martes, 31 de enero de 2017

Salir de una depresión...

Recién platique con una amiga, la cual me comento que un primo de ella estaba inmerso en una depresión, y que si bien había visto a un buen número de psiquiatras, ninguno de ellos lo había podido sacar de la misma.

No dudo de las palabras de mi amiga, pero obviamente hay algo que no corresponde a la realidad. Su primo no está en una depresión, ya que los psiquiatras lo hubiesen sacado sin problema alguno.

Lo que su primo padece es una frustración que lo tiene postrado sobre sus glúteos, inmerso en un constante ejercicio de auto conmiseración, en lugar de pensar y diseñar alternativas de acción que le ayuden a salir adelante.

Obviamente que no las piensa no porque no quiera hacerlo, sino porque no sabe cómo hacerlo, amén de que en medio de la frustración es muy difícil ver más allá de la inmediatez del problema.    

Mi amiga, siempre atenta a los suyos, me lo comento como buscando una opción más de las muchas que pueden tomar. La escuche con atención. Me dio los pormenores de la supuesta depresión, así como las causas de la misma.

Lo primero que le hice ver es que los síntomas que describía eran obsecuentes a los de una persona frustrada, y que si bien es cierto que yo no había visto a su primo como para emitir un juicio de opinión, que lo que si podía hacer es educir, por el contenido de sus palabras, que lo que su primo tenía era una frustración galopante ante el estéril resultado de sus emprendimientos, tanto en el ámbito del ser como del hacer. Y que todos, de una forma u otra, nos hemos enfrentado ese tipo de descalabros, en donde el resultado no corresponde al esfuerzo.

Origen de la frustración.
Toda persona, pareja o proyecto, tiene un resultado natural, no más, si menos, al de su propia capacidad.

La frustración deviene del hecho de inyectarle a una persona, pareja o proyecto más de lo que su capacidad natural es.

Ejemplificaré esto con uno objeto y luego con un sujeto.
Si usted toma un envase de un litro, y se afana en meter en él un litro y medio, descubrirá que su frustración será directamente proporcional al esfuerzo adicional que aplico en el envase.

La realidad es que por mucho que usted haga, el envase solo le podrá dar cabida a un litro. Lo demás no solo es inútil, sino que le acarreará una frustración proporcional al esfuerzo adicional que aplico en él proyecto.

Esto, aplicado a los seres humanos, es mucho más difícil de medir, ya que: ¿cómo mide uno la capacidad natural del otro? Sobre todo cuando la vida nos ha demostrado que no hay límites… Siempre se puede llegar más arriba y siempre nos podemos hundir más y más, hasta que en apariencia nos sea imposible salir del abismo en el que estamos.

No obstante la realidad es que la historia de una persona nos puede ayudar a educir los límites visibles que esta tiene, ya que sus límites se han mostrado como una constante en el devenir de su vida, por lo que no nos va a ser difícil hacer un estimado de lo que inercialmente pueda llegar a hacer.

Veamos algunos ejemplos.
Horacio es un relacionista público que gusta de estar en las esferas del poder. Nunca ha ocupado un puesto de poder, pero siempre se le ha visto al lado de los hombres de poder, ya sea sirviendo los refrescos, arreglando las salas de juntas, acomodando las sillas, recibiendo a los invitados y atendiéndolos para que todo salga bien.

¿Su recompensa? Que todos lo vean alrededor de los poderosos, aun cuando él mismo carece de poder. Recuerde usted que si el que sirve, sirviera, no sirviera… Tendría gente a su servicio, pero no estaría sirviendo él.

Horacio vive rodeándose de gente que cree que si tiene poder. Gente a la que le muestra fotografías con los hombres de poder, en donde esta con su familia y la de ellos. Enfrente de sus asociados le llama vía teléfono a algún hombre de poder, el cual ocasionalmente le toma la llamada o se la regresa para pedirle que le dé seguimiento a uno de sus pendientes. Lo que hace que sus asociados crean que tiene poder.

Horacio siempre está lleno de proyectos que lo van a hacer millonario y junto con él a los que invierten en él. Lo conocí porque me visito en mis oficinas para presentarme un proyecto que tenía tanta oportunidad de llevarse a cabo, como yo de ser canonizado por el Vaticano.  

Uno de sus asociados le sugirió a Horacio que me vinieran a ver, ya que el tamaño del proyecto los obligaba a buscar un fondo de inversión y no un banco.

Los recibí en la fecha convenida. Horacio se presentó a sí mismo. Me hablo maravillas de él y me mostró, como no, fotografías en las que se le veía acompañado de un ex presidente de su país, mientras que en otras salía acompañado por el actual presidente. Y una más donde su familia estaba cenando con la familia del actual líder del partido en el poder.

Como ustedes saben, si alguien se ve en la necesidad de demostrar sus relaciones y contactos, es porque no los tiene. No obstante lo escuche con atención. Recibí el proyecto y lo archive en el cajón de rarezas y extrañezas.

Horacio me proponía que financiera la construcción de un complejo turístico en tierras de su propiedad. Tierras que por supuesto no eran de él, amén de que las tierras que me presento estaban abajo del mar.

Tiempo después viaje a México y comí con la persona que me presento a Horacio. Le pregunte qué cómo iban y me dijo que muy bien. Que ya traían otros proyectos y que estaba seguro de que alguno de ellos iba a cristalizar.  

Le comenté que yo pensaba que ninguno tenía factibilidad y que estaba perdiendo su dinero y su tiempo con él. Que Horacio vivía de gente como él, gente que le financiaban sus gastos y caprichos en aras de algo que no tenía posibilidad.

La persona se molestó conmigo y nos distanciamos un tiempo. Tres años después coincidimos en un evento en la ciudad de México. De inmediato me abordo y me comento que Horacio era un fraude y que nada de lo que les había dicho era cierto.

Le pregunte que cuantos años trabajo con él. Me contesto que cuatro. Le pregunté que cuales habían sido los resultados del primero, segundo y demás años. Su respuesta fue contundente. Nunca hubo resultados. Por lo que volví a preguntar: ¿Si nunca viste resultados, qué te hizo creer que los iba a ver? ¿Y qué fue lo que te llevo a alejarte de él?

Me comento que se alejó de él, cuando Horacio logro cerrar un pequeño negocio en el que no le compartió nada. Que justo en ese momento fue cuando vio lo que todos habían visto, menos él.

En este caso, la constante de Horacio ha sido una sola: lograr que otros le paguen sus fantasías. Porque entonces habría que creer que iba lograr lo que nunca en su historia logro.

Otro ejemplo es el de Fernando, el primo de mi amiga.
Fernando fue un junior toda su vida. Su habilidad social era extraordinaria. Era un sibarita que gustaba de atender a sus invitados con la elegancia y majestuosidad de su estrato social. Y así continuo hasta que los negocios se fueron a pique, terminando en una ruina por demás onerosa. Al grado de que en ocasiones se le complica cumplir con lo más elemental, como es el pago de servicios y despensa.

Fernando se quedó al frente del único negocio que conservo su familia. Y con el negocio la responsabilidad de mantener a sus padres, hermanos, sobrinos y demás parientes. Amén, claro está, de su esposa e hijos.

Ninguno de los hermanos de Fernando se vio en la necesidad de trabajar. Nacieron con todo resuelto y pensaron que iba a ser para siempre. Así, cuando la mala administración y los cambios de hábitos del consumo hicieron que los negocios quebrarán, descubrieron que ninguno de ellos se podía mantener por sí mismo.  

Cómo bien pueden imaginar, no hay negocio que subsista así. Todo negocio requiere que se invierta en él, amén del capital de trabajo que se requiere para operar, de lo contrario perderá capacidad operativa y con ella la capacidad de servir a sus clientes. El fin es previsible.

Para no hacer esto más largo comentaré que Fernando termino como empleado del negocio con un sueldo acorde a su función, vendiendo la titularidad del negocio a un amigo de la infancia que se asocio con él, pero que lo defenestro hasta dejarlo como gerente en la nómina del negocio.

Fernando está inmerso en una serie de actos repetitivos que le sirven de refugio ante la incertidumbre del vivir. Actos que no le van a servir para cambiar el sino de las cosas, sino todo lo contrario.

Actos; Hábitos, Costumbre.
En la vida siembras actos y cosechas hábitos...
Siembras hábitos y cosechas costumbres...
Y la costumbre siempre se convierte en una segunda forma de ser.

Así, lo mejor para salir de una tristeza derivada de una suma de actos fallidos en el combes del hacer o del ser, es sembrar nuevos actos. Actos que a fuerza de repetición se conviertan en hábitos y estos en costumbre.

Antes de describir esto a detalle, es menester aclarar que una cosa es la tristeza que deviene de una suma de actos fallidos en el hacer, que la tristeza que emana de una suma de actos fallidos del ser.

Los actos fallidos del ser, sobre todo los que tienen que ver con los seres que amamos, demandan de una nueva siembra de actos y de un arduo trabajo de conciliación, en la inteligencia de que no debemos esperar del otro más de lo que históricamente ha dado.

El problema en este rubro es que siempre tendemos a esperar lo inesperable. Lo que al final termina frustrándonos más de lo debido, ya que le brindamos a la persona más tiempo, dedicación y energía que la que ameritaba… No porque la persona no lo valga, sino porque históricamente no hay nada que nos diga que va a dar más de lo que siempre ha dado.

Así pues, en la conciliación hay que definir con la persona a la que se le va a ayudar, no lo que ha fallado, ya que esto es obvio para todos, sino el hasta donde se compromete a llegar, y poner sobre la mesa, basándonos en la historia de sus aciertos, lo que si va a hacer, es decir, lo que esta cierto de lograr. Lo demás será un plus, pero ese plus no nace de nosotros, sino de él mismo.

Podemos luchar contra el mundo entero por la persona que queremos, pero nunca podremos luchar contra ella misma. El querer es intrínseco, no extrínseco

En otras palabras, por más que usted haga por la persona amada, si esta no quiere hacer más de lo que siempre ha hecho, no lo va a hacer. Para él será mejor vivir frustrado con la conmiseración de todos, que hacer lo que tiene que hacer.

Todo acto nuevo es tierra virgen.
Sembrar actos nuevos nos lleva a recorrer caminos inexplorados. Caminos que no conocemos, que nos inspiran miedo y que nos roban la tranquilidad. Lo más fácil es regresar a lo que ya conocemos. A eso que, a sabiendas de que está mal, nos reconforta y tranquiliza.

 Un ludópata, alcohólico o adicto a cualquier otra desviación del ser, va a regresar a ella cuando sienta que no avanza como desea (lo cual pasa todos los días). Obviamente que inculpara a los suyos antes que a él mismo. Los suyos, a ojos de él, serán los que no le entienden, apoyan y quieren como él necesita, razón por la cual no puede salir del abismo en el que se encuentra.

La realidad es que el cambio le cuesta tanto, que el miedo a no lograrlo siempre será mayor que las ganas de lograrlo.

Lo que tenemos que hacer es revisar el resultado histórico de la persona. Esto nos servirá para saber lo que podemos esperar y la energía que debemos aplicar. Modificando está en función de los resultados que la persona vaya obteniendo.

En el caso de Fernando (y de cualquier otra persona) lo mejor es no comprarle su frustración ni consentir su sentir. Todo lo contrario. Lo que debemos hacer es ignorarla y pedirle que nos ayude con una serie de cosas que impliquen para él.., la siembra de actos nuevos. Actos que le será más fácil hacer debido a que son para nosotros, no para él.

Por ejemplo. Si Fernando ha demostrado en el devenir de su vida que no es un hombre de negocios, que no es un administrador, que no sabe usar el dinero, pero que si es un buen relacionista público y un gran promotor de ideas, busquemos la forma de que nos ayude promoviendo nuestro producto, ya sea buscando nuevos clientes o ampliando la cartera de los que ya se tiene.

Si no podemos hacer esto, busquemos dentro de nuestra agenda a esas personas o negocios en los que tenemos gente a la que podamos acudir, para colocar a Fernando ahí donde sus habilidades, en un marco ajeno al de siempre, den mejores resultados.

En otras palabras, podemos brindarle todo el cariño y comprensión que pide, sin embargo la realidad es que no le va a ayudar. El cariño y el apoyo emocional le van a ayudar a ser conmiserativo consigo mismos, creando las justificaciones mentales que le impiden salir de donde está.

Lo correcto es minimizar su aparente depresión, haciendo que nos ayude en lo arriba mencionado, o colocándole con un amigo o contacto donde sus habilidades sean de utilidad.

Es importante entender que un entorno nuevo le va a demandar habilidades y adaptaciones distintas a las de siempre, que son las que al final lo sacarán de la aparente depresión en la que se encuentra.

Tan pronto se descubra útil, cambiará la percepción de sí mismo y de todo lo que le rodea.  

Nos leemos en el siguiente artículo.  

domingo, 29 de enero de 2017

La Biblia... Conjunto de mitos.

El Jesús histórico versus el Jesús bíblico.
Actualmente hay más de dos billones de cristianos en el mundo, de los cuales la gran mayoría dicen creer en la resurrección. Por lo que no deja de extrañar que en las Iglesias y templos del mundo adoren la imagen del cristo agónico en lugar del resucitado.

Hay dos posibles explicaciones de esto: una de ellas es que el Hombre Masa prefiere el cristo agónico porque identifica su vida con la de él, y la segunda es que las iglesias y la Masa en sí, prefieren el agónico ante la duda inconsciente de la resurrección. Ya que la agonía la conocen todos, la resurrección, no.

Otra buena parte de ellos cree que Jesús es hijo de dios. De un dios cruento y crudo que ante sus propios errores opta por sacrificar a su hijo, para que la sangre de éste redima a los hombres ante él, que es el causante de haberlos creado así. Amén, claro está, que al hacer esto logra que los hombres se sientan culpables de por vida de un muerte que sentencio él y no nosotros.

Esto nos pone ante un dios que decidió sacrificar a su hijo para que la sangre de este salvara a la humanidad de la ira de él mismo por los errores de él mismo.

Esto, obviamente, no es propio de un dios. Por lo que lo más probable es que los escritores se hayan equivocado al escribir la Biblia, ya que dios sería incapaz de hacer esto.

Dejemos al dios de los escritores atrás y centrémonos en su supuesto hijo.
Nos es menester reconocer que la humanidad sabe poco de Jesús. Fue este un hombre como todos los demás, es decir con papá, mamá y hermanos de sangre… Con fortalezas y debilidades, con virtudes y defectos como cualquier mortal o en realidad fue hijo de dios.

Por ejemplo, si en realidad fue hijo de dios, qué tratamiento recibían sus desechos, ya que al comer y beber, obligadamente tenía que defecar y orinar. Así, la pregunta obligada es: ¿eran estos desechos divinos tratados con la veneración que amerita toda sustancia celestial o eran tratados como los de cualquier otro mortal?

La realidad es que el misterio sobre la carnalidad o divinidad de Jesús ha suscitado mil y un problemas en del devenir del tiempo, no obstante la polémica sigue sin que se haya podido llegar a una conclusión.

La polémica se avivo en el 2002 cuando se descubrió el osario de Santiago. Este decía así: Santiago, hijo de José, hermano de Jesús. Indistintamente de que el osario haya sido un fraude, la polémica se intensifico y una muestra de ello es lo que sigue…

Las iglesias de inmediato negaron que Jesús hubiese tenido hermanos biológicos, alegando que María (que quedó embarazada a los 14 años -lo que diría mi mamá), fue virgen antes del parto, durante el parto y después del parto, conservando su virginidad hasta el día de su muerte. Lo cual significa que José jamás tuvo relaciones con ella (lo que diría mi mujer).

Casi todo lo que sabemos del Jesús mítico viene de cuatro evangelios: Marcos; Mateo; Lucas y Juan. Evangelios que supuestamente fueron escritos entre cuarenta y setenta años después de la muerte de Jesús, aun cuando algunos de ellos vieron las luz cientos de años después. No obstante este escribir fuera de tiempo significa que lo que se plasmó en ellos no es lo que realmente sucedió, sino el recuerdo de una memoria distorsionada intencionalmente para cambiar la realidad y reclutar adeptos… 

Aunque también está la otra versión que por plausible es más creíble, que estos fueron el brillante y majestuoso trabajo de un grupo de literatos que instituyeron un mito para crear una religión.

Los Evangelios están llenos de inexactitudes y contradicciones entre uno y otro, amén de un sin fin de idealismos, posibilidades, romanticismos e improbabilidades que subliman al Hombre Masa, que es, al final de todo, el objetivo de toda religión.

El Hombre Masa aspira a lo posible, no a la probable.
El antiguo testamento es una narrativa idealizada de la historia de Israel, cosa que no sucede con el nuevo testamento. Este es producto del trabajo febril (en su acepción correcta: fiebre) de hombres que escucharon de trasmano lo que unos le contaron a otros sobre los hechos de Jesús. 
  
La narrativa que los cuatro evangelios hacen de la vida de Jesús es subjetiva y ambigua. Lo que permite que los ministros y pastores de turno puedan acomodar los conceptos justo como ellos los necesitan. Amén de que la ambigüedad ayuda a que la fe cobije aquello que la razón no puede aceptar. Es por ello que las contradicciones e inexactitudes en fechas y lugares sean irrelevantes, ya que lo importante no es demostrar, sino hacer que la gente crea.

Tan bien redactado está el nuevo testamento que si usted se afana en demostrarle a un Hombre Masa que es improbable que una Mujer conserve la virginidad durante el embarazo, alumbramiento y posterior nacimiento de un niño, este le dirá con convicción que usted está equivocado. Que por supuesto que sí es probable… Siempre y cuando, claro está, esto no le suceda a una de sus hijas. Ahí la cosa cambia.

De igual forma el cuento de la resurrección es una artimaña psicológica que los redactores de los cuatro evangelios usaron con maestría para darle tranquilidad a aquel, que en su infinita mediocridad, necesita de otra vida que justifique las miserias de esta.

Un ejemplo de cómo se crea un mito es la forma en que los evangelistas redactaron la crucifixión y resurrección de Jesús. Su objetivo no era explicar las cosas desde la realidad, sino lograr que el Hombre Masa se identificara plenamente con el dolor y abuso que ellos mismos padecen día a día.

Como usted sabe las crucifixiones en ese entonces eran muy comunes. Pontius Pilatus crucificaba a diario a malhechores y delincuentes. Era una forma de demostrar el poder de Roma.

A los ladrones y sinvergüenzas se les crucificaba cabeza arriba. A los líderes políticos se les crucificaba cabeza abajo, y a los apostatas o creadores de nuevas religiones, que sería el caso de Jesús, se les condenaba a morir lapidados.

A Jesús se le crucifico junto a dos ladrones debido a que la autoridad lo tenía fichado como tal, ya que en el asalto al templo los cambistas que estaban en el pórtico perdieron una gran cantidad de dinero. Lo paradójico de estos es que no obstante lo aparatoso de su acto, su crucifixión paso desapercibida. Era una más de las muchas que se hacían día a día.

Pedro y los demás le abandonaron por razones obvias, ya que la ley condenaba con la misma pena a los involucrados en el bandidaje. Las únicas personas que es posible que lo acompañaran fueron su madre, la Magdala y el misterioso joven de la manta. La función de estos era espantar los cuervos para que no se comieran los ojos de Jesús.

El relato evangélico dice que los soldados se mofaron de Jesús, cosa que era de lo más normal después de todo lo que había hecho (asalto al templo). También dicen que cuando tuvo sed le dieron a beber vino mezclado con hiel, pero no dice que se lo dieron por consideración, ya que era lo que la gente acostumbraba a tomar para calmar la sed.

También dicen que una vez que le crucificaron los legionarios se repartieron sus vestidos echándolos a la suerte. Lo que no dice es que en aquel entonces la ropa era un lujo y que lo justo era que se lo echaran a la suerte para ver quien se quedaba con ella.

Los evangelistas no explican que la ley romana prohibía que los crucificados tuvieran sepultura alguna. Todos los crucificados eran arrojados a una fosa común, donde los perros y los cuervos se comían los cadáveres. Ningún crucificado tenía derecho a sepultura y no hay registro de uno solo que lo haya tenido.

No obstante la narración dice que Jesús fue enterrado en el sepulcro de José de Arimatea, miembro del Tribunal Supremo de los Judíos (Sanedrin) y Decurión del Imperio Romano, lo que de suyo hace poco plausible la idea, ya que esto le acarrearía graves problemas.

Así pues pareciera ser que los evangelios nos dicen: vamos a contarles algo increíble pero lo tienen que creer, lo que ineluctablemente nos lleva a Tertuliano (160 - 220), ya que éste, en su calidad de Padre de la Iglesia, es el que acuño la frase: Credo quia absurdum (creo porque es absurdo). Frase que dicta que los dogmas de religión deben creerse con una convicción inversamente proporcional a la racionalidad de los mismos.

Un ejemplo de lo anterior es Pablo, un mito que da testimonio de otro mito, el de Jesús.
Pablo ocupa casi el 50% del nuevo testamento, por lo que no hay forma de que no se le considere, ya que es el que más escribió sobre un Jesús que no conoció.

Pablo de Tarso.
Pablo escribió casi el 50% del nuevo testamento, 80 mil palabras en trece cartas de las cuales cuatro son personales (Filemón, Tito, Primera y Segunda a Timoteo), mientras que el resto son colectivas (Primera y Segunda a los Tesalonicenses, a los Gálatas, Primera y Segunda a los Corintios, a los Romanos, a los Filipenses, a los Colosenses y a los Efesios), es decir, cartas no dirigidas a una persona en particular sino a la comunidad eclesiástica de manera colectiva.

 Lo primero que nos llama la atención es que Pablo nunca escucho hablar de María, ni de José, Belén, Herodes y Juan el bautista. Nunca escucho de los múltiples milagros que se le achacan a Jesús, ni cita de primera mano algo dicho por él, así como tampoco menciona que Jesús tuviera ministerio alguno.

No sabe nada de la entrada de Jesús a Jerusalén. Nunca menciona a Poncio Pilatos y mucho menos el supuesto papel que tuvo el Sanedrín en la captura y posterior crucifixión de Jesús.

Menciona, cierto es, la crucifixión, resurrección y ascensión de Jesús, pero habla de él como si nunca hubiese estado en la tierra. Como si siempre hubiese sido una idea, una abstracción, pero no un hombre de carne y hueso.

La razón por la que Pablo ha tenido tanto existo, amén de su pluma, si es que las escribió él, es debido a que éste uso como base de sus escritos una idea etérea y desdibujada de un mito que yacía en el subconsciente colectivo de la época y que satisfacía (y satisface) las necesidades intrínsecas del Hombre Masa.

Otro tema no menos importante y que le ha pasado desapercibido al hombre Masa, es el hecho de que el primer evangelio haya aparecido cuarenta años después de la muerte de Jesús, cuando supuestamente fue una figura que marco un parteaguas en su época. No obstante la realidad es que Jesús vivió, murió y de inmediato paso al olvido. Por cuarenta años nadie hablo de él.

Pablo es el creador del Cristianismo. Él es que empezó los escritos del nuevo testamento y lo hizo con las cartas que les escribía a las iglesias que había fundado en las ciudades del este de Grecia. En donde lo más probable es que estos fueran escritos con la intención de brindarles paz a los judíos de la diáspora, sobre todo después de la primera revuelta (66 DC) y posterior destrucción de Jerusalén (70 DC).

Un dato curioso es que así como no existe registro del Jesús histórico fuera de la biblia y el que existe es negado por la iglesia (Jesús, hijo de Judas de Gamaliel, conocido como el Mesías fallido, el cual también murió crucificado), tampoco existe registro alguno fuera de la biblia que hable de Pablo de Tarso.

En otras palabras, lo más probable es Pablo también sea una figura ficticia, ya que no hay rastro histórico documental de ninguno de los dos. No obstante fue el personaje de Pablo el que transformo a Jesús el judío olvidado en Jesús el hijo de Dios. Lo cual fue muy oportuno para mitigar el dolor de la diáspora.  

Las cartas de Pablo son una novela llena de emoción y misterio. No obstante la realidad es que por mucho que nos gusten, nos vemos en la necesidad de reconocer que nos imposible estudiarlas a fondo, ya que las cartas más antiguas que existen de él son copias de copias, con una distancia de siglo y medio de las originales. En otras palabras, no existe en el hipogeo ni en ningún otro lugar, una sola carta escrita de su puño y letra.

Es como si Pablo nunca hubiesen existido. Se puede decir que son como él, ya que no hay testimonio real de su existencia y las únicas evidencias existentes son las religiosas. La más antigua de todas es un manuscrito llamado Papiro 46 (P46), del 200 DC. Las copias están en Chester Beatty y la Universidad de Michigan.

Si bien es cierto que el libro de los Hechos de los Apóstoles habla de Pablo, también lo es que el libro de los Hechos miente o miente Pablo en Gálatas. Ya que en Gálatas podemos leer que el itinerario de Pablo contradice totalmente lo dicho en el de Hechos.

En Gálatas podemos leer que Pablo viajo de Damasco a Arabia (Jordán moderno). De Arabia a Damasco (donde permaneció tres años). De Damasco a Jerusalén donde estuvo quince días con Pedro y el hermano de Jesús. Después se fue a Siria y Cilicia (Gálatas 1.21) donde permanece 14 años. Después regresa a Jerusalén (Gálatas 2) llevando con él a Bernabé y Tito.

Por lo que lo dicho en el libro de Hechos está equivocado, ya que ahí dice que Pablo empieza en Jerusalén y persigue a los discípulos. Sin embargo en Gálatas 1.22 dice: y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo. Es decir, que nunca habían visto su cara. En palabras de Pablo, nunca estuvo en Jerusalén persiguiendo a la Iglesia.

Si estuvo persiguiendo a alguien, cosa que está en duda, los hizo en Siria, no en Judea, por lo que no fue visto en Jerusalén hasta 17 años después. De tal suerte que: o Pablo miente en Gálatas o miente la Biblia en el Libro de los Hechos.

Regresemos al tema. La copia más antigua del Libro de Hechos que habla de Pablo es del siglo III (Papiro 20, P45 y P53), los demás son del siglo IV y V de nuestra era. Del libro de Pedro existe solo una copia del año 300 de nuestra era (P72).

Las cartas de Pablo fueron los primeros escritos cristianos, sin embargo, como ya mencionamos, ninguno de los cuatro evangelios hablan de él. Las cartas de Santiago, Judas y Juan tampoco lo hacen y el Apocalipsis lo omite totalmente.

No hay en ningún documento de la época que haga referencia alguna de ellos dos (Jesús y Pablo), cosa por demás difícil de aceptar. Lo más curioso es que hay mucha evidencia de gente de mucha menor importancia, pero no de ellos.

La realidad es que ningún poeta, funcionario o recaudador de impuestos los menciona o habla de ellos (Jesús y Pablo), ni aparecen en sus registros. Aparece mucha gente de la época, menos ellos dos.

Conclusión: El Jesús real, si le hacemos caso a la biblia, nació, vivió, murió y paso al olvido en un santiamén.

El Jesús teológico, el Jesús abstracto, ese que no existió, es, como todo lo abstracto, eterno. 

Y nada tiene que ver uno con el otro. Amén de que no hay forma de que estas figuras se entrelacen entre sí. 

El resultado sería una mala teología o una muy mala historia…. 

Usted decide. 

viernes, 20 de enero de 2017

Escuchar lo que calla.

El secreto de todo está en el origen.
Todos hemos oído la premisa que dice: “al principio fue el verbo”. Y es cierto, más no con el enfoque escolástico con que nos lo han dicho, ya que la premisa en cuestión no tiene que ver con la religión sino con el ser humano.

Al principio fue el verbo.
La premisa no puede ser más cierta, ya que es ahí, en las palabras que usamos, donde está encerrada la intención de lo que queremos decir, aun cuando no estemos conscientes de esta. El problema de nuestro lenguaje no es el lenguaje en sí, sino el hecho de que no reparamos en él. Nos es tan común y cotidiano que dejamos de verlo como lo que es: la única herramienta que tenemos para nuestro progreso individual y colectivo.

Este no reparar en el lenguaje es lo que ha hecho que aquello que no debiera de ser problema, lo sea. Escuche usted el hablar de los demás. Observara que no solo hemos desvirtuado el uso de las palabras, sino que además hemos tergiversado el significado de las mismas. Esta des-construcción que hemos hecho del lenguaje se debe, entre otras causas, a una exigencia social.

La sociedad ve con muy buenos a ojos a aquel que nunca dice lo que piensa y quiere. Aquel que maquilla su querer y sentir para que este no incordie u ofenda a los demás. Esto nos ha llevado a desvirtuar y tergiversar las palabras, poniendo un velo a las mismas para que estas enuncien lo que queremos, sin que este enunciar sea tan directo y frontal que incomode a los demás.

La sociedad ve con muy malos ojos el que una persona (hombre o mujer) se acerque a otra para decirle abierta y frontalmente que le gusta. Tiene que empezar poco a poco, dejando entrever entre palabra y palabra que siente atracción por ella pero sin declarar abierta y llanamente sus intenciones.

Esta oblicuidad en el decir hace que nos sea más difícil leer las intenciones del otro, no obstante lo cierto es que leer las intenciones del otro es difícil pero no imposible. La intención está ahí… debajo de las palabras. Lo único que hay que hacer es sondear debajo de las mismas para poder llegar a la intención.

Motivación e intención.
Siempre hay en todo decir, una motivación y una intención.

La motivación siempre está en la superficie, la intención en el fondo. La motivación se dice (esos caramelos son muy ricos), la intención se calla (quiero un caramelo).


Cuando la persona manifiesta su motivación espera que el receptor ofrezca la intención:
Esos caramelos son muy ricos. 
¿Quieres uno? 
No. Solo te lo estoy diciendo porque en realidad son muy ricos. 
Anda vamos, compremos uno. Yo invito.

Por supuesto que no es así de simple, y menos conforme se avanza en edad.  El hijo le puede decir al papá un sinfín de bondades sobre determinado automóvil, y si bien es cierto que la intención no cambia (quiere que se lo compren), también lo es que la querencia se torna compleja y difícil de satisfacer. No es lo mismo la querencia o querencias de la infancia que las del adolescente o adultecente, por no hablar la de los adultos y adultos mayores.

La motivación es un decir oblicuo, indirecto. Es un decir que no confirma. Un decir que roza nuestra querencia pero que no la deja ver, por lo menos no abiertamente. Es un boomerang que le lanzamos al otro para que llegue a la persona en cuestión y recoja de ella una respuesta, la cual nos permitirá ver si en ella hay un resquicio de posibilidad o un rotundo rechazo.

Hacemos esto por una ingente necesidad de protegernos, de no abrirnos al otro. Así, si el boomerang regresa con una respuesta negativa podemos disfrazar socialmente nuestro malestar, ya que la forma en que dijimos las cosas fue para no desnudarnos ante el otro, amén de que ante un reclamo nos es dable argüir un mal entendido. En esto precisamente consiste la oblicuidad en el decir.

Si bien es cierto que nuestra oblicua forma de decir las cosas nos salva de muchos descalabros, también lo es el que nos impide leer correctamente las respuestas del emisor cuando estas son positivas, ya que este las emite con una ambigüedad que le permita salvarse ante una negativa nuestra. Esta ambigüedad en el decir las cosas dificulta en mucho la comunicación, sobre todo en el ámbito de las relaciones personales. Cosa que no pasa en los negocios. Ahí la claridad es total, salvo cuando hay intermediarios de por medio.

Regresemos al combes de lo personal. En la elección de pareja, sobre todo en los escarceos iniciales, la comunicación se torna difícil debido a que el miedo de ambos a equivocarse es el suficiente como para no leer correctamente las señales.

Recién me comentaba un amigo que la persona que le interesa le dijo: tengo miedo de que me vayas a hacer daño. El comentario le incómodo y no supo interpretarlo. Sus miedos no le dejaron ver todo lo bueno que esta atrás del comentario, lo que hizo que su inseguridad e incertidumbre se fuera a las nubes. 

Lo felicite por su logro, ya que la mujer amada le había dado un sí que ella aún no llevaba al consciente.

Me pregunto qué cómo podía yo saber que su respuesta era positiva. Le contesté que ni yo ni nadie podía saber eso, que lo único que hice fue educir el significado por lo que la respuesta encierra. Ya que tú no le dices ese tipo de cosas a nadie con quien no te piensas involucrar. Son cosas que le dices solo a esa persona con la que sabes que no te vas a poder dosificar. Se lo dices porque tu instinto te avisa que te vas a entregar a esa persona sin armas y defensas, por lo que tu vulnerabilidad va a ser tal, que no es posible que no salgas lastimado. Es por ello que le dices: tengo miedo de que me hagas daño, aun cuando no estés consiente de porque lo dices.

La realidad es que poco nos escuchamos y mucho menos a los demás, no obstante en el decir de nosotros y de los otros están escondidas nuestras más profundas querencias, solo es menester que le quitemos a las palabras el velo que las cubre para ver con toda claridad lo que está ahí.

Tiempo atrás escuche a un amigo decirle a la que hoy es su esposa la siguiente frase. Frase que le dijo cuando apenas se estaban conociendo. La frase en cuestión fue la siguiente: Hay quien enamorado de una peca se casa con todo el resto.

Ella recibió el piropo con extrañeza, ya que tenían pocos días de conocerse y jamás habían platicado más allá de lo social. No obstante él estaba feliz, pues si bien es cierto que recién se habían conocido, también lo es que él que se sentía fuertemente atraído por ella.

Le pregunte si se había dado cuenta de lo que había hecho y me contestó que sí, que le acababa de decir un piropo a una mujer que le gustaba más que ninguna otra. Le hice ver que sí, que tenía razón, pero que también le acaba de avisar que se iba a casar con ella. Se le subió el color. Me dijo que no. Que estaba equivocado, que él nunca le dijo eso. No obstante la realidad es que seis meses después estaban casados.

En las palabras que usamos están contenidas nuestras intenciones y querencias. Solo es menester quitarles el velo que las cubre para ver en la polaridad lo que a la postre va a suceder.

Polaridades.
En el artículo intitulado Polaridades Antropológicas, comente la forma en que estas trabajan. Para explicar el funcionamiento de estas, me serviré de una muy mala metáfora... Si usted toma una linterna descubrirá que para que salga luz de un lado es menester que haya oscuridad del otro.

Con las palabras pasa lo mismo. Cuando uno persona le dice algo, ignore lo que esta le dice y váyase a la polaridad para escuchar lo que esta calla. Ahí, en lo que calla, está la intención, es decir, lo que muy probablemente va a pasar.

Veamos algunos ejemplos:

Lo que la persona dice….                               Polaridad (lo que la persona calla….)
Le podría mentir a todos, menos a ti…          Ten por cierto que te voy a mentir.
Yo jamás te sería infiel…                                Lo más seguro es que te vaya a ser infiel.
Yo jamás te traicionaré…                               Te traicionar en cuanto así sea menester.

Una persona que no le va a mentir, jamás va a sentir la necesidad de decirle que le podría mentir a todos menos a usted.
El que es fiel no tiene por qué decirlo, sus actos lo enuncian. Por ende no se ve en el necesidad de decirle que jamás le será infiel, ya que no esta la infidelidad en su interior.
No contempla la traición el que no la ve, razón por la cual no la enuncia. No tiene necesidad de decirle que jamás le va a traicionar.

Las polaridades nos sirven mucho para identificar lo que esta atrás de lo que se dice, por ejemplo: “Créame si le digo…”. La Polaridad sería: Si consigo que me crea, hará usted lo que yo quiera.

A continuación le comparto un conjunto de palabras y frases que anuncian una posible polaridad. El objetivo es que usted identifique la polaridad, lo cual le va a resultar más fácil si recuerda el rostro de la persona que se la dijo, el gesto del rostro al decirla y el contexto en el que enuncio la frase, así como lo que aconteció tiempo después.

Palabras y frases que anuncian una posible mentira:
Honestamente… 
Sinceramente…
Francamente…
Sin duda alguna…
No le engaño…
¿Cree que le mentiría?
Yo sería incapaz de…
Confía en mí…
No tengo ninguna razón para mentir…
Hablando francamente…
Te digo la verdad…
¿Por qué tendría que mentirte?
Para ser totalmente franco/honesto/sincero contigo…
¿Haría yo algo así?
Lo juro sobre la tumba de mi madre / padre… 
Mi padre me enseñó a trabajar y/o a hablar con la verdad…
Soy un empleado/amigo/subordinado leal…
Soy un gran padre/hijo/hermano…
Soy muy buen esposo/esposa…
No amor, solo nos tomamos un café…
¿Con ella? ¡Estás loca! Es lesbiana…
Me case con una gran mujer / un gran hombre…
Tengo unos hijos maravillosos…
No soy de ese tipo de personas…
Jamás me rebajaría a una cosa así…
No entiendo cómo puede andar con esa mujer…
Soy una mujer / hombre bendecido…
Lo más importante: mi mujer, mis hijos y la lealtad en los negocios…
De mi podrán decir muchas cosas, menos que soy un sinvergüenza…
Dios es testigo…
Lo juro por Dios / por mi santa madre/ por mis hijos… 
Que Dios me castigue si no es así…

Otro dato que debe tomar en cuenta al escuchar a alguien, es que la palabra "solo" se utiliza para minimizar el significado de lo que se va a decir, es decir, para liberar a alguien del sentimiento de culpa o para echarle la culpa de las cosas a un tercero.

Solo te robaré cinco minutos de tu tiempo…
Ella solo es mi amiga…
Solo quería decirte que no es lo que parece…
Solo quiero que sepas que fue un mal entendido…

Cuando la persona dice lo intentaré. En la polaridad está diciendo: no quiero… O no creo poder hacerlo.

Es importante tomar en cuenta que el verbo intentar lo utilizan con frecuencia las personas que:
Normalmente rinden por debajo de la media; 
 Aquellas en las que el fracaso es un hábito; 
 Aquellas que esperan fracasar en la tarea; 
Aquellas que no quieren hacer lo que se les pide.

La frase: mis respetos; así como la de con mis respetos y la de con todo el debido respeto, es señal indicativa de que la persona que la utiliza siente poco o ningún respeto por usted.

Cuando la palabra respeto está acompañada de la palabra aprecio, es señal indicativa no solo de ausencia de respeto, sino de claro desprecio… Aprecio sus comentarios, pero permítame que le diga con todo el respeto que…

El tema da para más, no obstante lo aquí expuesto es una breve síntesis de cómo nos traicionamos al hablar, ya que al hablar nos transparentamos.

Entre más conciencia tenga del uso del lenguaje mejor uso haga de él, más fácil le será leer las intenciones del otro y trasmitir las suyas.

Nos leemos en el siguiente artículo.

miércoles, 11 de enero de 2017

Leonardo da Piero da Antonio da Vinci.

El mundo occidental ha transitado por varias etapas o estadios, los cuales han recibido un nombre a posteriori. Nadie en el Medievo (siglo V - XV) identifico dicho estadio como tal. Todos los que vivieron esa etapa la veían tal como nosotros vemos la nuestra: vanguardista y vigente.

Este estadio de tiempo que nos tocó vivir recibirá a posteriori un nombre que explique lo que en este intervalo aconteció, tal como nosotros identificamos a posteriori con el nombre de Edad Media a ese espacio de tiempo que oscilo entre los siglos V y XV. Intervalo en el que Oriente brillaba en todas las ramas del saber y de las artes, mientras que Occidente moría encerrado en un conjunto de criterios religiosos que nada tenían que ver con su fundador.

En el Medievo el mundo occidental era Teocentrista.
Todo giraba en torno a la idea que la iglesia tenía de dios. El poder estaba en manos de sus representantes. Estos preclaros intérpretes de la voluntad de dios, eran los que normaban la acción en todos los ámbitos de la vida humana. Ellos tenían la autoridad y el conocimiento para dictar lo que la grey, sin importar el campo del saber, debería hacer.

Afortunadamente los avances de Oriente llegaron a Occidente vía las cruzadas y el comercio. La caída del imperio Bizantino y el descubrimiento de américa le dieron el golpe de gracia al teocentrismo del medievo y la bienvenida al antropocentrismo del Renacimiento (siglo XV - XVI).

El Renacimiento (re -nacer).
En el Renacimiento el mundo se centró en lo que el hombre podía hacer, dejando a un lado el falso saber de los hombres de dios, los cuales habían sumido a Occidente en una edad oscura donde la ignorancia, la cerrazón y el retraso eran la norma.

El Renacimiento fue testigo del nacimiento de un grupo de genios que marcaron el derrotero del mundo hasta nuestros días, siendo Leonardo da Antonio da Piero da Vinci el más ilustre de ellos.

Leonardo da Vinci ha sido considerado el epítome del Renacentista. Es uno de los tres grandes polímatas que ha habido en la historia de la humanidad: Aristóteles, Erasmo de Róterdam y Leonardo da Vinci.

Leonardo, por razones que se explican por si solas, ha sido considerado el personaje integral del Renacimiento, estadio de tiempo en el que como su nombre lo dice, renació el hombre en Occidente, y con él el desarrollo de nuevas formas de expresión del ser, donde la belleza, la grandeza y el espíritu de investigación científica eran la norma.

Leonardo es una de las personas más plenas en la historia de la cultura, semejando a lo que en su tiempo fue el estagirita de Tracia (Aristóteles). 

Leonardo nació en el poblado del que llevaría el nombre (Vinci), centrado en el corazón de la Toscana a solo unos kilómetros de Florencia. Fue hijo natural del Magistrado Piero Fruosino di Antonio y de Caterina, una campesina que laboraba como sirvienta en la cocina del palacio.

Leonardo creció en el Palacio de su padre con los derechos de un hijo legítimo, pero sin la presencia salvífica de la madre. A Caterina no se le permitió ver a su hijo, por lo que tuvo que regresar al campo para ver de lejos y a escondidas los primeros pasos de su vástago.

Leonardo, como muchos de sus coetáneos, fue eso que mal llamamos bastardo o ilegitimo, ya que en estricto sentido ningún ser humano nacido de mujer puede ser llamada ilegitimo. No obstante en esa época los hijos que los grandes señores tenían fuera de matrimonio, eran considerados ilegítimos.

Lo curioso del tema es que si usted toma los últimos seiscientos años descubrirá que el mundo lo han hecho los hijos nacidos fuera de matrimonio. No vayamos lejos, los dos grandes polímatas del Renacimiento -Leonardo da Vinci y Erasmo de Róterdam, fueron concebidos fuera de matrimonio y los dos revolucionaron su tiempo.

Leonardo fue por poco más de veinte años el único hijo varón del Magistrado Piero, razón por la cual la esposa de su padre lo tolero en la casa con la condición de que expulsaran a Caterina de sus vidas... La cual, a ojos de la esposa, era la única culpable de la infidelidad de su marido. Como podemos ver, las cosas no han cambiado mucho.

Las sucesivas señoras Da Vinci, cinco para ser más exactos, consideraron a Leonardo como un incordio que tenían que soportar, ya que la presencia de este les hacía patente lo que a ojos de ellas era la infidelidad de la sirviente y la debilidad humana del amo y señor.

Las madrastas sucesivas que tuvo Leonardo, mantuvieron con él una relación cordial pero distante. Ninguna de ellas se aboco a criarlo o a atenderlo. La prioridad de estas eran sus hijas, no Leonardo, por lo que creció sin el cariño salvífico de la mujer.

A Leonardo lo criaron, entre tarea y tarea, las otras sirvientas del palacio. Le adaptaron un espacio en la cocina en donde lo amamantaba una u otra, cosa común en la época, al tiempo que lo cuidaban y educaban a su buen entender.

Tal vez la orfandad filial y sentimental que padeció Leonardo, hicieron de él un acucioso observador de la naturaleza humana, dándole un especial énfasis al estudio de los rostros y gestos de las personas. 

La orfandad lleva a las personas a leer en el rostro de sus semejantes, lo que una persona que crece en un ambiente normal no necesita leer. Pues esta tiene a su papá y mamá que le protegen y cuidan de los demás, mientras que el huérfano siempre tiene que anticipar las intenciones del otro. 

De este leer para descubrir y anticipar es que Leonardo dedujo que su madre era esa campesina que a hurtadillas se asomaba a verlo por las ventanas de la cocina de palacio... Así Leonardo se acerca a Caterina, platica con ella y se percata del cariño que emana de su voz y de su mirada... Eso fue suficiente para buscar años después a su madre y llevársela a vivir con él. Una madre que no solo no entendía a su hijo, sino que además descubría que este podía hacer cosas que nadie más podía hacer.

Renglones arriba decíamos que Leonardo se vio en la necesidad de leer los rostros y gestos para anticipar las intenciones del otro… Esta habilidad quedo plasmada en sus obras. Los rostros que pinto son tan vivos y expresivos que parecen decirnos en su expresión lo que piensan y sienten.

Tenía quince años cuando se le permitió salir de la casa para ir a Florencia y empezar, lo que a ojos de su padre, era una vida impropia para su abolengo: la de músico y artista. Así vivió hasta pasados los veinte años de edad en que su padre logro tener un hijo varón dentro de matrimonio, olvidándose así de Leonardo y de su manutención. Quedando este en libertad de hacer lo que deseaba sin la constante recriminación y escarnio de su progenitor.

Andrea del Verrocchio.
En Florencia entro a trabajar como mozo al taller de Andrea del Verrocchio, uno de los pintores preferidos de Lorenzo De´ Medici. El taller del Verrocchio no solo era el más completo de Florencia, sino era el que mejor se adaptaba a la versátil genialidad de Leonardo, ya que Verrocchio era pintor, escultor, orfebre y comerciante en sedas, tapices y armaduras.

El bazar de Verrocchio, que en sí mismo era un caleidoscopio de las artes, de las antigüedades y de lo mejor de Florencia, fue para Leonardo el caldo de cultivo en el que desplegó su imaginación y sensibilidad por lo bello y lo estético.

Pronto destaco de sus demás compañeros por su trato, distinción, benevolencia y amabilidad, amén de que estas gracias iban acompañadas de una creatividad y capacidad artística sin parangón, por lo que en muy poco tiempo pasó de mozo a aprendiz y de aprendiz a colaborador personal del Verrocchio.

El secreto para ser interesante es interesarse.
Leonardo poseía sobre todos los demás una personalidad asaz interesante. Como ya lo hemos dicho el secreto para ser interesante es interesarse… Interesarse en todo y Leonardo así era. No había rama del saber que no le interesara, por lo que era imposible que no llamara la atención. Se le veía el saber en todo: en el porte, en la educación, en el hablar, escuchar y callar.

Observe usted a ese otro que a primera instancia le parece interesante… Tan pronto hable usted con él descubrirá que es interesante en uno o dos temas a lo sumo, sin embargo en esos otros ámbitos del saber en los que nunca se interesó, se mostrará tan llano y común como los demás. Para ser interesante, hay que interesarse…, pero nada más en todo.

El que esto escribe es un diletante de las artes, en especial del ballet. Y como tal sigo las presentaciones de varias compañías en México, Canadá y Estados Unidos. Lo que me ha permitido conocer a varias Primas Ballerinas de esos y otros países. He observado que diferencia real entre ellas y las demás ballerinas es, además del talento, el esfuerzo y la disciplina.

Los entrenamientos de Ballet son de seis a ocho diarias. Por lo que lo más normal es que las ballerinas aprovechen los recesos para descansar. No pasa lo mismo con las Primas Ballerinas. Estas aprovechan los recesos para trabajar en aquello que tienen que corregir. Así era Leonardo. Nunca descansaba y hasta cuando se le vía no hacer nada, estaba observando, pensando, diseccionando y descubriendo nuevas ramas del saber.

Tal era la capacidad de observación, análisis, disección y deducción de Leonardo, que hasta bien entrado el siglo XX los mejores mapas topográficos de la Italia central eran los de él. Leonardo era matemático, literato, pintor, escultor, músico, crítico histórico, inventor, ingeniero, arquitecto, cocinero, botánico y muchas cosas más.

El ángel de Leonardo.
El Verrocchio manda llamar un día a Leonardo y le pide que le de los últimos toques a un cuadro ya terminado: El bautismo de cristo. No obstante, le comenta, va a ser necesario que le agregues un angelito al cuadro que pinte, ya que el cliente así nos lo está solicitando. Pinta algo simple, le sugiere, ya que lo importante no es el ángel sino el cristo y el Bautista.

Fue tal el ángel que le puso, que desde ese entonces la pintura se conoce por el ángel de Leonardo en un bautismo de cristo de un tal Andrea del Verrocchio.

Permítaseme una disgregación, pero la pintura lo amerita…
Les recomiendo buscar en Internet la pintura arriba mencionada. Inmediatamente notaran la diferencia entre los personajes que pinto Adrea del Verrocchio y los que pinto Leonardo. En ese momento entenderán porque el cuadro en si es conocido por el ángel de Leonardo.

Leonardo decía que no se podía expresar pictóricamente a un personaje, si no se expresaba lo que el personaje estaba pensando y sintiendo al momento de pintarlo. En la pintura de Andrea del Verrocchio se nota en la expresión del ángel una sublimación y una vida que no tienen los personajes de Verrocchio.

Los apuntes de Leonardo.
Hay, en los museos y colecciones privadas, más de cinco mil folios de apuntes de Leonardo.
En ellos sorprende, además del contenido, su muy particular forma de escribir ya que éste escribía de derecha a izquierda, amén de que su escritura era especular, ya que es menester verla frente a un espejo para poder leer lo escrito ahí.

Leonardo decía que escribía así debido a que tenía muy mala ortografía… Se definía así mismo como Uomo senza lettere (hombre sin letras), lo cual a todos luces es falso, ya que era un poeta consumado. Escribía así debido a que era muy reservado con sus cosas y lo único que no quería es que sus apuntes fueran leídos por cualquier persona.

En sus apuntes podemos leer su composición poética, literaria, filosófica y musical, así como una muy detallada descripción de la ingente cantidad de aparatos que invento, y de las ciudades que diseño.

Leonardo, como todos saben, era ambidextro. Usaba las dos manos por igual, tanto al escribir como al pintar. No tenía preferencia por una u otra mano. Podía escribir de un tema con una mano y de otro con la otra. Así como escribir de un tema al tiempo que hablaba de otro.

Esta capacidad se debe a que las conexiones cerebrales de los ambidextros se dieron en él en grado sumo. El 89% de las personas somos diestros (hemisferio izquierdo), el 10% zurdos (hemisferio derecho) y el 1% ambidextros (ambos hemisferios).

Los ambidextros y una parte de los zurdos poseen un cerebro en el que ambos hemisferios cerebrales tienen el mismo grado de dominio y en algunos casos esta cualidad les permite desarrollar la sinestesia (ver sonidos y escuchar colores), tal como le sucedió a Leonardo.

Estas capacidades eran palpables en todas sus obras, incluso en sus divertimentos. Veamos un ejemplo de esto…

Leonardo gustaba de la equitación. Al tiempo que montaba y degustaba el movimiento del caballo, estudiaba, con el tacto y roce de sus piernas, la estructura ósea y muscular del equino. Así, mientras los demás solo montaban a caballo, él hacía un profundo estudio de la locomoción del animal. A él le debemos los primeros estudios que existen sobre la locomoción humana y animal.

Poseía, entre otros dones, el de la visión cinemascopica. Él no veía volar un pájaro. Lo que hacía era percibir cada instante sucesivo del vuelo del ave. De esas observaciones surgieron esos bocetos del estudio de las aves y los planos técnicos del primer avión, adelantándose varias centurias a su realización.

El Verrocchio fue llamado a Venecia para realizar la estatua ecuestre del Condotiero Coleone, dejando a Leonardo como responsable del taller, de sus compañeros y de todo lo que en el taller se habría de producir. Esta felicidad le duraría poco. Fue vetado por la iglesia y por las familias nobles de Florencia debido a sus investigaciones sobre el cuerpo humano.

Leonardo, en aras de entender el cuerpo humano, se dedicó de lleno a la necropsia, la cual estaba prohibida por la Iglesia. Leonardo se llevaba los cadáveres a su departamento, los lavaba, los tendía afuera en el balcón para que se orearan, lo cual seguramente incordio a más de un transeúnte.

También fue molestado por utilizar los servicios de modelos varones para sus obras, lo cual derivo en varias acusaciones de homosexualidad, aun cuando en sus apuntes dejo claro su aversión al contacto sexual. En sus notas se lee lo siguiente: 

El acto sexual es sublime, bello y sacro en cuanto está basado en el amor. Es la pasión de los amantes lo que hace que este sea bello, ya que si lo analizamos como lo que es, un mecanismo fisiológico de la naturaleza para asegurar la perpetuación, es en sí mismo un acto repugnante. Tan repugnante como las partes de cuerpo humano involucradas en el acto.

Leonardo tuvo que abandonar Florencia, cambiando su residencia a Milán para trabajar bajo las ordenes de Ludovico Sforza.

Ludovico contrato a Leonardo no solo para que pintara los cuadros de todas sus amantes (20 para ser exactos), sino para que este le resolviera todos los problemas de ingeniería civil que tuviera en su castillo y en la ciudad, sí como el diseño y fabricación de las armas que perpetuaran la seguridad del Conde.

Como dato anecdótico me sirvo transcribir un párrafo del currículo que Leonardo redacto para presentárselo al Duque de Milán:

Puedo construir puentes tan altos y tan largos como leves y fácilmente transportables.
Puedo fabricar cualquier otro instrumento o máquina para sitiar una ciudad hasta por medio de túneles y subterráneos con la finalidad de privarle el agua potable, obligándola a rendirse.

Sé extraer agua de los pozos en asedios.
En batallas navales puedo levantar cortinas de humo, construir carros blindados, bombas portátiles. Acabo de inventar un gas toxico que acaba con los enemigos, pero no con los nuestros, los cuales tomarían una pastilla que también he inventado.

Se cavar túneles sin hacer el menor ruido y puedo llegar por debajo de sus muros y fosos al centro de una ciudad enemiga en un día y hora determinados.
Puedo construir cualquier arma conocida o imaginada, ya sea para el ataque o para la defensa.

En tiempo de paz puede fungir como arquitecto y como ingeniero de edificios públicos y privados.
Y sé cómo llevar el agua de una comarca a otras mucho más elevadas…

Y al último, como quien no quiere la cosa, dice: Y también pinto y hago esculturas en mármol, bronce y terracota.

Ese fue el currículo de presentación que diseño Leonardo para el Duque de Milán. Un currículo donde le dice al Duque lo que éste quiere oír… Poniendo el arte al final y la utilidad al principio. El resultado fue el esperado: lo contrataron.

En ese currículo no dice que ya tenía los planos completos del primer avión; del primer helicóptero; del primer submarino; del elevador hidráulico; del salvavidas náutico; de la ametralladora; de la calefacción central; los lentes de contacto y el semáforo. Los otros inventos vendrían después.

Leonardo descubrió dos décadas antes que Miguel Servet, el mecanismo de la circulación de la sangre. Localizo e identifico las válvulas que regulan el corriente sanguíneo, aplicando el mismo modelo a los canales de Venecia, para que los Turcos pudieran entrar pero no salir.

Descubrió, con casi dos centurias de anticipación, el principio y las leyes fundamentales de la hidrostática que harían tan famoso a Blaise Pascal.

Descubrió cien años antes que Galileo que la oscilación de un péndulo, por su regularidad, puede servir para mover máquinas de relojería o de cualquier otro instrumento de precisión. Y antes de la revolución industrial del siglo décimo octavo, Leonardo ya movía sus artefactos a vapor, adelantándose casi trescientos años a James Watt.

Dibujo las ilustraciones del primer libro de arte, llamado la Divina Proporción. Libro en que se hablaba sobre los cánones del cuerpo humano según el arte clásico. Construyo el anemómetro al tiempo que no dejaba de pintar y crear piezas y artefactos musicales.

Fue en Milán donde pinto la Virgen de las Rocas. Una virgen con su niño en el fondo de una cueva oscura en la que la luz entra a la cueva a través del arroyo que la cruza. Razón por la cual podemos ver a los personajes como si la cueca estuviera iluminada. 

Preparo, para darle le bienvenida al Rey de Francia al Ducado de Milán, un león de oro de tamaño natural...

El rey de Francia estaba sentado junto al Duque de Milán cuando ve que el león de oro de Leonardo se yergue en sus cuatro patas, camina leoninamente hasta donde está él. Se detiene frente al rey. Abre sus fauces y empieza sonar el himno nacional de Francia, al tiempo en que salía de la boca del león una lluvia de flores de Liz de plata. Ya imaginarán ustedes el susto y azoro del rey.

Por cierto, y solo como nota, el león de Leonardo término en los hornos de fundición del Duque. Este pensó que era más valioso el oro que la obra en sí.

El rey de Francia, admirado ante el la creación de Leonardo, se lo lleva a Francia donde moriría a los 67 años de edad.

En sus últimos años dejo de pintar y crear. Se dedicó observar y pensar todo lo que le rodeaba. Cuando el Rey de Francia le pide que trabaje, que aún es joven, este le dice que no. Que no tardará en tener dos ataques de los cuales quedará paralitico, por lo que sus últimos años los quiere dedicar a estudiar para aprender.

Los últimos años de su vida fue catedrático de medicina y cirugía en París.

Más que el pintor, escultor, científico y filósofo del Renacimiento. Leonardo viene a ser la figura que nos recuerda que no nos es dable emprender obra alguna si no está respaldada por una garantía espiritual… Pero que al propio tiempo, todas las garantías espirituales deben estar respaldas por un irrestricto conocimiento y apego a la realidad.

Y más si estamos conscientes de nuestra dualidad, ya que el rumbo de nuestro espíritu siempre corre en una dirección contraria a los intereses de la materia, siendo nuestra responsabilidad de que materia y espíritu caminen, como en Leonardo, siempre unidos.

Nos leemos en el siguiente artículo…