabia o frustración en el momento en que acaecen. Pensar nos ayuda a no engañarnos y a no caer en los túneles o engaños de nuestra mente.

Entre más repita el ejercicio arriba mencionado, más fácil le será desarrollar el hábito del pensamiento, lo cual le brindará más y mejores herramientas para obedecerse a sí mismo, amén de que también le ayudará a mejorar su capacidad de análisis y a identificar los argumentos lógicos (no rebatibles) que le permitirán que el otro, aunque sea a regañadientes, acepte que usted se obedezca a sí mismo y no a él.

Recuerde que entre más contundente sea la lógica de su argumento, menos posibilidad tendrá el otro de rebatir.

Este es un ejercicio que se tiene que hacer diario. Empiece por temas ajenos a su biografía. Cuando ya haya desarrollado la habilidad de pensar lo que piensa, migre a temas que competan a su quehacer biográfico, pero siempre en compañía de su par, para que éste le ayude a discernir cuando este usted dándole razones a su razón.

Cuando este estadio este dominado, repita el ejercicio, pero ya sin la compañía de su par. Dese el tiempo para analizar, en silencio y soledad, casos ajenos a usted y casos propios a su biografía. Tome un tema, el que usted desee, y agótelo. No se permita desviaciones ni autoengaños de la conciencia. Llegue a una conclusión y después repita el caso con su par y coteje el proceso y el resultado...

Esto le hará ver que tan apto esta para hacer el análisis usted solo, que es a la meta a la que usted debe llegar.

Entre más haga usted esto, más fácil le será llegar a la esencia de las cosas y a esgrimir argumentos que no solo le harán más fácil obedecerse a sí mismo, sino que además le va a ayudar a que el otro u otra entienda que lo que está haciendo está bien. Algo que probablemente no sea del agrado del otro, pero que no quiere decir que este mal.

Recuerde que a nadie le va a gustar el que usted se obedezca a si mismo, ya que estamos acostumbrados a obedecer y a que se nos obedezca, ya sea a través de la compensación monetaria, la persuasión emotiva, el enojo, el chantaje o el miedo. 

Sin duda al principio va a ver en sus relaciones más desencuentros que encuentros, sin embargo, la realidad es que al final van a ganar todos, ya que el otro o la otra siempre sabrá que esperar de usted.

Contra lo que usted puede creer, siempre es mejor obedecerse a sí mismo que a los demás.
Las personas que se ven obligadas a obedecer a los demás (esposo, esposa, familiares, jefes, amigos y demás etcéteras), cargan un nivel de frustración mayúsculo, ya que se ven en la necesidad de hacer todo aquello que intrínsecamente no quieren hacer.

La frustración los instala en el rol de víctimas, lo que a la postre los terminará convirtiendo en victimarios, ya que es la única forma en que le pueden cobrar a los demás lo que estos les obligan a hacer. La agresión de estas personas es psíquica. Agreden a través de ensalzar su sacrificio, del chantaje emocional. Lo que buscan es que el otro se sienta mal, ya sea inspirando lástima o haciendo que el otro se sienta culpable por no satisfacer las necesidades de su victimario (a esto le llaman solidaridad).

Es importante anotar que como la gran mayoría se han instalado en el rol de víctima, la sociedad ha enaltecido hasta el absurdo el concepto de la solidaridad, no obstante, la realidad es que si a la gente se le hubiese enseñado a obedecerse a sí misma y a entender cuándo debe obedecerse a sí y cuando a los demás, la solidaridad perdería su razón de ser ya que lo que la gente buscaría de manera natural es la subsidiaridad.

A los hijos es menester guiarlos, entendiendo que guiar no solo es dirigir. Es enseñarles a pensar, a que entiendan porque piensan lo que piensan y sienten lo que sienten. Enseñarles que los seres humanos gravitamos de manera natural hacia la fantasía y que a nada teme más el ser humano que a la realidad, por lo que es de suma importancia que identifiquen, procesen y dirijan la realidad, pero sin que tengan que hacérsela patente a los demás.

Enseñarles lo que el ser humano es y que no está mal ser como uno es, lo que está mal es dejar que lo que uno es sea lo que nos gobierne, cuando somos nosotros los que tenemos gobernar lo que somos.

Cuando a los hijos se les enseña a obedecer sin enseñarles el porqué de esa obediencia y sin darles oportunidad de refutar con razones lógicas y sustentables el porqué de sus objeciones, lograremos crear individuos que además de ser subordinadamente subordinables, crecerán con una frustración e irrealización que los llevara a ser grandes consumidores.

Los mercados viven gracias a todos esos que aprendieron a obedecer a terceros y no a sí mismos. Estos necesitan consumir y lo hacen pensando que tener lo que tiene el otro, los va a semejar al otro. Nada más lejos de la realidad, lo suyo es una interminable caída del vacío en el vació, ya que nada sustituye la capacidad de obedecerse a sí mismo.

El pretexto siempre oculta la causa.
Le dejo, a manera de despedida, un truco muy sencillo...
Escúchese hablar y escuche a los otros. Descubrirá que tanto usted como ellos se escudan en mil y un pretextos para no hacer las cosas, cuando la realidad es que el pretexto solo sirve para ocultar la causa…

La causa real es que no quiere hacer las cosas, pero como no sabe obedecerse a sí mismo, se ve en la necesidad de decir que sí va a hacer lo que no quiere hacer…, y como lo más probable es que termine no haciendo las cosas tal como se las pidieron, usara un pretexto que le servirá para ocultar la causa.

Entre más se obedece la persona a sí mismo, menos pretextos usa.    

 Nos leemos en el siguiente artículo.

jueves, 3 de diciembre de 2020

El mito del coaching.

Saber mucho de algo, no me convierte en ese algo.

Las empresas, fiel reflejo de la sociedad, son amantes de las modas (modus = manera, medida; lo de hoy). Hoy lo que está de moda es el coaching, y si bien es cierto que cada una de las nuevas modalidades que salen al mercado se ve en la necesidad de superar a las precedentes, también lo es que esta (el coaching) adolece lo mismo que las anteriores, están centradas en lo exógeno (en el hacer), no en lo endógeno (en el yo). 

Forma de Ser versus Forma de Hacer. 
Es más importante la forma de ser que la forma de hacer. La forma de hacer se aprende, la de ser se es. No obstante, él es se puede modificar, pero no con el coaching ni con ninguna otra herramienta que este orientada a mejorar el hacer del individuo. Esta es una mejora cosmética, pero no real. 

El coaching ha ayudado a mejorar la eficiencia de las empresas, sin embargo, esto no asegura su permanencia. Las empresas que no innovan fenecen, ya sea por el ciclo de su producto, madurez de su mercado o por la creación de productos sustitutos que cambian de la noche a la mañana la estructura del mercado. 

Una empresa está compuesta de mil y un negocios: el de operaciones, el de tesorería, inventarios, calidad, atención a clientes, nómina y toda esa suma de etcéteras que conforman el hacer de una empresa. Todos esos son negocios operativos, indispensables para la diaria ejecución, pero insuficientes para lograr la trascendencia de la empresa. 

Como todos sabemos una cosa es operar negocios, otra dirigir negocios y otra más, crear negocios. El negocio del negocio de toda empresa esta en la creación. Una empresa que se centra en la operación y no en la creación, está condenada a desaparecer. Lo único que tiene que hacer es darle tiempo al tiempo y un día, cuando cambie el mercado, la competencia, la tecnología o la moda, quedará fuera de él.  

La operación de negocios incide en el 80% de los costos y en el 15% - 20% de las utilidades; 
La dirección de negocios incide en el 15% de los costos y en el 30% de las utilidades;
La creación de negocios en el 5% de los costos y en el 50% de las utilidades.
 

La operación de negocios se circunscribe a administrar inercias;
La dirección de negocios a reorientar inercias;
La creación de negocios a crear inercias, y son estas, las nuevas inercias, en donde esta el negocio del negocio de una empresa.
 

Perfil Antropológico del Operador de negocios.
El operador de negocios le da una alta importancia a la preparación técnica, a los grados académicos y a los idiomas. Son especialistas con habilidades de especialistas, de tal suerte que se les dificulta mucho ver más allá de la frontera de su especialización.
 

Son personas que están centradas en los Cómo´s procesales, ignorando de lleno los Qué´s trascendentales (objetivos de negocio).

Los Que´s trascendentales están en el extrarradio de la mente del Operador de Negocios. No están en su mente, lo cual es preocupante ya que el negocio está en los Qué´s, no en los Cómo´s.
 

Para el Operador de Negocios no hay nada más salvífico que la rutina. Necesita repetirse un día sí y otro también. El coaching le ayuda a mejorar su rutina, no a cambiarla. Y lo que la empresa necesita es crear, cambiar y eficientar rutinas.

Para el Operador de Negocios el coaching es muy importante. Este, amén de hacerle sentir que la empresa lo considera, le ayuda a mejorar la eficiencia de su trabajo, pero si lo que el empresario esta buscando es crear una cultura de negocios, el coaching no es la solución.
 

Perfil Antropológico del Director de negocios. 
El director de negocios es un recreador. Observa, analiza, estudia el negocio, sus productos, estructuras, procesos y formas. Cuestiona todo el hacer no con el ánimo de criticar sino de buscar nuevas y mejores formas. Su motor no es la creación, es la recreación. Reorienta inercias con un solo objetivo en mente: lograr una mayor rentabilidad de los activos. 

El Director de Negocios tiene sentido de negocios y del dinero. Todo lo analiza desde la óptica costo – beneficio. Es un especialista con habilidades de generalista. No pretende saber más que el financiero, el de recursos humanos, materiales y demás áreas de la empresa. Lo que le preocupa y ocupa es rodearse de gente que en su área sepa más que él. 

El Director de Negocios ve el coaching como un soporte. No para él, si para su gente. No espera que el coaching incida en el posicionamiento futuro de la empresa, pero si en la rentabilidad del ejercicio. 

Consciente de que todo se da por contagio, se rodea en su ámbito social de gente que sepa de negocios. Gente que lo lleve a ver más allá de lo que él ve. Es un acopiador de información. Para él lo más importante no es ser el gestor de las ideas sino el capitalizador de las mismas. 

Perfil Antropológico del Creador de negocios. El creador de negocios es una persona que siempre está analizando las oportunidades de negocio que existen en su empresa, mercado y entorno. Para él lo importante no es lo hostil o favorable del entorno, sino las oportunidades que en ello hay. 

Tiene la capacidad de ver y pensar lo que nadie ve y piensa, lo que le hace llevar sus activos más allá de su concepción original.

 La personalidad del creador es atípica. Suele ser taciturno, retraído, centrado en si mismo. Le tiene sin cuidado la opinión y el sentir de los demás, salvo cuando estas le ayuden a ver y a capitalizar una oportunidad.

 El creador, a diferencia de los otros perfiles, vive en crisis consigo mismo. Su ejercicio de dirección está orientado hacia el ocio. Atiende lo trascendental del negocio con la intención de delegar la dirección y la operación a aquellos que, en ello, están más capacitados que él. Esto le permite crear espacios de reflexión y creación, consciente de que día que no cambia, día que retrocede. 

Información, formación, transformación. Todos estamos expuestos a una ingente cantidad de datos inútiles. Datos que solo sirven para hacernos sentir que tenemos la información del momento, aun cuando ese tener los datos, no tenga utilidad alguna. 

A esto hay que agregarle la forma en que cada uno de los perfiles valora los datos:
Para el Operador de negocios lo importante es estar al tanto de cuanto dato sea posible, sin importar si este obedece o no a lo que le compete. Necesita sentir que está en todo;

El Director de negocios es más selectivo. De todos los datos del entorno, toma solo los que le competen a él y a su negocio;

El Creador de negocios vive ajeno a la gran mayoría de datos que arroja el entorno. Se enfoca única y exclusivamente en aquellos que indican una tendencia de negocio o una oportunidad. 

El uso ordenado de los datos genera información para la decisión y para la correcta ejecución o aplicación de estas, lo cual es de suma importancia, ya que la ejecución reiterada de algo genera un proceso de transformación (trans - formación = algo que va más allá de su forma) del yo.

La trans – formación del yo puede ser virtuosa o viciosa. El trabajo y esfuerzo que se requiere para una y otra es el mismo. Es el individuo el que decide su propia transformación, ya sea tolerando su forma de ser o exigiéndose a si mismo una nueva forma de ser.
 

En las empresas se gasta mucho dinero en adiestramiento, capacitación, coaching y toda esa suma de terapias ocupacionales que además de ayudar, sirven como catarsis para la gente, no obstante, son terapias que no inciden en el yo del otro. 

En lo que se enfocan las empresas más exitosas es en el yo del otro y esto solo se logra a través de la formación. Formar es llevar al otro más allá de su forma), para para ello, es menester que esta quiera querer.

Para lograr el querer – querer del otro, es menester crear los marcos de referencia que lo lleven a descubrir en él la necesidad de trans - formarse; el entorno que lo incite a ello y los indicadores de medición y negocio que lo conminen a hacer las cosas. 

Todo aquello que no incida en el yo del otro es terapia. Útil como catarsis, inútil como negocio, tanto para el individuo en sí como para la empresa. 

Escriba usted su nombre completo y al final de este agréguele las siglas S.A. de C.V. En otras palabras, usted trabaja para sí mismo en las instalaciones de una empresa, pero al final, para sí mismo…

Me despido con una pregunta:
¿Qué está haciendo para lograr su propia trans - formación y con ello la generación de valor de su S.A. de C.V., personal?

Nos leemos en el siguiente artículo.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Joe Biden

Termina la presidencia de Donald Trump y con él un ejercicio positivo en lo económico, pero incorrecto en lo político y en social, sin dejar de reconocer un nefando manejo de la pandemia.

Joe Biden va a enfrentar, junto con el resto del mundo, problemas de orden mayor, no solo por su gravedad sino por lo inusual de los mismos. Problemas para los que el mundo no tiene experiencia y en los que va a ser menester actuar sin las limitaciones paradigmáticas propias a todos a nosotros.

Estamos inmerso en un mundo nuevo en donde una generación de estudiantes está sufriendo un retroceso mayúsculo en su proceso de exposición y aprendizaje. Una generación que va a enfrentar retos económicos no vistos y en los que poco o nada va a servir el saber acumulado. Un saber que operativo que fue medianamente útil en un mundo que ya dejo de existir.

A la Generación Silenciosa le toco una época de luto y gris. Una época donde el objetivo era sobrevivir y aprender a vivir con lo que había. Se guardaba la comida, el pan y se cuidaba en grado sumo la ropa. Los hijos de la Generación Silenciosa crecieron en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial (baby boomer). Les toco vivir un ambiente de suma austeridad, cerrazón y dogmatismo, no obstante, crecieron con una fuerte demanda de empleo y crecimiento económico (6% anual).

Las generaciones posteriores crecieron en entornos con menos oportunidades de desarrollo que las de sus padres (disminuyo el nivel de crecimiento económico y con él, la demanda de empleo), pero con muchas más libertades.

Lo inquietante del caso es que las nuevas generaciones van a enfrentar los retos por venir con un menor nivel de preparación académica, con un mucho menor crecimiento económico (1% o 1,5% neto anual) y con bajas oportunidades de empleo y desarrollo. Así, pues, el entorno se presenta difícil y con algunas incertidumbres por definir.

El Presidente de USA y la Cámara de Representantes están en manos de los Demócratas. La incertidumbre está en el Senado. Los Demócratas tienen 46 votos electorales y los Republicanos 50. El tema es que se definen 51 votos electorales para obtener la mayoría.

Un Presidente Demócrata con las cámaras divididas entre ambos partidos, se va a ver en la necesidad de hacer política y de llegar a consensos, considerando los intereses del electorado de ambas cámaras, lo que sin lugar a duda complicaría el ejercicio de gobierno, pero brindaría un mayor nivel de tranquilidad a la inversión que necesita Estados Unidos y el mundo.  


Un Presidente Demócrata con ambas cámaras en su poder, tendría un ejercicio de gobierno más cómodo y con un margen de maniobra muy alto, lo que le permitiría iniciar a contra reloj las reformas que va a emprender, las cuales deberá sujetar a aprobación de ambas cámaras antes de las elecciones intermedias, en las cuales su posición de poder vuelve a estar en riesgo.

Estas reformas, necesarias, inevitables pero onerosas, van a ralentizar la inversión, ya que los inversionistas se van a ver en la necesidad de detener la inversión de uno a dos años. Tiempo que necesitan para estudiar, analizar y diseñar las nuevas formas en las que deberán operar. El problema es que Biden deberá lograr, a un mismo tiempo, la recuperación económica y la aprobación de las reformas, ya que, si no logra que la economía se recupere, se expondrá a perder la mayoría en una o ambas cámaras.

Cabe aclarar que las variables económicas no están a su favor, ya que los Bancos Centrales del mundo han invertido una enorme cantidad de dinero al mercado y la FED ya esta en una situación comprometida, por lo que su prioridad sería lograr la confianza de los inversionistas a pesar de las reformas. Independientemente de si Joe Biden inicia su ejercicio de gobierno con ambas cámaras a su favor o con una sola de ellas, el 2021 vamos a recordar el 2020 como un muy buen año.

Donald Trump fue un presidente incómodo. Era el presidente del mal decir y del buen hacer, no obstante, es menester reconocer que en tres años de gobierno logro lo que Obama no pudo hacer en ocho. Si el COVID no se hubiese presentado, la posibilidad de ganar un segundo periodo hubiese sido alta.

Tuvo su posibilidad y la manejo mal. Su actuación en los debates fue pésima y lo peor de estos es que aun cuando su contendiente no tenia las calificaciones para ganarle, dejo pasar la oportunidad y en lugar de mandar un mensaje de reconciliación, esperanza y optimismo, explicando que, si ya había logrado generar bienestar para los ciudadanos, podía, si le daban la oportunidad, volverlo a lograr… Todo lo contrario, se aboco atacar a un enemigo al que consideraba débil, mostrando así su propia debilidad.

En Trump pudo más su soberbia que su inteligencia, sin embargo, cuando la realidad lo alcanzo y se dio cuenta que había perdido, se aboco a presentar denuncias de fraude a diestra y siniestra. Denuncias que sabía que iba a perder, pero que el único objetivo era ganar tiempo en el inter de que negociaba su salida y su posición dentro del partido republicano.

Una buena parte del electorado le va a exigir a Joe Biden que actué en contra de Donald Trump, cosa que el sentido común dice que no va a pasar, sería un acto poco inteligente y con una alto costo político y social, ya que el pais se dividiría más de lo que ya está, y lo que Biden necesita es unir al pais para poder hacerle frente a lo que viene.

Joe Biden debe trabajar hacia adentro y fuera del pais. Hacia dentro, generando cohesión y no división. Hacia afuera, generando alianzas y creando nuevas formas de negocio para él y los países afines.

Estamos entrando a una nueva era en todos los aspectos. Una era que va a demandar de todos nosotros, gobernantes y gobernados, nuevas formas de pensar, de relación y asociación. Casi nada de lo que sabíamos nos va a ser útil, por lo menos no para los nuevos tiempos. Es momento de reinventarnos en todos los sentidos.

 

Me despido con una reflexión…

En la relación precio valor, existen cuatro cuadrantes.
El cuadrante uno es cuando el cliente siente que paga un precio muy alto sobre algo que tiene un valor muy bajo. Permanecer en este cuadrante, es asegurar la extinción.

El cuadrante dos es cuando el cliente siente que paga un precio muy alto, recibiendo un valor muy alto. En este cuadrante lo que uno vende es estatus, clase, diferenciación. Es un cuadrante que atiende los estratos más altos de la economía.

El cuadrante tres es cuando el cliente siente que paga un precio muy bajo, recibiendo un valor muy bajo. En este cuadrante están los productos genéricos. Aquí la rentabilidad esta en el volumen.

El cuarto cuadrante es ese en el que sin importar el precio que paga, el cliente siente que recibe un valor muy alto. Situarse en este cuadrante, equivale a crear un distingo, un algo que el mercado no lo pueda conseguir en ningún otro lugar.

Toda esta disgregación para explicar que en el personal nos va a ser menester crear un distingo que nos permita competir en un mercado en el que lo que abunda es la sobre oferta.

Si usted no tiene la capacidad de crear un distingo que sea útil al mercado, va a ser tan solo uno más. Le será más difícil competir y posicionarse en el mercado, y si algo va a demandar la nueva economía es que nos sepamos posicionar.

Piénsese, reinvéntese y posiciónese.  

Nos leemos en el siguiente artículo.

martes, 15 de septiembre de 2020

Los Superhéroes y el vacío de poder.

A la naturaleza no le gustan los vacíos y los vacíos los llena con excesos. Los Superhéroes son la nueva religión de una Masa que acusa un vacío interior mayúsculo. Por supuesto que no es algo nuevo, siempre ha existido, no obstante, nunca como ahora.

 El vació esta en la esencia del ser humano. No existe persona alguna que no posea un cierto grado de vacío. De hecho, el mercado existe gracias al vacío. Tan es así que cuando vamos de compras, no vamos a comprar cosas, sino a llenar nuestros vacíos. Así, si usted va de compras sin identificar el vacío que le impulsa a ello, saldrá de ahí con una gran cantidad de excesos, es decir, con cosas que no necesita y solo le agudizaran el vacío.

 Los Superhéroes y el vacío de poder. Podemos negar la existencia de los dioses, pero no de las religiones, estas son una necesidad humana y los Superhéroes son una muestra de ello. Hemos hecho de estos una nueva religión, un nuevo culto.  

Los primeros Superhéroes fueron los dioses de la antigüedad. La razón por lo que ya no pensamos en ellos es porque estos ya no viven con nosotros. Están en el panteón de la mitología, y la única diferencia entre mitología y religión, es la vigencia.

Los dioses de la antigüedad poseían características humanas. Zeus, por ejemplo, era infiel, vengativo y pasional. Hades, Afrodita y el resto de los dioses griegos, romanos, nórdicos o de donde fueran, poseían atributos que los hacían extraordinarios, pero también poseían vicios y defectos que los hacían humanos. La identificación con ellos era inevitable, tenían capacidades que deseábamos y defectos que poseíamos.

Luego llego el dios del antiguo testamento. Un dios visceral, vengativo, iracundo, cruento y sangriento (así o más humano). Después de este llego el dios de los cristianos. Un dios que nació humano (como todos los anteriores), pero que en el devenir de los siglos perdió las características terrenales que le permitían a su grey se identificase con él, al grado que hoy es cualquier cosa para ya no humano. Es un dios que no solo no se enoja nunca, sino que además es todo amor y perdón…, atributos irreales en el ser humano.

Esta lánguida perdida de sus características humanas propicio que los hombres iniciarán un largo, callado y errático éxodo en pos de esos dioses que, sin dejar de ser humanos, podían hacer todo lo que nosotros no podemos hacer. Dioses sobre los que se ha edificado un nuevo culto, y que si bien es cierto que no llenan los vacíos de su feligresía, si los representan.

 Sherlock Holmes. El primer Superhéroe de la era moderna fue Sherlock Holmes. Es un héroe que posee capacidades de observación y raciocinio que lo separan del resto de los mortales, pero también posee vicios y defectos que lo hacen humano. Es un héroe que seduce y encanta, aun cuando en la intimidad de su Olimpo se muestra misántropo, maniático, misógino, drogadicto y misógamo. Tan humano es que cuando su autor lo mató, hubo protestas en toda Europa en defensa de los derechos de los lectores. La presión fue tal, que se vio en la necesidad de resucitarlo.

 Un héroe que no sabe crear misterio no es héroe…, y Sherlock Holmes lo crea mejor que nadie. Es soltero, vive solo y ha hecho de su morada un centro de información. En él están todos los archivos y recortes de periódicos que le ayudan a resolver los casos. Tiene, como todos los héroes y como todos los dioses, un archienemigo que lo iguala o supera en capacidades, James Moriarty. Afortunadamente cuenta con un compañero, amigo, ayudante y protector que es quien lo salva cuando este se deja llevar por su humanidad, el Dr. John H. Watson.

El modelo de Sir Arthur Conan Doyle se repetirá en todos los que le suceden, desde Popeye el Marino (1929) hasta los actuales. Batman, por ejemplo, es soltero (no existen héroes casados, la mujer no los dejaría hacer tales estulticias). Vive en una mansión en la que tiene una cueva equipada con todos los sistemas de información que necesita para combatir el mal, en especial a su archienemigo el Guasón. El personaje que lo salva de sí mismo es Alfred, su amigo, compañero, ayudante y protector.

Superman tiene Louisa Lane y a su Némesis, Lex Luthor; Spiderman tiene a su tía May y a su contrario, el Duende Verde; Iron Man, el héroe del capitalismo que lucha contra los comunistas y terroristas y así como estos una suma de etcéteras más que haría la lista interminable, no obstante, lo importante es que todos repiten el patrón: son solteros, viven solos, tienen un enemigo que los iguala o supera en capacidades y tienen una persona que los salva de sí mismo cuando se dejan llevar por su humanidad.

Huelga decir que los héroes son como los dioses, no envejecen, amén de que tienen cualidades que obedecen a la época en que se gestaron. Popeye fue el héroe de la nutrición (espinacas); el Capitán América, el símbolo de la lucha contra Hitler; Batman, contra el mal; Spiderman, contra los que hacían un mal uso de la ciencia y así todos los demás. Lo importante aquí es que cada uno de ellos personifica un vacío social e individual, obsecuente a las circunstancias psicosociales de su tiempo.

 Comprenderse es quererse. Alguien que se comprende a si mismo, entiende que todos los roles son tan valiosos como el suyo y que la única diferencia entre un rol y otro es la cantidad de personas que lo pueden hacer, que es lo que marca la diferencia entre lo que se le paga a uno u a otro, sin embargo, la realidad es que el que recoge la basura es tan importante y necesario como el que dirige la empresa. El tema es que pocos se dan cuenta de esto, por lo que, en lugar de sanar sus vacíos, los acrecientan.  

Los vacíos no reconocidos y no dirigidos son los que hacen que una persona se identifique con uno u otro héroe, y esto le sucede tanto al director de la empresa como al guardia de la entrada. Los vacíos no tienen que ver con el organigrama, sino con la persona. Por ejemplo, se identificará con Iron Man aquel al que le gustaría ser genio, multimillonario y playboy, cuando la realidad es que lo que debería preocuparle es el desarrollo de su genialidad.

Más que identificarse con un super héroe, lo primero que uno debiera hacer es preguntarse qué vacíos son los que me llevan a identificarme con él. Ya una vez identificados y reconocidos, debe escoger cuál de ellos es el más fácil de subsanar. Los vacíos, ya lo mencionamos, son connaturales al hombre, lo importante es reconocerlos y dirigirlos.

Una persona que reconoce sus vacíos podrá comprenderse y dirigirse, entendiendo que no puede ser como ese otro que admira o envidia, pero si puede potencializar al máximo lo que es, en la inteligencia de que eso que él es, seguramente no lo es el otro, ya que todos somos suma y complemento de otros.  

Cuando la persona comprende, acepta y desarrolla lo que es, deja de compararse con los demás. Reconoce sus alcances y limitaciones, potenciando las primeras y acotando las segundas. Valora lo que es y lo que son los demás. La identificación no es con el personaje de ficción, sino consigo mismo, lo que a la postre le permitirá potenciar y posicionar el ser.

La felicidad está en la expresión del ser. Hay dos tipos de personas: la primera es esa que aprende a hipotecar su Ser, para Hacer algo que no les gusta con tal de cobrar los beneficios del Tener.

Este tipo de personas sienten una ingente necesidad de refugiarse en los éxitos de otros. Te platicarán de los carros, casas y bienes que determinada persona posee, pero jamás de lo que este trabajo o tiene que trabajar para lograr lo que tiene. Estas personas son y necesitan símbolos para vivir, razón por la cual les es imposible no identificarse con esos personajes de ficción que pueden hacer todo lo que ellos no.

Son miembros devotos de la religión de los Superhéroes. Jamás se perderán un estreno, producto o imagen de su Superhéroe. Sienten que al poseer algo de él, son como él.

Por el contrario, los que están conscientes de sus limitaciones y potencias y de lo que tienen que trabajar para acotar las primeras y potenciar las segundas, son personas que aspiran a Tener, económicamente hablando, aquello que les permita Hacer en función, lo que Son como personas. Estos no necesitan de Superhéroes. Ellos son su propio Superhéroe.  

Los Superhéroes responden a los vacíos y estos se pueden sanar, pero para ello es menester identificarlos, reconocerlos y dirigirlos.

Nos leemos en el siguiente artículo.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

La economía que viene.

El cambio ha sido, es y será la constante del mundo, sin embargo, este, más allá de lo rápido, moderado o lento de su proceso, ha mantenido siempre una gradualidad que nos ha permitido fungir como acores y testigos del cambio. La irrupción del COVID rompió esta dinámica, situando a la gran mayoría de la humanidad en una posición de testigo, este, más que un cambio, fue un rompimiento.

 En la vida, lo obvio es invisible y lo invisible, transparente. En la vida de cada uno de nosotros existen cosas que son invisibles para nosotros, transparentes para los otros. Esto es lo que hace que nos sorprendamos cuando alguien nos da un consejo que, por lo obvio que resulta, nos agrede el que no lo hayamos visto.

Líneas arriba decía que el COVID, más que un cambio, es un rompimiento. Y en los rompimientos las primeras cosas que salen a la luz son todas esas cosas que, por obvias, habíamos dejado de ver. Nos está pasando lo mismo que a las parejas en el divorcio. Las parejas, en el rompimiento, descubren esa otra parte del otro que era visible para los demás, pero no para ellos. Así, pues lo ideal sería que el matrimonio empezara por el divorcio, que es cuando realmente conoces a la pareja.   

El tema que nos compete, haciendo a un lado el sarcasmo y la broma no atinente, es el de todas esas cosas que están saliendo a la luz y que muy probablemente no estemos considerando. En este artículo nos centraremos exclusivamente en el tema económico, específicamente el de la economía que viene.

Es importante anotar que la economía que viene no es una resultante del COVID, y si bien es cierto que este está demandando y generando nuevas formas de hacer negocios, también lo es el hecho de que lo que está sacando a flote, es lo que ya estaba mal.

La década que está por terminar registro un nivel de endeudamiento de las naciones de la OCDE del 4% anual, al tiempo que el crecimiento de sus economías mantenía una media que fluctuaba entre el 1% y el 2%. En otras palabras, las naciones gastaban más que lo que generaban, con el pretexto del que siguiente año sería mejor.  

La economía, no obstante, seguía operando, lo que mantenía la posibilidad de que los gobiernos enmendarán rumbo y se abocarán a generar más ingreso que gasto, que es, precisamente, lo que hizo Alemania. El crecimiento sostenido de su ingreso le permitió disminuir su deuda externa en 25 puntos porcentuales, mientras que el resto de los países de la OCDE incrementaban su deuda a niveles insostenibles.

El país que guarda la relación de Deuda – PIB más onerosa del mundo es Japón. La deuda de este país que antaño era el modelo de lo que deberían ser las demás naciones, representa el 240% de su PIB. La de Grecia, el 182%; Italia, 140%; España, 110%; Francia, 100%; Estados Unidos, 105%; Brasil, 86.5%; México, 62% y así como estos, muchos más. El gasto, obviamente, se ha aplicado al sector social, lo que de suyo hace que ese dinero no genere un solo centavo de retorno.

El COVID paralizo la maquinaria económica en todo el mundo, obligando a las naciones a asumir un nivel de deuda equiparable a la que asumieron después de la Segunda Guerra Mundial. La deuda en la que los países incurrieron para sortear las consecuencias de la cuarentena es la correcta, lo incorrecto era la deuda previa. El problema, no obstante, es que la Masa considera que la deuda pública es un problema de los políticos, no de los ciudadanos, cuando la realidad es que es todo lo contrario.

Otro tema que llama mi atención es que la Masa cree que todo va a volver a la normalidad, es decir, que cuando todo esto termine, retomaran su nivel de vida y gasto, tal como lo tenían previo a la pandemia. En México, por ejemplo, más del 80% los hogares han experimentado una reducción sensible de sus ingresos, en un entorno donde los gastos van al alza, que tienen que invertir y gastar en cosas que no hacían antes.

Una encuesta nacional de consumo arrojo los siguientes datos: el 57% de los consumidores piensan que recuperarán el nivel de consumo que tenían previo al COVID, en un lapso de dos años. El 25% de los encuestados estiman que requerirán de tres a cinco años para recuperar su nivel de consumo; el 15% considera que su nivel de consumo se mantendrá en mínimos por más de cinco años y solo el 3% considera que su nivel de consumo será igual o mayor al que tenían.

Esto, obviamente, son estimaciones, no obstante, la realidad es que a lo que todos nos vamos a enfrentar es:

Un crecimiento de la economía que oscilara entre el 3% y 4% en el primer año (2021), bajando gradualmente hasta llegar a un crecimiento descendente que oscilara entre el 1.5% y el 0.5% por los próximos diez años.

Crecimiento de la pobreza extrema ($1.90 al día), pasando de 17 millones de personas a 100 millones;

Crecimiento de la pobreza ($3.20 al día), pasando de 35 millones a 176 millones de personas; 

Los gobiernos impondrán una mayor carga fiscal para poder hacerle frente a la deuda.

Una sensible disminución de la explosión demográfica; al tiempo que se incrementa sensiblemente el número de jubilados (Japón e Italia cada año tienen menos habitantes). 

Incremento en gasto de salud y pensiones.

Fuerza laboral escasa, mal preparada, mal pagada.

Los negocios de consumo que más van a sentir la ralentización de la economía en los siguientes dos años son: restaurantes, cines, bares y centros comerciales. El turismo va a necesitar más de cinco años para recuperar a los niveles previos a la pandemia. Las oportunidades van a estar en el sector salud y en lo digital. La educación va a sufrir una contracción no vista en años, amén de que la calidad educativa se va a ser seriamente afectada.

Las empresas y los hogares se van a acoger a una estricta disciplina financiera (reducción de lo superfluo) y a una mejor gestión de sus activos (se contraerá la venta de casas y automóviles). El objetivo será liquidez y rentabilidad.

Las empresas y las personas deberán repensar su modelo de negocios, migrando en la posible a lo digital y manteniéndose cada vez más cerca de sus clientes.

Los siguientes dos lustros van a ser de un alto nivel de reto y si algo nos ha demostrado la historia es que siempre salimos adelante, no obstante, es menester tomar decisiones desde la realidad y no desde la fantasía. La fantasía nos va a hundir; la realidad, por dura que sea, nos va a salvar.

Nos leemos en el siguiente artículo

viernes, 28 de agosto de 2020

La dinámica el poder.

El instinto genera un impulso; el impulso, una tendencia; la tendencia, un deseo; el deseo una emoción y la emoción un acto. Así, por lo actos recurrentes de una persona podemos educir su emoción, deseo, tendencia, impulso e instinto. Somos trasparentes como el cristal y si el otro o los otros nos sorprenden es porque no sabemos observar. 

El instinto es la inteligencia de la especie y este divide en dos: el general y el indiviso. El general es esa parte del instinto que obedece a la especie y que se ha manifestado y manifestará en todos los seres humanos sin importar época, idioma, religión o color. El indiviso es esa parte del instinto que, como su nombre lo indica, pertenece al individuo. Son las acentuaciones del instinto que la persona manifiesta en función de su carga genética, primero, y de su cultura, después. 

Los impulsos que el instinto nos generan son: el sexo; el poder; el amor; la propiedad y la supervivencia. En ese orden, no obstante, la secuencia puede variar en función de la edad, entorno y circunstancias que vive la persona. Poco va a pensar en sexo, poder, amor y propiedad, quien escasamente tiene para comer, sin embargo, al resolver lo primario (techo, sustento y alimentación) sus impulsos gravitarán, ineluctablemente, hacia los dos primeros (sexo y el poder), ya que estos son los impulsos dominantes de la especie. 

Sexo y poder. En una calificación del uno al diez, el sexo tiene un peso específico de 10 - 9; mientras que el poder tiene uno de 9 – 10. Uno y otro están en constante pugna por ocupar el primer lugar, de tal suerte que en todo acto sexual hay una connotación de poder y en todo poder, un acto de seducción. 

La naturaleza, que es ligeramente más sabia que nosotros, no va a subordinar su subsistencia al libre albedrío de nuestras decisiones. A está le tiene sin cuidado nuestra mente, sentido de culpa o carga moral. Lo único que le preocupa y ocupa es la reproducción. Para lo cual hace del sexo el impulso motor de las primeras cuatro décadas de nuestra vida. En este intervalo el poder ocupa un honroso segundo lugar. 

Ya una vez que hacemos la transición hacia la madurez, el sexo pasa a un honroso y competitivo segundo lugar, latiendo con una fuerza de 9 -10; cediéndole al poder la posición de impulso dominante con una fuerza de 10 – 9. Así, sin importar si se es joven o si se está en esa edad en la que lo único que puede hacer es dar conferencias o escribir artículos, el poder es, junto con el sexo, uno de los impulsos dominante de nuestra vida. 

No hay peor diablo que el que no huele a azufre. Una persona que en palabra y en acto renuncia al poder, es igual o más peligrosa que un diablo que no huele a azufre. El débil siempre usa su debilidad como instrumento de poder. No hay sobre el planeta organismo vivo que no busque y ambicione poder. Así, pues, la diferencia entre el soberbio que abiertamente busca el poder y el humilde que dice no buscarlo, son las formas. No obstante, ambos lo buscan, uno construir y construirse en él; el otro para destruirse y servirse de él. 

Los débiles y humildes usan la lástima y el chantaje como instrumento de poder, lo cual, con la santificación que hemos hecho de la humildad, hace que les sea más fácil lograr lo que por sus medios no pueden obtener. Estos explotan eso que algunos llaman responsabilidad social, que no es otra cosa más que el disfraz elegante de la culpa. Culpan al exitoso y al trabajador de tener lo que ellos no pueden tener, cuando la realidad es que estos, lo único que saben hacer, es poner su ocio al servicio de los demás…, y a eso le llaman solidaridad. 

Cuídese de los humildes que los soberbios siempre dan la cara. La razón por la que se nos dificulta aceptar que los humildes usan su debilidad como instrumento para obtener lo que por otros medios no pueden lograr, es debido a que al tiempo que vituperamos el poder, sacralizamos la humildad. No obstante, el progreso de la humanidad se debe a los poderosos, no a los humildes. En el mundo, hasta principios del siglo XX, más del 95% de la población vivía en extrema pobreza. Hoy, gracias a esos que tanto vituperamos y castigamos por su éxito y poder, el porcentaje se ha reducido. 

La ambición es lo que hace que tenga mucho de algo y poco o nada de lo otro. En la vida logra más el que aspira más, pero también aplica en sentido contrario; logra poco el que aspira poco. Así, pues, son dos preguntas las que usted se tiene que hacer: ¿De que tamaño es su ambición? ¿Y en que esta su ambición? 

La respuesta que dé a estas preguntas le explicarán porque esta donde esta y en lo que está. Ya sea buscando dinero, hombres a su servicio, fama, amor, conocimiento, estabilidad, seguridad, tranquilidad y toda la suma de etcéteras que usted desee agregar. Lo importante es identificar en qué esta su ambición y el tamaño de esta, ya que esta es la que lo ha llevado lograr lo que en esencia es, y a carecer de eso que los demás le reclaman, pero no le es. 

Es importante que no confunda fantasía con ambición. La diferencia es sutil pero abisal. Tiene ambición aquel que está dispuesto a pagar el precio que su ambición demanda; fantasía, el que quiere lograr, pero no pagar. Si usted desea saber lo que va a lograr, vea cuanto esta dispuesto a pagar y en qué. 

La soberbia es la esencia del poder. ¿Se acuerda usted de la primera crisis de vivienda de la humanidad? Había menos cuevas de las que necesitábamos para vivir. La humildad hubiese hecho que aceptáramos el hecho como inevitable o como designado divino. La soberbia es lo que nos hizo construir las cuevas que necesitábamos para vivir. 

La soberbia nos impele a construir para sí y para los demás. La petulancia, que nada tiene que ver con la soberbia, nos hace creer que no necesitamos de los demás, lo cual es una estulticia, ya que el poder, sin los demás, no es poder. La soberbia se sustenta en el contenido; la petulancia, en la apariencia. Así, pues, la petulancia es el disfraz vulgar de aquel que, a falta de contenido, trata de ser lo que no es.  

El poder necesita de un yo magnánimo. De un yo que tenga una idea de sí mismo muy por arriba del nivel de ambición y lucha en el que se mueven los demás, amén de poseer y desarrollar una visión y un talento que le permita lograr un hacer diferenciado. Un hacer que no se diferencia de los demás, carece de poder. 

El poder es y debe ser en sí y para sí. El Hombre de Poder se debe abocar a la conservación (en sí) y expansión (para sí) de su poder. Un poder que no se expande, se pierde. La expansión demanda de la asimilación de otros poderes, cosa que solo logrará hacer cuando se convierta en el Evangelio de otros… Permítame explicarlo. En tiempos de necesidad siempre será más valiosa la ayuda de su semejante que la de los Evangelios. 

El hombre de poder debe elegir el momento propicio para ayudar y apoyar a esos que quiere sumar a su esfera de poder. Esto le ayudará a convertirse en el evangelio y credo de esos que ayuda, al tiempo que expande su poder. 

Recuerde que hay dos tipos de préstamo: los préstamos con interés y los prestamos interesados. Los primeros son rentables, los segundos, beneficiosos. Cuando sume a alguien a su esfera, cuide que sea beneficioso para usted y para él, lo que hará que el beneficio, además de ser mutuo, sea interesado. Un poder sin alianzas fenece. 

Cada uno lleva en su seno el germen de su propia destrucción. Nadie ostenta un poder absoluto. En toda oligarquía (gobierno de pocos) hay una poliarquía (poder de varios). Y es en la lucha entre estos donde se define la evolución del poder. El Hombre de Poder debe considerar que otros están construyendo su oportunidad… 

Así, pues, obsérvese, corríjase, constrúyase y cuide su imagen…, que su forma de vestir es la forma que el inconsciente usa para proyectar al exterior, lo que hay en su interior. 

Por último, le pido que considere que solo tiene poder aquel que logra en los otros los efectos deseados…, y esto solo se logra con una ambición, un talento y un hacer diferenciado. 

Nos leemos en el siguiente artículo.

miércoles, 19 de agosto de 2020

La mística del dinero.

He estado inmerso en un proyecto de escritura personal que me ha alejado de la pública, no obstante, regreso a esta para compartir una experiencia asaz interesante. Recién sostuve una reunión con jóvenes treintañeros de diverso cuño. Todos se encontraban en sus segundos treintas, lo que de entrada me llevo a suponer que la vida ya les había dado la oportunidad de cotejar sus ideas con la realidad, cosa que observe en muy pocos. 

El grupo en sí era una representación fiel de lo que somos como humanidad; había soñadores, académicos, pragmáticos y esotéricos. De los soñadores y académicos poco hay que decir. Para estos es más importante la letra escrita que el acto. Su hacer es más un decir que un hacer. Son ese tipo de personas para las que es más importante el saber especulativo que emana del aula que el saber pragmático que emana de la praxis. Tan es así que cuando la realidad no se adecua a la teoría,  peor para la realidad.

De los falsos esotéricos hay mucho que decir. Los dislates intelectuales de estos han sido una constante en la historia y biografía de la humanidad. Es importante anotar que no tengo nada en contra de los falsos esotéricos. Entiendo sus justificaciones; no comprendo sus razones. Lo cual no tiene nada de extraño, ya que antropológicamente, se entiende lo ajeno, se comprende, lo propio.

En mi circulo intelectual hay personas a las que respeto mucho por su ser y saber, y son, debo decirlo, profundamente esotéricos y exotéricos, amén de que en lo personal me decanto de manera natural por los libros esotéricos, en especial los de Aristóteles, Tomas de Aquino, Nietzsche, Schopenhauer, Ortega y Gasset, Unamuno y Bertrand Russel.

Antes de que el lector me corrija, reconozco que incluir a Aristóteles es un error, ya que los únicos libros que tenemos de él son los exotéricos (los que estaban dirigidos al vulgo, a la Masa). De los esotéricos no sabemos nada, ya que todos se perdieron. No obstante, lo incluyo en mi lista debido a que los otros autores que menciono parten de los libros para el vulgo que Aristóteles escribió, para llegar a la parte esotérica de sus postulados.

Como todos sabemos, el conocimiento exotérico es el que se imparte en las aulas. Es el conocimiento que nos lleva a un mejor hacer; el conocimiento esotérico se imparte a los iniciados, es el que nos lleva a un mejor ser. Lo exotérico estudia la superficie; lo esotérico, la profundidad, es decir, la causa primera y última de las cosas.

El esoterismo de la gran mayoría de la gente no tiene nada que ver con el conocimiento esotérico. La Masa cree que el esoterismo es la búsqueda de lo subyacente, de lo oculto. De esos arcanos o llaves del saber que les van a permitir hacer lo que no han podido ni podrán hacer, por lo menos no mientras sigan en esa falsa veta del saber.

Estos están convencidos de que atrás de la fortuna de esos grandes actores del quehacer empresarial, político, social, intelectual y artístico, existe un arcano secreto al que cada uno de ellos accedió, y que gracias a él han logrado construir imperio, fortuna y poder… Y si, tienen razón. Existe un arcano secreto que es lo que ha hecho que esa gente este donde esta. El secreto en cuestión es que estos grandes personajes desvelaron la mística del dinero. 

La mística del dinero. El dinero es un recurso y este, como cualquier otro recurso, si no se multiplica, se pierde. El dinero es la resultante del acto más rebelde que hay: el de la creación. Toda creación es una rebelión. El objetivo de toda creación es derogar lo hecho en aras de algo mejor.

Si el nuevo orden ofrece ideas, conceptos, productos y/o servicios superiores a los existentes, la gente pagara por ellos sin cuestionar el precio de estos, no obstante, los creadores de este nuevo orden deben tener claro que atrás de ellos hay otros que están trabajando en la creación de algo que derogue lo hecho por ellos, en aras de algo mejor. Así, pues, dejar de crear es empezar a morir.  

Solo la Masa cree que el trabajo duro va a resolver sus problemas de dinero. Es como creer que todo les va a salir bien, porque son buenas personas, nada más lejos de la realidad. El secreto de la riqueza no está en trabajar intensamente, está en trabajar inteligentemente. Huelga decir que cuando a la inteligencia se le suma la intensidad, el resultado se magnifica.

Así, pues, la mística del dinero está en crear para multiplicar. No está en la búsqueda de esos secretos ocultos que de la noche a la mañana les van a permitir hacer lo que nunca han hecho. Varios de los jóvenes estaban plenamente convencidos de que la riqueza depende de variables a las que solos los escogidos pueden acceder. Pensamiento alógico que lo único que logra es alejarlos de la realidad. El secreto de la riqueza está en la creación y multiplicación de lo creado. 

La realidad es que las cosas están ahí, solo hay que aprender a verlas y no porque estén ocultas, ya que son más que visibles. Tan evidentes son que siempre hay más de uno que cuando ve la materialización de otro creador, dice: eso, ya se me había ocurrido a mí. La pregunta es: ¿Por qué no lo hizo? La respuesta es simple, porque no le interesa, porque no vio en ello una fuente de riqueza, ya sea porque cree que esta obedece a algún código oculto o porque no se ve a sí mismo como un creador.

El mundo no nos lo dieron terminado. Nosotros le hemos tenido que poner todo lo que usamos hoy. Así pues, todos somos creadores o cocreadores de la realidad. Depende de nosotros y no de un código oculto.

Nos leemos en el siguiente artículo.

martes, 4 de agosto de 2020

Colapso social (entre la izquierda y la derecha).

Adivinar el futuro es un oficio tan antiguo como errático. Podemos hacer una proyección del entorno basándonos en las estadísticas, pero la probabilidad de error es muy alta. Las estadísticas muestran lo que ya sucedió, no lo que va a suceder. Lo que si podemos hacer es un análisis de las variables que incidirán en el entorno inmediato…

 COVID 19. La Organización Mundial de la Salud, así como los científicos especializados en la materia, consideran que este es un virus con el que vamos a tener que aprender a vivir los siguientes cinco años. Algunos estiman un escenario optimista que oscila entre los dos a tres años. Si esto se confirma (que hasta este momento parece ser que sí), el mundo enfrentara una contracción económica sin parangón, ya que, por primera vez en la historia, el mundo tiene los medios para producir, pero no el mercado.

La OMS y Europa prenden las alertas ante los rebrotes del COVID. Ya una vez que salieron del confinamiento, países como Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y Polonia, encontraron que el libre tránsito duplico en dos meses el nivel de contagio. En España pasaron de 300 contagios al día, a más de 2,500, llegando a picos de 3,000. Los niveles de contagio varían de país a país, pero la realidad es que el virus está ahí.

Los gobiernos van a tener que recrudecer las medidas de control, entre ellas la prohibición de viajes y de cualquier actividad que implique comunidad, con las consabidas consecuencias para la economía.

Aviación. La IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), estima que la Industria de la Aviación enfrentara una seria contracción los siguientes dos años, empezando a recuperarse en el tercer año, alcanzando las ventas del 2019 hasta dentro de cuatro o cinco años. La IATA aclara que, si no se remedia el tema del COVID, podrían necesitar entre ocho y diez años para recuperarse.

La Industria Aeroespacial y de Transporte aéreo, genero 600 mil millones de dólares en el 2019. Se estima que en cinco años llegue a 300 mil millones. En 2019 se vendieron 4,500 millones de boletos de avión; este año la venta de boletos bajo un 95% a nivel mundial.

Economía. Amén de la estrepitosa caída del PIB en EUA (32.9%) y en el resto del mundo, un tema que preocupa a nivel mundial es el de los bancos y el de la reactivación económica. Muchos bancos están enfrentando serios problemas de impago, al grado que algunos van a vender una parte importante de su paquete accionario, al tiempo que otros buscarán fusionarse con un banco mayor poder sobrevivir.

Los optimistas piensan que la vacuna saldrá a finales de año, sin embargo, los científicos involucrados en su proceso dicen que se requieren dos años más para sacar al mercado una vacuna medianamente eficiente.

Elecciones en Estados UnidosEl mundo entero está a la espera de lo que vaya a pasar en Estados Unidos. Se necesitan 270 votos electorales para ganar las elecciones presidenciales de 2020. Veamos las tendencias…

Si las elecciones presidenciales se hubiesen llevado a cabo el:
13 de junio. Los Demócratas tendrían 232 votos electorales, los Republicanos, 204.

13 de Julio. Los Demócratas tendrían 278 votos electorales; los Republicanos, 204.

4 Agosto. Los Demócratas tendrían 308 votos electorales; los Republicanos,128.

El Senado en este momento está en manos de los Republicanos. Este año se someten al voto electoral 35 candidatos al senado. Si las elecciones fueran hoy, cada uno (demócratas y Republicanos) tendrían 47 votos. Los Republicanos necesitan hacerle ver al electorado que no están de acuerdo con las políticas de Donald Trump. De no hacerlo así, corren el riesgo de perder la Presidencia, El Senado y la Cámara de Representantes.     

La elección bienal para la Cámara de Representantes de los 435 distritos del Congreso tendrá lugar el 3 de noviembre. El Partido Demócrata actualmente controla la Cámara de los Estados Unidos, donde se necesitan 218 escaños para su control (cuando no hay vacantes).

Si las elecciones fueran hoy, los Demócratas tendrían 224 escaños, Los Republicanos, 192.

Nota: Es muy posible que en estos meses veamos a un Donald Trump errático, solo y desesperado.

Las elecciones en Estados Unidos van a ser el disparador de los problemas sociales en todo el mundo. Esto no quiere decir que los fenómenos sociales se van a dar en cuanto estas se lleven a cabo, sino que el resultado de estas es lo que va a acelerar o ralentizar los movimientos sociales a nivel global.

El mundo entero espera que Biden gane las elecciones. No porque sea el mejor candidato (no lo es), sino porque la llegada de este al poder, implica un cambio de rumbo en donde la colaboración sea la norma.

Colapso Social. Las cosas empiezan a cambiar cuando aprendes a vivir… Y aprender a vivir es vivir en la realidad.

El problema, no obstante, es que no estamos hechos para la realidad. A esta le hacemos frente cuando no tenemos otra opción. Por otro lado, está el hecho de que los seres humanos, cuando estamos ante un problema que no sabemos ni podemos resolver, creamos otro mayor. Uno que no solo sea culpa de nosotros, sino de todos los demás.

Un ejemplo de ello es él o la estudiante que, al reprobar todas las materias, prefiere embarazarse que enfrentar el enojo de sus padres… Para él o ella el embarazo es la solución, ya que este es problema de todos; las calificaciones, no. Estas competen a él o a ella, pero no a los demás.

Sirva esta disgregación para explicar lo siguiente. Es muy posible que los estallamientos de violencia (un problema mayor) se agudicen conforme se agravan las consecuencias económicas de la pandemia. El desempleo crece día a día y no se ve una pronta recuperación. La gente no va a tener dinero para alimentar a los suyos, pagar los servicios, la renta y demás menesteres. Amén de que el abandono escolar en las bases va a ser muy alto.

La violencia va a estallar y no para exigir una solución de los problemas (la violencia no resuelve nada, lo agrava). La violencia es el instrumento no consciente por el cual la Masa le da cauce a su frustración. 

Los gobiernos de todo el mundo sean de derecha o izquierda, van a gravitar hacia la izquierda. La Masa no quiere realidades, quiere fantasías y el líder que se las venda, será el que mayor éxito tenga. No importa que las promesas sean irrealizables, lo que importa es que las haga. Siempre habrá como demostrar porque no se pudieran hacer, porque eso es exactamente, una promesa: una mentira sujeta a confirmación.

La única forma de evitar el colapso social es a través de la reactivación de la economía o a través de las ayudas gubernamentales. Las primeras resuelven, las segundas, postergan. Y todo parece indicar que este año y el próximo, gravitaremos hacía la izquierda, pues en ella está la fantasía.

Nos leemos en el siguiente artículo.