lunes, 29 de junio de 2020

Mala racha.


Todos hemos tenido o tendremos en algún momento de la vida una mala racha. Estadio de tiempo en el que algunos crecen y otros desaparecen. Los primeros porque hicieron de ella una oportunidad y los segundos porque se disminuyeron a tal grado que nos es difícil ver en ellos lo que ayer captaba nuestra atención.

No obstante la realidad es que una mala racha es siempre una oportunidad, desagradable y dolorosa, pero oportunidad. Si usted se toma el tiempo de revisar su biografía descubrirá que es lo que Es, más por el mal que le han hecho y lo mal que le ido, que por el bien que le han hecho y lo bien que le ha ido.

Ambos, bien y mal, lo definen. El bien que le han hecho define su amabilidad; el mal, su carácter y/o resignación. De estas dos, el carácter lo sacará adelante, la resignación, lo dejará donde esta.

Es importante entender que una de las peores cosas que nos pueden pasar en la vida es el que nos vaya bien, ya que, por natura, cuando nos va bien…, nos sentamos, dejamos de luchar.

En nuestra natura está el confort, no la lucha. Esta la tenemos que desarrollar, por lo que es de suma importancia que sin importar lo bien que nos esté yendo, nos fijemos retos personales, culturales, empresariales y económicos que nos mantengan en la lid, de lo contrario, cuando nos llegue una mala racha (y va a llegar), lo único que no tendremos es la claridad mental y el sentido de lucha que necesitamos para salir de ella.

Los seres humanos somos agresivos por natura, pero ser agresivo no significa ser luchador. Para salir adelante nos es menester luchar, no agredir. Tenemos que luchar contra nuestra natural inclinación a compadecernos, y con nuestra natural capacidad de adaptación y resignación.

La resiliencia es para la Masa, no para el luchador. Observe por favor todos los artificios de su entorno, nada de lo que usted ve existe en la naturaleza. Todos esos artificios los construyeron personas con poca nula capacidad de resignación y de resiliencia, lo que hicieron fue capitalizar lo que el entorno les ofrecía, construyendo las cosas que hoy usamos todos los demás…

Lucha, pues, aquel que resuelve su problemática interna y que trabaja con denudo para lograr que el entorno sea el que se adapte a él y no él al entorno. Hacer que el entorno se adapte a usted, reducirá en mucho su círculo social, amén de que hará su vida mucho más difícil, pero también más interesante.

Si usted no aprende a hacer de la crisis un hábito, lo que va a pasar cuando llegue una mala racha, es que a usted se le va a dificultar más la lucha y la definición de lo que en esta deberá hacer para salir de ella, por lo que es muy posible que sus actos lo lleven más al desacierto que al acierto

Otra de las cosas que nos es menester entender, es que uno de los secretos de la vida es que en está podemos tener casi todo lo que queremos…, pero no todo al mismo tiempo. 

La gran mayoría de nuestros yerros obedecen a la violencia que hacemos de los sujetos y de los objetos. Se nos olvida que los sujetos como los objetos tienen su tiempo y su momento, y si usted violenta los tiempos de unos y otros, lo único que logrará cosechar es una cadena de errores que poco a poco lo irán sumiendo en una mala racha, que usted achacara a cualquier cosa, menos a usted.

Cuando las cosas nos van mal, nos debemos tomar el tiempo para identificar la causa razón de dicho mal, en la inteligencia que la causa razón que nos interesa es la imputable a nosotros, ya que sin importar la gravedad de la infamia que se nos haya infligido, al final fuimos nosotros los que decidimos ignorar las señales. El error, pues, está en nosotros, no en los otros.

Por el contrario, si lo que hacemos es proyectar nuestros errores en los demás, corremos el riesgo de que nuestra la falta de claridad mental nos lleve a establecer relaciones inapropiadas… Relaciones donde lo peor de nosotros encuentre caldo de cultivo en lo peor de los otros y viceversa. Esto, que es difícil de aceptar, sucede más de lo que usted considera.

La mejor forma de evitar este tipo de asociaciones es observarse a sí mismo. Observe por favor su lenguaje y comportamiento cuando esta con ese otro u otra con el que está asociado o se está asociando, y si su comportamiento no saca a la luz lo mejor de usted, está usted en una relación inadecuada.

Supongamos que usted es una persona que no hace uso de la mala dicción (maldiciones), y sin embargo cuando esta con ese otro u otra con el que recién se ha asociado, el ambiente que se crea es tal, que usted empieza a hacer uso de la mala dicción para expresar tal o cual cosa. En ese momento usted se esta disminuyendo, pero no esta consciente de ello debido a que no se observa.

Si tiene que esconderse para estar con alguien, ya sea porque no puede estar en público con esa persona o esa persona no puede estar en público con usted; o simplemente porque a alguno de los dos le da pena que lo vean en esa compañía, se estará disminuyendo al persistir en esa unión.

Ejemplos se pueden dar muchos, sin embargo, lo importante aquí no son los ejemplos, sino el hecho de que cuando nos va mal y no hacemos nada por identificar la causa – causa, empezaremos a establecer relaciones que, en lugar de hacernos crecer, nos disminuirán, de tal suerte que cuando realmente identifiquemos y/o nos llegue la oportunidad, descubriremos que lo único que ya no tenemos es el tamaño para capitalizarla.  

Cuando las cosas nos van mal, debemos poner distancia de todo y de todos hasta que encontremos la causa raíz que nos llevó a ese mal, así como lo que nos es menester hacer para salir de ello. Y esto es algo que solo podrá hacer en silencio y soledad. El proceso, huelga decirlo, es asaz doloroso, ya que nos es menester dejar atrás a algunas personas, amén de que nos vamos a ver en la necesidad de renunciar a cosas que no queremos renunciar.

Ya una vez que identifica la causa raíz, así como aquello a lo que tiene que renunciar, deberá aplicarse a ello y pagar el precio de la soledad. Salir a flote le va a llevar días, semanas, meses o años, sin embargo, entre más rápido identifique la causa raíz y renuncie a lo que tiene que renunciar, más rápida será su salida.

Por supuesto que se va a sentir inmensamente solo, amén de que va a necesitar de toda la fuerza de su carácter para reconstruirse y resistir, de lo contrario, lo que va a acontecer es que se empezara a rodear de gente incorrecta, haciendo que su mala racha se prolongue por años, ya que no tiene el caldo de cultivo correcto para salir de ella.

Por favor observe a aquellos que han logrado salir de una mala racha, ya sea a través de la introspección y su consabida acción, o a través de años de penuria hasta que lograron, por accidente o por decisión, dejar atrás aquello a lo que tenían que renunciar... En cuanto renuncian, y el ser y el alma eliminan los factores tóxicos que los disminuían, empiezan a reconstruirse, convirtiéndose en una persona radicalmente diferente a la anterior.

Su mente se torna más lucida, lo que les permite hacer una mejor disección del entorno para elegir, dentro de las múltiples opciones, aquellas que los construyen y hacen de ellos una mejor persona.

El cambio es tan radical que les cambia el rostro, el cuerpo, el lenguaje y la forma de portarse a si mismas. Al cambiar esto, cambian sus relaciones, sus horizontes y querencias.

Recuerde que todo parto es doloroso, y más el parto de si mismo...

Para salir de una mala racha, es menester volver a nacer… El dolor será mucho, el beneficio, mayor  

Nos leemos en el siguiente artículo.

lunes, 22 de junio de 2020

El amor en tiempos del coronavirus.


No vamos a hablar aquí del amor como abstracción, de eso ya hablamos en otro artículo. Aquí de lo que vamos a hablar es del amor de pareja y de la forma en que los jóvenes van a enfrentar la posibilidad de la unión en tiempos del COVID 19.

El coronavirus ha trastocado tantas cosas que incluso el amor se ha hecho digital, sin embargo, este amor, visto desde la antropología, tiene pocas posibilidades de ser.

Es importante anotar que una cosa es el amor y otra muy distinta los amores o historias de amor. Estas, por lo general, tienen de todo menos amor. El amor no tiene historia. El amor es, se vive y se construye en el día a día. Cuando la persona con la que usted habla solo tiene historias de amor, es porque lo único que no tiene…, es amor.

Comentó esto debido a que es muy posible que el amor digital (si a eso se le puede llamar amor) le ha ayudado a algunas personas a tener con quien platicar de ese algo más que las cuatro paredes de su cotidiano vivir. Otros seguramente encontraron en él un medio por el cual lograron paliar su soledad con la soledad del otro, sin embargo, para los más, ha sido un entrar y salir de algo que, en estricto sentido tiene pocas posibilidades de ser.

Cierto que es muy posible que en este andar nos topemos con una que otra persona que logro consolidar un amor digital, sin embargo, serán la excepción, no la norma. El amor digital es una abstracción, una idea… Una construcción mental que obedece más a las necesidades del amante que a la realidad del amado.

En el amor digital, ese otro u otra que hemos construido en nuestra mente, toma dimensiones que están más allá de la realidad, al grado que deformamos sus palabras para hacer de ellas un cuerpo y de su imagen una poesía, sin embargo, la realidad es que no sabemos nada de ese supuesto ser amado… No sabemos si el olor de su piel nos embarga, si su cuerpo nos salva, si su voz nos acoge y nos lleva a casa… De ese otro, lo único que tenemos, es una abstracción.

Amor que no se escribe en la piel, no es amor.
El amor de pareja se sostiene en una triada que es indivisible. Cuando falla uno de sus pilares, falla todo. La relación se convierte en otra cosa, pero no en amor.

En el amor antropológico nos es menester que nos trastorne la piel del otro, que nos exceda, que nos incendie a tal grado que con una sola caricia podamos dibujar en su piel…, el mapa de nuestra locura. Tan es así, que podemos tener noventa años y sentir la necesidad de hacer tierra, de tocar al ser amado. Es tan importante la piel del otro, que las parejas al dormir tienen una enorme necesidad de hacer contacto con los pies… No para saber si el otro está ahí (lo está), sino para decirse a sí mismo: te puedes dormir, estas en casa.

Esto que parece insustancial, no lo es. Tan no lo es que las parejas empiezan a darse cuenta de que las cosas no están bien entre ellos, por el simple roce de los pies a la hora de acostarse. Cuando usted busca con los pies a su pareja y esta rechaza el contacto, es que algo está muy mal. Es la manifestación de algo que aún no han llevado a la razón, pero que el cuerpo expresa.

Es el momento de hacer un alto en el camino y preguntarse qué es lo que usted ha dejado de hacer o lo que debe de hacer para recuperar ese contacto… Y ya una vez que tenga clara su parte, entonces y solo entonces estará en posibilidad de hablar con su pareja.  

Por supuesto que la piel no lo es todo, se requiere de algo que está más allá de la piel para que el amor sea amor. La piel, aunque esencial, es tan solo uno de los tres pilares del amor antropológico. Necesita de los otros dos para su consolidación.

La piel atrae la mirada, pero no la retiene.
Lo que retiene la mirada del otro es la personalidad y esta es el resultado de la conjunción de dos elementos:
1)      La forma que la persona tiene de ver, observar, pensar, decidir y operar el mundo;
2)      La forma en que el individuo se porta a sí mismo (porte, elegancia, clase, léxico).

Una se alimenta de la otra y así subsecuentemente… Mejora el lenguaje de la persona (por mencionar un solo ejemplo) y en ese instante mejora el tipo de personas con las que el individuo se relaciona, y por ende la forma de observar, pensar, decidir y operar el mundo, y con ello, la forma de portarse a sí mismo… Cambia el entorno, cambia la persona.

Lo paradójico de esto es que: “lo único que nadie te da, nadie te quita y desaparece contigo al morir, es la personalidad, y es lo único que nunca trabajas, aun cuando esta es la llave del éxito”.

Todo lo arriba mencionado tiene que ver con la forma en que el individuo educa a su cerebro, lo cual es de suma importancia, ya que, amén de ayudarle a crear una ventaja competitiva en la vida, es también el segundo pilar del amor antropológico.  

Si en el otro solo hay piel, la relación muere con ella, ya que esta está basada en el instinto…, y este se satisface al consumarlo. En el amor antropológico la piel necesita del cerebro tanto como el cerebro de la piel. Uno y otro están íntimamente ligados.   

Es importante no confundirse en lo referente al cerebro, ya que usted se puede sentir atraído por su polo opuesto, pero recuerde que polos opuesto se traen, pero no se retienen (no tienen nada en común). En el amor, el cerebro del otro no solo nos debe atraer, nos debe atrapar. Un cerebro que no te atrapa, no te retiene.

En más de una ocasión ha asistido usted a alguna junta o reunión donde el cerebro del otro le atrae de sobremanera, pero es una atracción que obedece a la circunstancia. Tan es así, que al paso del tiempo la experiencia se difumina, llegando, en el mejor de los casos, a convertirse en una anécdota. En estos casos, el cerebro le atrajo, pero no le atrapo.

Pareja viene del latín par. Así, pues, la pareja es pareja solo en la medida que es mi par… El otro, en estricto sentido, es un yo mismo, pero mejorado. Si el otro no nos mejora, no nos podrá retener. Sera una liga de días, meses o años, pero jamás una pareja.  

Es importante anotar que cuando el cerebro es lo único que nos atrapa del otro, estamos ante una amistad, pero no una relación y mucho menos una pareja.  

El tercer pilar de la triada es el alma (el ser del otro). En el amor, lo importante no es quien estar, sino con quien Ser.

Una relación toxica es aquella donde la piel del otro nos trastorna de tal manera que nos es imposible no gravitar hacia ella. En ella se dan piel y el cerebro, pero no el Ser, ya que para poder estar con ese otro que no es nuestra Otredad, nos es necesario dejar de ser lo que somos para ser aquello que no somos.

La felicidad necesita para ser, de la plena expresión del Ser.
Cuando una persona no puede expresar su ser debido a que al otro todo le parece mal, la persona se disminuye o huye. Esto no significa que con todo aquel con quien uno pueda expresar el ser puede llegar a ser nuestra pareja. Para que así sea es menester que además de poder volcar el ser en el ser del otro, nos trastorne su piel y su cerebro.

El amor, en cuanto amor, es centrifugo. Sientes una ingente necesidad de salir de ti para ir al otro. Te es menester olerlo, tocarlo, sentirlo, saberlo… Y eso es algo que no es factible en lo digital. Ahí, a lo más que podemos llegar es a elaborar una bella abstracción del otro, la cual es posible que pueda devenir en una relación racional, o, que cuando se conozcan, se de todo lo demás.

Así, pues, el amor para ser amor necesita de piel, alma y cerebro. Cuando falla una de estas, falla todo, por el contrario, cuando esto se da, se da todo. Nada ni nadie podrá alejarlo de ese amor. Es un amor de vida. Un amor que enfrentara reveses y probablemente dolorosas separaciones en el tránsito de la unión, pero ya una vez que este se da, se da para toda la vida.

El amor en tiempos del coronavirus.
La relación de pareja ha venido sufriendo los ajustes propios de la dinámica de los tiempos, no obstante, la irrupción del COVID a nuestra vida, va a hacer que la relación cambie en lo fundamental.

Los matrimonios de la gran mayoría de nosotros son muy parecidos a los de nuestros padres y abuelos. Si estos tuvieran la oportunidad de regresar del más allá, lo más probable es que encontrarían que nuestra relación es muy similar a la que ellos tuvieron. Una relación en donde lo importante para la pareja…, era la pareja.

El trabajo lo veían como algo importante pero secundario, ya que lo vital era la unión y la familia que se iba crear con esa unión. El trabajo era el medio por el cual se construía la plataforma que necesitaba la familia para vivir y proyectar a los hijos, pero el objetivo eran la pareja e hijos.

Por supuesto que era muy importante lograr medios mejores a los que la pareja tuvo de origen, sin embargo, y sin ánimo de ser reiterativo, el objetivo era la pareja y la familia que con esta se creaba, no el trabajo.

Me queda claro que las penas con pan son buenas y con mantequilla, mejores. Sin embargo, las parejas, mientras se tuvieran la una a la otra podían hacerle frente a cuanta crisis se presentará. Esto no quiere decir que la vida era más fácil, simplemente que para la pareja lo importante era la pareja.

La llegada del COVID a nuestras vidas, cambio de la noche a la mañana el horizonte de las personas que desean establecerse como pareja. Para estas va a ser más importante asegurar el sustento, no porque al amor haya disminuido o esté tomando otras características, el amor ha sido, es y será el mismo… Lo que no es lo mismo, es el entorno.

La humanidad ha pasado por momentos más difíciles que este (pestes, guerras, hambrunas), sin embargo, esta es la primera vez que el mundo se detiene noventa días. El impacto fue tal, que el mundo previo al COVID, ya pertenece a la historia.

Los jóvenes que se habían independizado están regresando a casa de sus padres ante la imposibilidad de pagar una renta. Los que estaban próximos a independizarse están dando marcha atrás, sin tener una idea de hasta cuándo podrán lograr la ansiada independencia.  

Algunos que se habían independizado para irse a vivir en pareja, están separándose para poder regresar a casa de sus respectivos padres. Son parejas que no han dejado de amarse, simplemente la economía se paró. Y aun cuando muchos piensan que esto es temporal (y lo es), la realidad es que la recuperación va a ser lenta, dolorosa y onerosa.

Todos los que han tenido o tienen negocio, saben que van a necesitar de siete a diez años de duro trabajo para alcanzar los niveles que tenían antes de la cuarentena. Por supuesto que este un plazo optimista, pero acudo a la gracia del lector para que me permita el uso arbitrario de este plazo, y más cuando en muchos giros se van a requerir hasta veinte años para la recuperación.

El amor en los jóvenes.
Los jóvenes que tuvieron la suerte de contar con unos padres que les enseñaron a escuchar el instinto y a dirigirlo desde la razón, se verán en la necesidad de invertir los términos pareja – trabajo por el de trabajo – pareja. Para ellos va a ser muy importante asegurar el sustento, ya que este va a ser el medio que les permita coronar la posibilidad de la unión.

Me queda claro que los jóvenes encontraran las formas y maneras de resolver esto, sin embargo, pienso que la unión formal de las parejas es algo que corre el riesgo de ralentizarse. Las parejas pensantes, sin dejar de amarse, van a trabajar para construir los escenarios que necesitan para su unión, cosa que seguramente estaban haciendo…, en un mundo que ya cambio.

También es muy posible que muchos opten por construir una pareja a distancia, sin embargo, esto, antropológicamente, tiene pocas / nulas posibilidades de ser.

Usted puede viajar o ser transferido a otra ciudad o país y la relación va a continuar, pero para que se corone es menester que ambos definan una fecha de unión. Ya sea que usted regrese o que su pareja se mude al lugar donde vive usted, pero la pareja, en cuanto tal, necesita estar unida, de lo contrario, será cualquier cosa menos pareja.

Hay personas que tienen una relación a distancia y así se sienten bien. Otras que se ven de vez en vez y están a gusto, y otras en las que cada uno vive en su casa, sin embargo, estas personas lo que tienen es una relación, pero no una pareja… Y no está mal, mientras estén conscientes de ello, ya que así dirigirán la relación como lo que es: una relación…, no una pareja.

Recuerde que las cosas cuando las nombra, ya no tienen retorno. Por ello es muy importante llamar a las cosas por su nombre. Si usted a la relación la llama como tal, jamás pedirá ni dará más que lo que demanda cualquier relación. Por el contrario, si lo que tiene es una pareja y la nombra como tal, ambos pedirán y darán lo propio de una pareja.

El secreto de todo está en el origen.
Si usted de origen busca una relación, siempre, aun cuando no esté consciente de ello, dirigirá el proceso como lo que es: una relación. Si de origen busca una pareja, desde el día uno empezará a construir el vínculo que coadyuve a la unión.

Una es la forma en que usted se relaciona con la transitoriedad y otra la forma en que se relaciona con la permanencia. El problema es cuando confundimos una con otra.

Esto es muy importante entenderlo porque si lo que busca es una pareja, deberán trabajar codo a codo para lograr lo más pronto posible la unión. Si lo busca es una relación, entonces diríjala como tal, sin esperar de la relación más que lo esta es…, una relación.

Por último, el crecimiento real del ser humano se da en PAREJA, jamás en relación. No quiere decir que usted no vaya a crecer estando en una relación, por supuesto que lo va a ser, pero va a depender única y exclusivamente de usted y no de la suma de dos. Crecerá, sí…, pero jamás como lo hará en pareja.

La pareja es origen motor y destino.

Nos leemos en el siguiente artículo.    

lunes, 15 de junio de 2020

El nuevo orden.


El artículo previo a este: Las protestas en Estados Unidos; genero un aluvión de correos. La gran mayoría de ellos defendiendo el hecho de que las protestas obedecían exclusivamente al tema del racismo… Pienso, sin demeritar el hecho, de que menudo reto vamos a tener para explicarle a nuestros hijos que en Estados Unidos el racismo es contradictorio, ya que previo al actual presidente, una mayoría blanca seudo racista, eligió a un Presidente negro en un país donde la población afroamericana representa el 13% de la población…

Tampoco vamos a poder explicar cuál o cuales fueron las razones por las que Barack Obama, estando ocho años en la máxima esfera del poder de Estados Unidos y del mundo, no haya hecho nada, de hecho y de derecho, para eliminar el problema del racismo en su país.

El racismo es un problema cultural que tenemos la responsabilidad de subsanar, no obstante, en el caso de Estados Unidos, nos es menester ver más allá de lo obvio para poder decidir en función de lo que la cosa Es y no en función de lo que aparenta ser.

El líder debe dirigir hacia lo que se ve y a hacia lo que no se ve. Lo que se ve es el síntoma (la apariencia). Lo que no se ve es el problema (la sustancia). La solución está en el problema, no en la apariencia.

El problema del problema.
Es muy común que en la vida y en las empresas confundamos síntoma con problema. Un problema genera muchos síntomas, los cuales suelen ser llamativos, sonoros y dolorosos, tanto que de inmediato nos abocamos a ellos. Sin embargo, resolver el síntoma no equivale a resolver el problema. El problema persiste y con él la generación de nuevos síntomas, cada uno distinto a los anteriores, pero todos llamativos, sonoros y dolorosos.

Un síntoma no resuelto se convierte en problema, por lo que nos es menester atenderlo, conscientes de que lo que estamos resolviendo es un síntoma, no el problema. Así, pues, ante el surgimiento de un síntoma, la pregunta que nos debemos hacer es: ¿Cuál es el problema – problema? ¿Qué cosa es esa que, al resolverla, resolvemos casi todo?

Lo que aconteció en Estados Unidos es el síntoma de un problema que ni manifestantes ni autoridades quieren ver, mucho menos nombrar. De tal suerte que lo que van a resolver es un síntoma. Legislarán para que de hecho y de derecho se resuelva el tema del racismo, sin embargo, la realidad es que el problema – problema no se va a tocar… Permanecerá ahí, latente y silencioso como todo problema.

Los próximos años nos veremos en la necesidad de hacerle frente a una gran cantidad de síntomas, los cuales serán cada vez más alarmantes, sonoros y dolorosos… Cada uno de ellos nos acercará o nos alejará más del problema, no obstante, al resolver cada uno de esos síntomas, le estaremos colocando una bandita medicinal a la sociedad, los que nos hará creer que estamos avanzando… Lo cual es cierto, pero solo en apariencia.

Es importante entender que estamos viviendo un acontecimiento único en la historia de la humanidad. De la noche a la mañana el mundo se detuvo noventa días, llevándonos a vivir algo que solo pasaba en las novelas de ciencia ficción.

Quino le hace decir a Mafalda la frase: “Paren el mundo que me quiero bajar”, pues bien, el mundo escucho y paro. Nos bajamos todos y al bajarnos y perder nuestra febril actividad, ya no nos fue posible omitir los monstruos que teníamos encerrados en la caja, por lo que salieron a la palestra todas aquellas cosas que intencionalmente habíamos decidido ignorar en lo individual, en la pareja, en lo familiar, social, político y empresarial.

Una empresaria muy querida para mí me dijo:
- Sabes, siempre supe que me casé con un buen hombre, pero nada más. Solo que ahora que no cuento con la herramienta del auto engaño del diario quehacer, me es extraordinariamente patente el hecho.
-Al preguntarle qué porque después de tantos años había decidido seguir ahí, me contestó: que prefirió (y prefiere) lo que hay a lo que Es… Terminando lo dicho con la siguiente locución: Si así es para todos, es porque es así.

Cuantos de nosotros hemos preferido en todos los ámbitos de la vida lo que hay en lugar de lo que Es…, escudándonos en la frase: Si así es para todos, es porque es así.

Este conformarse con lo que hay en lugar de luchar por lo que Es, se debe a que no sabemos negociar con nosotros mismos. Nos enseñaron a negociar con nuestros padres, hermanos, amigos, pareja, socios y demás, pero nunca con nosotros mismos. De tal suerte que preferimos conformarnos con lo que hay, que ya lo tenemos (que está a la mano), a luchar por lo que Es, que no lo tenemos y que no sabemos si lo vamos a tener.

Una joven ejecutiva que labora en una de las empresas en las que participio, me decía, al hablar de estos temas, que lo que ella está haciendo es no soltar el hay, por lo menos no hasta que esté segura de haber logrado el Es. Estará usted de acuerdo de que sus posibilidades de éxito son nulas. Para lograr el Es, es menester soltar el hay.

El parón que nos dio el mundo para que nos bajáramos de él, puso en evidencia mucho de esas cosas que no queríamos reconocer y mucho menos nominar. Algunas de ellas estallarán en estos tiempos de aislamiento, escudándose bajo tal o cual pretexto (síntoma), pero recuerde, en el sótano de ese pretexto está escondido el problema -problema, es decir, ese que no queremos ver y mucho menos nombrar… Las cosas, cuando las nombras, ya no tienen retorno.

Así como esto, están surgiendo en todo el mundo síntomas que anuncian la creación de un nuevo orden, el cual no tiene que ser distinto al anterior (ninguno lo es), pero si un orden que sufrirá reestructuraciones profundas, algunas inmediatas, otras de corto plazo (cinco años) y otras de mediano (diez años) y largo plazo (veinte años).

El nuevo orden.
El ser humano no gusta de la realidad. No está hecho para ella. Lo que nos distingue como especie es la fantasía, el chisme y el rumor. Así que, cuando por accidente nos topamos con ese otro al que se le da bien la realidad…, de inmediato le sacamos la vuelta, no vaya a ser y se nos contagie algo.

No obstante, en nuestra calidad de Vértice, debemos decidir desde la realidad, dirigir desde el poder y vender y operar desde la fantasía. Así, pues, acerquémonos a la realidad y veamos los monstruos que están pugnando por salir de la caja…

Donald Trump amenaza retirar el 33% de las tropas de Estados Unidos en Alemania (9,500 efectivos), lo que en Europa será visto como un golpe a la OTAN, sin embargo, la realidad es que lo que Donald Trump haría es mover un tercio de las topas que tiene en Alemania a Polonia, a la India o a algunos de los países bálticos, donde Donald Trump es mejor visto que en Alemania, sin contar con el hecho de que con ello reforzaría los límites fronterizos con Rusia y con China.

Esto obligaría a Alemania y a los demás países de la Unión Europea, a tener que aumentar considerablemente su gasto militar, en un momento en donde la prioridad es rescatar la economía, no gastar en defensa. Por supuesto que Angela Merkel; Emmanuel Macron y otros explotaran electoralmente este hecho, poniendo a Donald Trump como el malo de la película, lo que sin duda dificultara aun más sus posibilidades de reelección.

Todo esto son síntomas…. Ahora centrémonos en el problema. Imagínese por un momento en que usted es el Presidente de Estados Unidos y que se enfrenta al hecho de que la seguridad militar de la Unión Europea corre a su cargo. La Unión Europea, desde finales de la Segunda Guerra Mundial, gasta entre el 1% y el 1.5% de su PIB en defensa, ya que la defensa militar de la misma corre a cargo del erario americano.

Ahora bien, le preguntó: si usted paga los gastos de defensa de la Unión Europea, ¿no espera usted que, a cambio de ello, estos lo apoyen en sus negociaciones contra Rusia y China? ¿Qué haría usted si además de que estos le condicionen el apoyo, se la pasan coqueteando y haciendo alianzas con Rusia y China, mermando su poder de negociación?

Donald Trump piensa que, si estos son buenos para hacer negocios con China y Rusia, y no con Estados Unidos, también lo deberán ser para asumir la responsabilidad de su defensa.

El problema no es de fácil solución, ya que, si esto llegará a suceder, minaría aún más el poder de Estados Unidos en países como Alemania, Francia, Italia y España, amén de que la OTAN debilitaría al tiempo que Rusia y China se fortalecerían. Aunado a lo anterior, habría que estar atentos a las reacciones de estos dos países ante la proximidad de las tropas americanas en sus fronteras, ya que eso es lo más próximo a una declaración de guerra (lo cual es otro de los monstruos que lucha por salir de la caja).

Lo que en realidad buscan las manifestaciones y protestas en Estados Unido, es minar la posibilidad de reelección de Donald Trump. Por supuesto que no sabemos quién financio tales protestas, lo que si podemos educir es que muchos países y personas estarían encantadas si Joe Biden llega al poder. La continuidad estaría asegurada amén de que ellos podrían seguir viendo por sus países al tiempo que le exigen a Estados Unidos que siga siendo el Policía Moral del mundo…, asumiendo, claro está, el costo económico de dicha responsabilidad.    

Las protestas se están extendiendo por todo el mundo y, me lo crea usted o no, estas poco tienen que ver con el tema del racismo. Repito, este es un problema que debemos solucionar, sin embargo, lo que esta atrás de las protestas es algo que está más allá del racismo. Lo que mueve a los manifestantes es el miedo al futuro; lo que mueve a los que están atrás de ellos, es la instauración de un nuevo orden que mine el poder de Estados Unidos en el mundo.

El otro monstruo es China.
Mucha gente piensa que China va a ser el nuevo líder del mundo. No dudo que lo llegue a hacer, pero es importante considerar que ni China ni Rusia tienen alianzas políticas como las de Estados Unidos. Lo que tienen son Estados clientes y algunos de ellos muy onerosos (Iran, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Siria, Kazajistán, Kirguistán...). China, consciente de esto y de lo que implicaría ser el líder financiero del mundo, ha centrado su objetivo en el liderazgo económico.

Ni duda cabe que, si Estados Unidos no hace lo suyo, China se convertirá en el líder económico del mundo, con la India pisándole los talones. Esto no quiere decir que China no esté tratando de minar el liderazgo financiero de Estados Unidos, tan lo está que ya saco al mercado una moneda digital respaldada por su Banco Central, sin embargo, su objetivo es el liderazgo económico, no el financiero.  

El líder económico genera su riqueza transformando materia prima en producto terminado. El líder financiero genera su riqueza convirtiendo la utilidad operativa de la transformación en utilidad financiera, multiplicando varias veces esa utilidad a través de instrumentos financieros, y Estados Unidos es un maestro en esto.

La razón por la que China no desea asumir el liderazgo financiero del mundo es porque esto la obligaría a cambiar su régimen de gobierno, cosa que no va a hacer, ya que considera que la democracia es un sistema caduco Ni China ni Rusia consideran viable un sistema que hace igual a los desiguales, en donde, el voto del que no sabe y no puede, pesa tanto como el voto del que sabe y puede.

Así, pues, el objetivo de China es lograr el liderazgo económico, para lo cual le va a ser menester debilitar interna y políticamente a Estados Unidos, al tiempo que frena a la India (militarizando su frontera) y toma el control de Hong Kong y Taiwan.

Una Europa y una OTAN debilitadas, menguaría más el ya de si por si debilitado poder moral de Estados Unidos, el cual se ha visto seriamente disminuido en los últimos doce años, los ocho primeros con un presidente para el que era más importante conciliar que posicionar a su país, y los últimos cuatro con un presidente que no da margen de negociación.

El otro monstruo que esta pugnando por salir es el de los nacionalismos. Antes de que la globalización tomara carta de naturalización en el mundo, el nacionalismo era la norma. Los países veían hacia dentro. De tal suerte que el objetivo era vender lo más que se pueda al exterior, comprando fuera, solo lo que no se podía hacer adentro,

El objetivo era fortalecer la economía interna. Los sistemas de gobierno, aunque democráticos, operaban con una dictadura simulada, por eso cuando la sociedad se veía en la necesidad de reclamar inequidades o injusticias, lo hacía a través de una revolución, la cual siempre iba dirigida hacia un rostro: el del gobernante de turno.

La globalización abrió las fronteras de los países obligando a las empresas y a los individuos a reinventarse y reestructurarse para poder competir. La competitividad subió en todo el mundo, sin embargo, la parte gris de la globalización es que limito la capacidad de reclamo de la sociedad. El enemigo ya no tenía rostro…, era un sistema, por ende, la revolución ya no era viable, pero si el terrorismo.

No obstante, el nacionalismo recupero un cierto grado de espacio en todos los países del orbe. Y en estos noventa días, se agudizo. Por supuesto que no volveremos al nacionalismo de antaño, debido a que la globalización no lo va a permitir, pero si es un hecho que esta se va a tener que reestructurar.

Lo importante aquí es tomar en cuenta que más allá de la forma en que la globalización se reestructure, vamos a vivir pequeñas revoluciones en todos los países, algunas derrocando al gobernante de turno, otras buscando alianzas externas.

Los racionalistas, buscando gobiernos a los que medirán por resultados. Los idealistas, instaurando gobiernos a los que medirán por sus intenciones. Los racionalistas exigirán resultados a corto plazo; mientras que los idealistas medirán las intenciones a largo plazo, dando cabida a gobiernos que estarán en el poder entre veinte y treinta años, es decir, hasta que llegue una generación que no entienda de intenciones, pero sí de resultados… ¿Le suena familiar?

Así, pues, los próximos cinco, diez años van a ser tumultuosos en lo individual, familiar, social, político, económico y geopolítico, al grado que es muy posible que veamos escaramuzas militares que, si no se atienden adecuadamente, puedan devenir en un conflicto mayor, aun cuando sea algo que ninguno de los contendientes desea… Ya que lo que están buscando es estirar la liga para ver hasta donde pueden ejercer un espacio de poder en el Nuevo Orden.  

Por lo pronto, lo que suceda en las elecciones de Estados Unidos nos va a decir mucho de por dónde va el mundo…

Nos leemos en el siguiente artículo.

Jaime Ramos.

lunes, 8 de junio de 2020

Las protestas en Estados Unidos.

Somos, visto desde la antropología, individuos en lo individual, animales en lo grupal.
La estructura societaria se ha constituido desde el principio de los tiempos en tres estamentos humanos: el Hombre Masa (consume y opera); el Periférico (gobierna y vigila) y el Anómalo (crea el mundo en el que viven los demás). De estos tres, solo el Hombre Masa, valga la redundancia, se masifica. Los otros dos, ni por equivocación se sumarían a una masa. Apartarse es preferirse… Y estos se prefieren sobre los demás.

El Hombre Masa, en lo grupal, se animaliza. Todo en él es impulso, emoción. Una emoción que se nutre de las emociones de la Masa. De esos que, como él, obedecen al momento. Le embriaga el poder destruir lo que le rodea sin consecuencia alguna. La destrucción es el medio por el cual canaliza la frustración que le genera su irrealización.

Siempre le sobra el tiempo al que no tiene nada que hacer.
El Hombre Masa se suma a la masa debido a que carece de proyecto, de identidad. El que tiene proyecto no tiene tiempo para andar en la Masa.

Solo se suma a la Masa aquel que carece de proyecto…, de ese algo que le da un sentido de misión a su vida. Y eso es lo que hace la Masa: ofrece un falso proyecto y una falsa identidad. El proyecto de la Masa lo exime de resolver su intrínseca necesidad (su subsistencia y la de los suyos), al tiempo que le da una falsa identidad, ya que la Masa le hace sentir que pertenece a algo más grande que él. No obstante, la realidad es que, al apagarse la Masa descubrirá que sus problemas se han agravado, tanto en casa con los suyos como con él mismo.

El Hombre Masa encuentra en la revuelta el medio por el cual canaliza su frustración. En otras palabras, lo que le impele a la acción no es la convicción de que con sus actos va a construir una mejor sociedad y/o resolver su situación, ni tampoco la aparente rabia e indignación ante el agravio de un semejante, sino la posibilidad de hacer todo aquello que jamás se atrevería a hacer en individual.

Por favor no me mal entienda… Una cosa es la protesta pacífica y otra el motín vandálico. El motor de la protesta pacifica es la indignación; la del motín, la destrucción. La protesta pacífica, genera cambios; la violenta, represión. Mahatma Gandhi doblego al imperio más poderoso de su tiempo y lo hizo a través de la protesta pacífica. Fue tal el nivel de indignación que esta genero a nivel mundial, que el imperio no tuvo otra opción más que reparar el agravio.

La protesta violenta, en cambio, contagia violencia, amén de que prende en las autoridades de todos los países, un alto sentido de alerta y represión, ya que lo que menos desean es que acontezca en su país lo que acontece en el otro.

Los seres humanos somos agresivos por instinto, violentos por cultura.
Estados Unidos es un país violento. Lo es desde su génesis. Los ingleses no colonizaron, exterminaron a los habitantes de las tierras que conquistaron. La violencia está en sus orígenes. Tanto que es un país en el que hay cien millones más de armas que número de habitantes. Es el único país del mundo en el que se da este fenómeno.

La policía en Estados Unidos ha sido, es y será violenta. Ningún policía en su sano juicio se atrevería a enfrentar las situaciones del día a día, pensando que su vida no esta en peligro. No obstante, una cosa es actuar consciente del peligro y otra muy distinta asesinar a una persona.

La policía es violenta y lo es más allá de las razas o color de piel. El 31% de las personas asesinadas sin ningún tipo de arma en una detención son de raza negra. El otro 69% son blancos, hispanos, asiáticos y musulmanes…. Y las vidas de ellos también importan y nadie esta protestando por eso.

En Estados Unidos de cada 10 millones de habitantes, 28 mueren asesinados por la policía en el momento de la detención; 30 en México; 35 en Colombia y 110 en Honduras. Y en todos los países mencionados, el 99% de los asesinatos quedan impunes.

No busco excusar a nadie. Los policías involucrados en la detención y asesinato de George Floyd, deben ser juzgados con estricto apego a la ley. Sus actos no tienen disculpa alguna. No obstante, la realidad es que lo que está pasando en Estados Unidos está más allá del acto en sí.

Ni duda cabe que fue un acto criminal pero no necesariamente racista. Me queda claro que el racismo es un problema cultural (así nos educaron y así educamos). Es algo que fomentamos en lo endógeno y reprobamos en lo exógeno. Por supuesto que no es algo que usted y yo hagamos, pero si nuestros vecinos. Tanto que hasta le dicen a su progenie que uno de los objetivos al buscar pareja, es el de mejorar la raza.

Así, pues, el racismo es un tema mundial que hoy traemos a la palestra debido a lo que sucedió en Estados Unidos, no obstante, es importante anotar que el acto no fue racista. Racista es el movimiento “Black Lives Matter”, ya que, en estricto sentido, todas las vidas importan e importan más allá del color de piel.

Los policías negros en Estados Unidos son los que más matan a negros… Y de nuevo, nadie protesta por eso. De 2015 a 2020, la policía en Estados Unidos ha matado a 4, 728 personas, de las cuales 2,385 eran blancas y 1,275 eran negras. ¿Qué le dice a usted esto?

Ahora bien, si lo vemos a nivel ciudadanía, descubriremos que el 90% de los negros asesinados en Estados Unidos, son asesinados por gente de raza negra. Los datos son públicos y usted los puede encontrar en Internet (estudio realizado por la Universidad de Pensilvana). Lo que le quiero enunciar con todo esto es que efectivamente estamos frente a un acto criminal, pero no racista.

La población negra representa el 13% de la población de Estados Unidos y ha sabido lograr y mantener una equidad proporcional en casi todos los escenarios. El 12% de los miembros de la Cámara de Representantes son de raza negra.

En New York, el 20% de la población es de raza negra y el 16% de los policías también.
En Atlanta representan el 52% de la población y el 58% de la policía.
En los Ángeles representan el 9% de la población y el 12% de los policías.
En Chicago representan el 30% de la población y el 25% de la policía.

El único lugar donde se da un desajuste considerable es en la población reclusa, donde representan el 40% de la población. Mas allá de este desajuste que obedece a temas ajenos al racismo, la equidad proporcional que han logrado deja entrever que las protestas obedecen más a las circunstancias (pandemia, desempleo, miedo ante el futuro) que al racismo en sí.

El encierro generó un cumulo de frustraciones en todo el mundo. Tan es así que las protestas van a gestarse en todo el mundo. Algunas usando el caso de George Floyd como pretexto. Otras se centrarán en los temas propios de sus respectivos países (desempleo; dificultad para cumplir con las obligaciones pecuniarias dentro y fuera de casa -bancos, escuelas y una suma de etcéteras más).

Es sumamente lamentable lo de George Floyd, pero por favor no se confunda. El caso está siendo usado como pretexto para poder salir a protestar, tan es así que estas no van a parar cuando condenen a los cuatro policías… El problema real es otro. Si me permite jugar con las palabras, yo le diría que el problema del problema es que la gente no sabe cuál es el problema. Y si no logramos verbalizar el problema, no lo podremos solucionar.

Los gobiernos van a ofrecer soluciones que obedecen a las protestas, pero esto equivale a resolver los síntomas, no el problema.

El problema es de futuro, pero nadie lo quiere reconocer. Lo que existe es un miedo enorme al futuro y si creen que el problema se va a resolver al reparar la injusticia que se hizo en la persona de George Floyd, pues entonces estamos en el error, porque ese no es el problema. Por supuesto que es importante resolver la injusticia cometida, no obstante, insisto: ¿en verdad usted cree que todo esto va a parar en el momento en que se condene a los culpables y se indemniza a los deudos?  

Regresemos a Estados Unidos…
Mucha gente piensa que estas cosas obedecen a una conspiración. En lo personal pienso que no cambia nada el hecho de que lo sea. Encontrar al culpable, no resuelve el problema. Lo que paso en Estados Unidos fue un estallido… Y los motines eso son: un estallido.  

El gobierno de Estados Unidos, en un ejercicio de invención para la desviación, está culpando de todo a ANTIFA, sin embargo, la realidad es que ANTIFA no existe. Lo que existe es un grupo disperso de personas que creen que creen que son antifascistas. Cuando la realidad es que solo son un grupo de individuos que están a la espera de un pretexto que les permite combatir el fascismo con fascismo. Estas personas no se identifican con el caso de George Floyd, sino con la destrucción.

Por otro lado, es menester considerar que es posible que ya una vez que estallaron las protestas y motines, haya grupos ajenos a Estados Unidos que estén capitalizando la coyuntura para mover a las masas y paralizar a Estados Unidos. ¿Por ejemplo, se ha preguntado usted el nivel de contagio del coronavirus que estas protestas pueden generar? ¿Se imagina usted lo que pasaría con la economía, si esto sucede y la forma en que colapsaría el sistema sanitario del país?

¿Quién o quiénes ganan con esto? Imposible saberlo, por lo menos no en este momento. Necesitamos un horizonte de años para poder educir quien o quienes son los que capitalizaron esto.

La lógica nos hace pensar que no son ciudadanos americanos ni grupos de poder de ese país. Nadie, en su sano juicio atenta contra sí mismo. Lo que está aconteciendo en el país afecta por igual a Republicanos y Demócratas. De estos, el que puede salir mejor parado es el partido Republicano, no obstante, dependerá de la forma en que Donald Trump regrese a la nación a un estado de orden y justicia.

Está claro que Donald Trump no tiene nada que ver con las revueltas. Cierto que es un hombre polémico y que hay mucho de él que no gusta, pero los resultados de su gestión lo habían posicionado como puntero con un 50% de intención de voto a su favor en plena pandemia. Es el único presidente en el mundo que en la pandemia logro disminuir el desempleo (13%), reactivar la bolsa de valores y con ella la economía.

No obstante, la realidad es que nada de esto va a contar a la hora de emitir el voto. Lo que va a decidir el voto es la forma en que resuelva la problemática actual.

Por último, y con el ánimo de no cansarlo, le pido que por favor tome en cuenta que el fenómeno de las protestas se va a extender en todo el mundo, y que estas poco o nada estarán relacionadas con el caso George Floyd, ya que el problema - problema es otro.

Así, pues, lo prudente es investigar, analizar los datos y poner distancia de las cosas para poder evaluar y decidir lo que es menester para poder hacerle frente a lo que vendrá.

Nos leemos en el siguiente artículo.

Jaime Ramos. 

lunes, 1 de junio de 2020

México: un caso casi ficticio.


Hablar de México, en México, es un acto suicida, ya que el mexicano no perdona que se hable mal de su país, aun cuando lo que se diga de él sea estrictamente cierto. Es por lo que en esta ocasión vamos a escribir sobre un México casi ficticio.

La clase media es la que ha conformado la sociedad y cultura de las naciones. Es un estamento que ha trabajado y trabaja con denuedo para legar a los suyos una sociedad mejor que la que ellos habitaron. Se distingue de los otros estratos por tener un pie en la realidad y otro en el ideal. Carece del frió pragmatismo de la cúpula y de la totalidad de la mente mágica de la base… Lo suyo, es lo aspiracional.

En México, país surrealista como ninguno, la clase media es ligeramente más idealista que las otras clases medias del mundo. Posee un idealismo que por antonomasia busca el deber ser de las cosas… No lo que las cosas son…, sino lo que estas deben de ser. De ahí el alto nivel de exigencia a los suyos. Los padres (madre y padre) tienen en mente un solo objetivo: que sus hijos sean y logren más que lo ellos fueron y lograron,

La clase media determino el acontecer social, económico, político, cultural y religioso del siglo XX. No obstante, con la llegada del nuevo siglo, las clases media de todo el mundo ralentizaron su avance. La explosión demográfica se dio en las bases, no en la clase media.  
Si bien es cierto que este fenómeno se dio en todo el mundo, en México tuvo una connotación especial, ya que México es, ante todo, varios México. Usted me podrá argumentar, y con justa razón, que en todos los países existen visiones e interpretaciones del país en función de su geografía, y es cierto. Sin embargo, en nuestro caso la diferenciación ha sido ligeramente más acusada que en el resto del mundo.

André Breton, padre del surrealismo, al termino de su azarosa visita a nuestro país, concluyó lo siguiente: “No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo”. Y usted, querido lector, sabe que es cierto…
“En México, lo absurdo, es real”. Y una prueba de ello es el actual presidente del país.  

Para explicar lo que está aconteciendo, nos es menester centrarnos el mexicano de la calle. El de la base, el que es mayoría. No en el aspiracional ni tampoco en ese que construye una ciudad americana o Europea en su ciudad, para sentir que, urbanísticamente, vive en otro país. Y la razón por la que no nos vamos a centrar en ellos es porque el hacer político de estos estratos se circunscribió, hasta antes del actual presidente, a la crítica, y, en ocasiones, al voto.

Es importante aclarar que aun cuando vamos a hablar del mexicano de la calle, todos, de alguna manera u otra, encajamos en él.

En una encuesta que realizo el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, resultó, que más allá del nivel socioeconómico y del grado académico de los encuestados, el 75% de ellos estaba dispuesto a pedirle un favor a la Virgen de Guadalupe y el 50% de ellos estaba convencido de la existencia del infierno… Así, pues, todos, en mayor o menor medida, encajamos en él.

Cabe aclarar que no vamos a hablar de patriotismo (enfermedad que se cura viajando), ni de nacionalismos exacerbados. Vamos a ilustrar lo que el mexicano es, consciente de que las generalidades no explican las particularidades, ni las particularidades a las generalidades.

Tarde o temprano, cada fantasía encuentra su límite: la realidad.
Hay gente a la que pareciera que la realidad le produce asma…, al grado que hasta batallan para respirar. Así entonces, inhalemos profundo y entremos al caso México.

El Mexicano, en todo su decir, está en lo plural: la familia, la sociedad, los otros… En su hacer, en lo individual: es egotista, centrípeto, envidioso y exacerbadamente individualista. Lo mismo acaece con el tema de su supuesta felicidad. En lo público, es feliz; en lo privado, en lo intrínseco, en lo que no comenta y guarda para sí: triste, frustrado y desgraciado.

El mexicano, por antonomasia, se siente oprimido, limitado. Es un sentimiento que viene de antaño. Desde la  conquista. La historia que el mexicano se cuenta de sí mismo es de vejaciones, de abusos. Aún no perdona la conquista ni el oro que estos se llevaron. Por supuesto que ya pasaron quinientos años, pero para el mexicano de la calle, que solo tiene pasado, esto sucedió ayer.

Nada desea y teme más que el poder. Sueña con ser poderoso, aun cuando no sepa qué hacer con el poder. Esta es la razón por la que en México las series de narcotraficantes tienen tanto éxito. Porque quieren ser como el de la pantalla, y huelga decir que no por el respeto, sino por el temor.

No desean el poder para construir, sino para servirse de él. Lo que buscan son los beneficios del puesto, no sus responsabilidades. Al hombre de poder, los beneficios no le preocupan, los ve como una resultante de su hacer. Lo que le preocupa es construir algo que trascienda más allá de él mismo. El débil no piensa en eso. Lo que busca es que le sirvan, que lo adulen, que le den el reconocimiento que no encuentra en si mismo. El primero, construye; el segundo, destruye.

La admiración es el disfraz elegante de la envidia, y esta, como en todo, tiene dos connotaciones, la del capaz y la del incapaz. El capaz usa la admiración como acicate. Es lo que le impele a estudiar, igualar y mejor lo hecho. El incapaz, por el contrario, se limita a destruir todo aquello que no puede construir. No olvidemos que antropológicamente, la gente solo crítica y destruye aquello que admira y necesita y no puede tener.

Así, pues, el incapaz de lo único que es capaz, es de destruir todo aquello que no puede construir. Sirva, para ilustrar lo anterior, el caso de ese que consciente de sus incapacidades, lo primero que hace al llegar al poder, es demostrar que el poder lo tiene él, para lo cual cancela el Aeropuerto; las Estancias Infantiles y una suma de etcéteras más.

Por supuesto que este es un caso casi ficticio, no obstante, lo importante es que nos deja ver lo que haría un hombre chiquito en la presidencia de un país, al grado, incluso, de que podría llegar a considerar la idea de cambiar los indicadores de desarrollo internacional, creando otros que se ajusten a sus incapacidades. Ya sé que usted consideraría esto como un desvarío de mi mente, sin embargo, me lo crea o no, esto pasa en los casos de ficción. 

La razón por la que un hombre así podría hacer todo esto, es porque junto a él hay millones de personas que lo apoyan debido a que ven en él, a ese que ellos quisieran ser… Alguien que, en nombre de ellos, pueda destruir los símbolos de poder. No importa que la destrucción los lleva a la ruina, mientras la ruina sea pareja.  

Es importante entender que antropológicamente el éxito de unos acusa el fracaso de otros, razón por lo que la destrucción es muy importante. Es algo que les permite demostrarle a los que pueden, que ellos también pueden.

El mexicano se siente explotado por sus padres, sus parientes, sus hermanos mayores, sus jefes, sus gobernantes y una suma de etcéteras más. Incluso se siente explotado hasta por la traidora suerte, la cual prefiere más a unos que otros. Por eso se regodea cuando la vida le da la oportunidad de ver que le va mal a esos que, en apariencia, les va bien.

Dese la antropología todos somos iguales, desde la psicología, no. A la igualdad le exigimos que nos iguale por lo bajo, no por lo alto. En otras palabras, somos iguales solo sí el exitoso baja a nuestro nivel, no si este nos invita a trabajar como lo hizo él para ganar lo que gana él.

A ninguno de los que en este país proclama la igualdad, se le ocurre pensar que Benito Juárez, Porfirio Días y todos los intelectuales y políticos de la época, venían de la más infinita miseria humana y económica, y que con estudio y trabajo llegaron a donde llegaron.

En México soñamos con encontrar la riqueza, no con producirla. Encontrarla a través de la Lotería; Me late; Pronósticos; Casinos, dádivas de gobierno y demás estulticias. Sin embargo, la realidad es que la riqueza se crea transformando una cosa en otra (materia prima en producto terminado), pero para esto es menester trabajar con inteligencia y voluntad, y estar conscientes de que la riqueza es algo que se crea al paso de los años y de las generaciones.

Al no encontrar la riqueza, pero si a un hombre que promete igualar por lo bajo a los de arriba, la base se volcó en él. AMLO llego al poder porque supo explotar el rencor de la base. A esta no le importo si este tenía la capacidad de sacarlos de la pobreza. Lo que le importo es que este iba a poner en su lugar a los de arriba. Así, pues AMLO centro y centra su estrategia en dos argumentos capitales: Buscar Culpables y Hacer Promesas.

En la política, el Nacionalista difumina sus incapacidades en la búsqueda de enemigos externos: China; Irán; OMS. El Socialista, en los enemigos internos: Fifis; Neoliberales; Conservadores. La promesa, en ambos casos, es que cuando se logre destruir a los culpables, las cosas se arreglarán por sí solas.

El Nacionalista rompe acuerdos para crear riqueza en el corto plazo. No es económicamente la mejor estrategia, ya que las afectaciones a futuro son inestimables, pero genera votos. El Socialista, en cambio, crea escases. Es tan bueno en esto que, si el socialismo se diera en el desierto del Shara, escasearía la arena.

La razón por la que López Obrador gano y conserva el favor y fervor de los suyos, es porque tuvo y tiene el olfato político para identificar y explotar los rencores reales e imaginarios de la base, así como las fantasías de agresión que estos tienen con todo aquello que representan las estructuras de poder.

Todas las mañanas le demuestra a su base que él no se subordina, que son los otros los que le tienen miedo a él. Les dice que los ricos no pagan impuestos y amenaza con dar sus nombres; que los doctores son mercantilistas; que los letrados y científicos se sienten más que los demás y que los medios (radio, prensa y televisión) que ayer eran intocables, hoy se someten a él.

Desconfianza ancestral.
Cierto que el mexicano desconfía de todos. Desconfianza que se acrecienta si el otro es foráneo y se agudiza si es extranjero. Con este mantiene una relación de odio – amor. Quiere lo mejor de él, sin que ello implique que el extranjero tenga derecho a pedir algo de él.  

El indio desconfiaba del indio que no pertenecía a su etnia, ya que estos son los que ayudaron o se resistieron a Cortes; además, desconfiaba del mestizo, ya que este no era indio. El mestizo desconfiaba del indio debido al rechazo que este hacía de él, así como del criollo y del español que lo segregaban, El criollo desconfiaba de todos ellos y del español. Y éste último, de todos los anteriores. 

Somos un país que disfraza su racimos de clasismo, cosa que AMLO supo explotar. Tanto que logro que la lidia sea interna. Tan es así que los mexicanos ya no se quejen de Donald Trump (el extranjero por excelencia). Se quejan de los fifis y estos de los chairos. Los chairos argumentan que los fifis no pagan impuestos y que son corruptos; y los fifis se quejan de la ignorancia y cerrazón de los chairos.

Es tan brillante que logro que el narcotráfico pase a segundo término. A estos los deja hacer y ellos lo dejan hacer. Él cumple con su parte: que el pueblo ya no los vea como enemigos, y ellos con la suya, sostenerlo en el poder.

¿Se va a dar el cambio? Sí. ¿Cuando? Eso es lo que debemos de definir. El mexicano carece de sentido de urgencia. Esta cierto que todo se va a arreglar con el tiempo y un ganchito. Su resignación es magnánima y se siente orgulloso de ella. En otras palabras, si deseamos un cambio, lo debemos propiciar o esperar a que el tiempo se tome su tiempo, con el consabido costo social y económico.

Cuando dejas de conquistar, aceptas ser conquistado.
Antaño, la clase media era la que creaba sociedad. Lo hemos dejado de hacer. Nuestro ejercicio político se centró en la crítica, no en el aporte. Nos dedicamos a lo que pensamos que teníamos que hacer: crear, para los nuestros, un futuro que dependiera más de nosotros que del político de turno.

Así, el México de hoy es el resultado de nuestro accionar. Dejamos de conquistar y nos conquistaron. Así, úes, tenemos dos opciones: o le damos tiempo al tiempo o empezamos a trabajar con miras a las elecciones intermedias.

Cierto que hay otros factores, como son las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la cuales cada vez se ven más complejas, ya que ninguno de los candidatos representa en este momento el sentir de la gente, amén de que las protestas van a ir en aumento, tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

Un cambio en la presidencia del vecino país del norte debilitaría la posición de AMLO. Este se vería obligado a rectificar muchas de sus decisiones, empezando por el respeto a las leyes que fomentan la inversión.  

Otro factor son nuestros problemas internos, los cuales se van a acusar en no más de dos meses: desempleo galopante; falta de dinero; incremento de la pobreza; inseguridad a niveles no vistos. Con una Guardia Nacional que será usada contra los civiles y no contra la delincuencia organizada, la cual cada vez estará más fortalecida.

La clase media debe salir a la calle; buscar a sus representantes (alcaldes, diputados, senadores, gobernadores) y salir a la calle con ellos. Inundar las redes sociales y los mass media con “indicadores duros”, con el fin de que los políticos (animales con alto sentido de la oportunidad), aprovechen la coyuntura y ganen posiciones en ambas cámaras, para lograr un correcto equilibrio de poderes.

Cuando esto suceda, la base es la que va a frenar a AMLO y con él todos los que centran su fe en lo que este les dice y no en lo que la realidad les muestra.

En síntesis… O esperamos a que las cosas sucedan o hacemos que las cosas sucedan.
Esta en nosotros.

Nos leemos en el siguiente artículo.