No vamos a
hablar aquí del amor como abstracción, de eso ya hablamos en otro artículo.
Aquí de lo que vamos a hablar es del amor de pareja y de la forma en que los
jóvenes van a enfrentar la posibilidad de la unión en tiempos del COVID 19.
El
coronavirus ha trastocado tantas cosas que incluso el amor se ha hecho digital,
sin embargo, este amor, visto desde la antropología, tiene pocas posibilidades
de ser.
Es
importante anotar que una cosa es el amor y otra muy distinta los amores o historias
de amor. Estas, por lo general, tienen de todo menos amor. El amor no tiene
historia. El amor es, se vive y se construye en el día a día. Cuando la persona
con la que usted habla solo tiene historias de amor, es porque lo único que no
tiene…, es amor.
Comentó
esto debido a que es muy posible que el amor digital (si a eso se le puede
llamar amor) le ha ayudado a algunas personas a tener con quien platicar de ese
algo más que las cuatro paredes de su cotidiano vivir. Otros seguramente encontraron
en él un medio por el cual lograron paliar su soledad con la soledad del otro, sin
embargo, para los más, ha sido un entrar y salir de algo que, en estricto
sentido tiene pocas posibilidades de ser.
Cierto que
es muy posible que en este andar nos topemos con una que otra persona que logro
consolidar un amor digital, sin embargo, serán la excepción, no la norma. El amor
digital es una abstracción, una idea… Una construcción mental que obedece más a
las necesidades del amante que a la realidad del amado.
En el amor
digital, ese otro u otra que hemos construido en nuestra mente, toma dimensiones
que están más allá de la realidad, al grado que deformamos sus palabras para
hacer de ellas un cuerpo y de su imagen una poesía, sin embargo, la realidad es
que no sabemos nada de ese supuesto ser amado… No sabemos si el olor de su piel
nos embarga, si su cuerpo nos salva, si su voz nos acoge y nos lleva a casa… De
ese otro, lo único que tenemos, es una abstracción.
Amor que
no se escribe en la piel, no es amor.
El amor de
pareja se sostiene en una triada que es indivisible. Cuando falla uno de sus
pilares, falla todo. La relación se convierte en otra cosa, pero no en amor.
En el amor
antropológico nos es menester que nos trastorne la piel del otro, que nos exceda,
que nos incendie a tal grado que con una sola caricia podamos dibujar en su piel…,
el mapa de nuestra locura. Tan es así, que podemos tener noventa años y sentir
la necesidad de hacer tierra, de tocar al ser amado. Es tan importante la piel
del otro, que las parejas al dormir tienen una enorme necesidad de hacer
contacto con los pies… No para saber si el otro está ahí (lo está), sino para
decirse a sí mismo: te puedes dormir, estas en casa.
Esto que
parece insustancial, no lo es. Tan no lo es que las parejas empiezan a darse
cuenta de que las cosas no están bien entre ellos, por el simple roce de los pies
a la hora de acostarse. Cuando usted busca con los pies a su pareja y esta
rechaza el contacto, es que algo está muy mal. Es la manifestación de algo que aún
no han llevado a la razón, pero que el cuerpo expresa.
Es el
momento de hacer un alto en el camino y preguntarse qué es lo que usted ha
dejado de hacer o lo que debe de hacer para recuperar ese contacto… Y ya una
vez que tenga clara su parte, entonces y solo entonces estará en posibilidad de
hablar con su pareja.
Por
supuesto que la piel no lo es todo, se requiere de algo que está más allá de la
piel para que el amor sea amor. La piel, aunque esencial, es tan solo uno de
los tres pilares del amor antropológico. Necesita de los otros dos para su consolidación.
La piel
atrae la mirada, pero no la retiene.
Lo que retiene la mirada del otro es la personalidad y esta es el resultado de la conjunción de dos elementos:
Lo que retiene la mirada del otro es la personalidad y esta es el resultado de la conjunción de dos elementos:
1)
La
forma que la persona tiene de ver, observar, pensar, decidir y operar el mundo;
2)
La
forma en que el individuo se porta a sí mismo (porte, elegancia, clase,
léxico).
Una se
alimenta de la otra y así subsecuentemente… Mejora el lenguaje de la persona
(por mencionar un solo ejemplo) y en ese instante mejora el tipo de personas
con las que el individuo se relaciona, y por ende la forma de observar, pensar,
decidir y operar el mundo, y con ello, la forma de portarse a sí mismo… Cambia el
entorno, cambia la persona.
Lo
paradójico de esto es que: “lo único que nadie te da, nadie te quita y desaparece
contigo al morir, es la personalidad, y es lo único que nunca trabajas, aun
cuando esta es la llave del éxito”.
Todo lo
arriba mencionado tiene que ver con la forma en que el individuo educa a su cerebro,
lo cual es de suma importancia, ya que, amén de ayudarle a crear una ventaja
competitiva en la vida, es también el segundo pilar del amor antropológico.
Si en el
otro solo hay piel, la relación muere con ella, ya que esta está basada en el instinto…,
y este se satisface al consumarlo. En el amor antropológico la piel necesita
del cerebro tanto como el cerebro de la piel. Uno y otro están íntimamente
ligados.
Es
importante no confundirse en lo referente al cerebro, ya que usted se puede sentir
atraído por su polo opuesto, pero recuerde que polos opuesto se traen, pero no
se retienen (no tienen nada en común). En el amor, el cerebro del otro no solo
nos debe atraer, nos debe atrapar. Un cerebro que no te atrapa, no te
retiene.
En más de
una ocasión ha asistido usted a alguna junta o reunión donde el cerebro del
otro le atrae de sobremanera, pero es una atracción que obedece a la
circunstancia. Tan es así, que al paso del tiempo la experiencia se difumina, llegando,
en el mejor de los casos, a convertirse en una anécdota. En estos casos, el
cerebro le atrajo, pero no le atrapo.
Pareja
viene del latín par. Así, pues, la pareja es pareja solo en la medida
que es mi par… El otro, en estricto sentido, es un yo mismo, pero
mejorado. Si el otro no nos mejora, no nos podrá retener. Sera una liga de
días, meses o años, pero jamás una pareja.
Es
importante anotar que cuando el cerebro es lo único que nos atrapa del otro,
estamos ante una amistad, pero no una relación y mucho menos una pareja.
El tercer
pilar de la triada es el alma (el ser del otro). En el amor, lo importante no
es quien estar, sino con quien Ser.
Una relación
toxica es aquella donde la piel del otro nos trastorna de tal manera que nos es
imposible no gravitar hacia ella. En ella se dan piel y el cerebro, pero no el Ser,
ya que para poder estar con ese otro que no es nuestra Otredad, nos es
necesario dejar de ser lo que somos para ser aquello que no somos.
La
felicidad necesita para ser, de la plena expresión del Ser.
Cuando una
persona no puede expresar su ser debido a que al otro todo le parece mal, la
persona se disminuye o huye. Esto no significa que con todo aquel con quien uno
pueda expresar el ser puede llegar a ser nuestra pareja. Para que así sea es menester
que además de poder volcar el ser en el ser del otro, nos trastorne su piel y su
cerebro.
El amor,
en cuanto amor, es centrifugo. Sientes una ingente necesidad de salir de ti
para ir al otro. Te es menester olerlo, tocarlo, sentirlo, saberlo… Y eso es algo
que no es factible en lo digital. Ahí, a lo más que podemos llegar es a elaborar
una bella abstracción del otro, la cual es posible que pueda devenir en una relación
racional, o, que cuando se conozcan, se de todo lo demás.
Así, pues,
el amor para ser amor necesita de piel, alma y cerebro. Cuando
falla una de estas, falla todo, por el contrario, cuando esto se da, se da
todo. Nada ni nadie podrá alejarlo de ese amor. Es un amor de vida. Un amor que
enfrentara reveses y probablemente dolorosas separaciones en el tránsito de la
unión, pero ya una vez que este se da, se da para toda la vida.
El amor
en tiempos del coronavirus.
La
relación de pareja ha venido sufriendo los ajustes propios de la dinámica de
los tiempos, no obstante, la irrupción del COVID a nuestra vida, va a hacer que
la relación cambie en lo fundamental.
Los
matrimonios de la gran mayoría de nosotros son muy parecidos a los de nuestros
padres y abuelos. Si estos tuvieran la oportunidad de regresar del más allá, lo
más probable es que encontrarían que nuestra relación es muy similar a la que
ellos tuvieron. Una relación en donde lo importante para la pareja…, era la pareja.
El trabajo
lo veían como algo importante pero secundario, ya que lo vital era la unión y
la familia que se iba crear con esa unión. El trabajo era el medio por el cual
se construía la plataforma que necesitaba la familia para vivir y proyectar a
los hijos, pero el objetivo eran la pareja e hijos.
Por
supuesto que era muy importante lograr medios mejores a los que la pareja tuvo
de origen, sin embargo, y sin ánimo de ser reiterativo, el objetivo era la
pareja y la familia que con esta se creaba, no el trabajo.
Me queda
claro que las penas con pan son buenas y con mantequilla, mejores. Sin embargo,
las parejas, mientras se tuvieran la una a la otra podían hacerle frente a
cuanta crisis se presentará. Esto no quiere decir que la vida era más fácil,
simplemente que para la pareja lo importante era la pareja.
La llegada
del COVID a nuestras vidas, cambio de la noche a la mañana el horizonte de las
personas que desean establecerse como pareja. Para estas va a ser más
importante asegurar el sustento, no porque al amor haya disminuido o esté
tomando otras características, el amor ha sido, es y será el mismo… Lo que no
es lo mismo, es el entorno.
La humanidad
ha pasado por momentos más difíciles que este (pestes, guerras, hambrunas), sin
embargo, esta es la primera vez que el mundo se detiene noventa días. El
impacto fue tal, que el mundo previo al COVID, ya pertenece a la historia.
Los jóvenes
que se habían independizado están regresando a casa de sus padres ante la
imposibilidad de pagar una renta. Los que estaban próximos a independizarse están
dando marcha atrás, sin tener una idea de hasta cuándo podrán lograr la ansiada
independencia.
Algunos
que se habían independizado para irse a vivir en pareja, están separándose para
poder regresar a casa de sus respectivos padres. Son parejas que no han dejado
de amarse, simplemente la economía se paró. Y aun cuando muchos piensan que
esto es temporal (y lo es), la realidad es que la recuperación va a ser lenta,
dolorosa y onerosa.
Todos los
que han tenido o tienen negocio, saben que van a necesitar de siete a diez años
de duro trabajo para alcanzar los niveles que tenían antes de la cuarentena.
Por supuesto que este un plazo optimista, pero acudo a la gracia del lector
para que me permita el uso arbitrario de este plazo, y más cuando en muchos
giros se van a requerir hasta veinte años para la recuperación.
El amor
en los jóvenes.
Los
jóvenes que tuvieron la suerte de contar con unos padres que les enseñaron a escuchar
el instinto y a dirigirlo desde la razón, se verán en la necesidad de invertir
los términos pareja – trabajo por el de trabajo – pareja. Para ellos va a ser
muy importante asegurar el sustento, ya que este va a ser el medio que les
permita coronar la posibilidad de la unión.
Me queda
claro que los jóvenes encontraran las formas y maneras de resolver esto, sin
embargo, pienso que la unión formal de las parejas es algo que corre el riesgo
de ralentizarse. Las parejas pensantes, sin dejar de amarse, van a trabajar
para construir los escenarios que necesitan para su unión, cosa que seguramente
estaban haciendo…, en un mundo que ya cambio.
También es
muy posible que muchos opten por construir una pareja a distancia, sin embargo,
esto, antropológicamente, tiene pocas / nulas posibilidades de ser.
Usted
puede viajar o ser transferido a otra ciudad o país y la relación va a
continuar, pero para que se corone es menester que ambos definan una fecha de
unión. Ya sea que usted regrese o que su pareja se mude al lugar donde vive
usted, pero la pareja, en cuanto tal, necesita estar unida, de lo contrario,
será cualquier cosa menos pareja.
Hay
personas que tienen una relación a distancia y así se sienten bien. Otras que se
ven de vez en vez y están a gusto, y otras en las que cada uno vive en su casa,
sin embargo, estas personas lo que tienen es una relación, pero no una pareja…
Y no está mal, mientras estén conscientes de ello, ya que así dirigirán la
relación como lo que es: una relación…, no una pareja.
Recuerde
que las cosas cuando las nombra, ya no tienen retorno. Por ello es muy
importante llamar a las cosas por su nombre. Si usted a la relación la llama como
tal, jamás pedirá ni dará más que lo que demanda cualquier relación. Por el
contrario, si lo que tiene es una pareja y la nombra como tal, ambos pedirán y
darán lo propio de una pareja.
El
secreto de todo está en el origen.
Si usted
de origen busca una relación, siempre, aun cuando no esté consciente de ello,
dirigirá el proceso como lo que es: una relación. Si de origen busca una
pareja, desde el día uno empezará a construir el vínculo que coadyuve a la unión.
Una es la
forma en que usted se relaciona con la transitoriedad y otra la forma en que se
relaciona con la permanencia. El problema es cuando confundimos una con otra.
Esto es
muy importante entenderlo porque si lo que busca es una pareja, deberán
trabajar codo a codo para lograr lo más pronto posible la unión. Si lo busca es
una relación, entonces diríjala como tal, sin esperar de la relación más que lo
esta es…, una relación.
Por último, el crecimiento real del ser humano se da en PAREJA, jamás en relación. No quiere decir que usted no vaya a crecer estando en una relación, por supuesto que lo va a ser, pero va a depender única y exclusivamente de usted y no de la suma de dos. Crecerá, sí…, pero jamás como lo hará en pareja.
Por último, el crecimiento real del ser humano se da en PAREJA, jamás en relación. No quiere decir que usted no vaya a crecer estando en una relación, por supuesto que lo va a ser, pero va a depender única y exclusivamente de usted y no de la suma de dos. Crecerá, sí…, pero jamás como lo hará en pareja.
La pareja
es origen motor y destino.
Nos leemos
en el siguiente artículo.
Estimado Jaime. Admiro mucho tu trabajo y el bien que haces compartiendo tu pensamiento. Quiero pedirte por favor que escribas un articulo tratando el tema de las "malas rachas". Ojala puedas hacerme ese gran favor.
ResponderBorrarPublicado está.
ResponderBorrarGracias por la sugerencia.