lunes, 8 de junio de 2020

Las protestas en Estados Unidos.

Somos, visto desde la antropología, individuos en lo individual, animales en lo grupal.
La estructura societaria se ha constituido desde el principio de los tiempos en tres estamentos humanos: el Hombre Masa (consume y opera); el Periférico (gobierna y vigila) y el Anómalo (crea el mundo en el que viven los demás). De estos tres, solo el Hombre Masa, valga la redundancia, se masifica. Los otros dos, ni por equivocación se sumarían a una masa. Apartarse es preferirse… Y estos se prefieren sobre los demás.

El Hombre Masa, en lo grupal, se animaliza. Todo en él es impulso, emoción. Una emoción que se nutre de las emociones de la Masa. De esos que, como él, obedecen al momento. Le embriaga el poder destruir lo que le rodea sin consecuencia alguna. La destrucción es el medio por el cual canaliza la frustración que le genera su irrealización.

Siempre le sobra el tiempo al que no tiene nada que hacer.
El Hombre Masa se suma a la masa debido a que carece de proyecto, de identidad. El que tiene proyecto no tiene tiempo para andar en la Masa.

Solo se suma a la Masa aquel que carece de proyecto…, de ese algo que le da un sentido de misión a su vida. Y eso es lo que hace la Masa: ofrece un falso proyecto y una falsa identidad. El proyecto de la Masa lo exime de resolver su intrínseca necesidad (su subsistencia y la de los suyos), al tiempo que le da una falsa identidad, ya que la Masa le hace sentir que pertenece a algo más grande que él. No obstante, la realidad es que, al apagarse la Masa descubrirá que sus problemas se han agravado, tanto en casa con los suyos como con él mismo.

El Hombre Masa encuentra en la revuelta el medio por el cual canaliza su frustración. En otras palabras, lo que le impele a la acción no es la convicción de que con sus actos va a construir una mejor sociedad y/o resolver su situación, ni tampoco la aparente rabia e indignación ante el agravio de un semejante, sino la posibilidad de hacer todo aquello que jamás se atrevería a hacer en individual.

Por favor no me mal entienda… Una cosa es la protesta pacífica y otra el motín vandálico. El motor de la protesta pacifica es la indignación; la del motín, la destrucción. La protesta pacífica, genera cambios; la violenta, represión. Mahatma Gandhi doblego al imperio más poderoso de su tiempo y lo hizo a través de la protesta pacífica. Fue tal el nivel de indignación que esta genero a nivel mundial, que el imperio no tuvo otra opción más que reparar el agravio.

La protesta violenta, en cambio, contagia violencia, amén de que prende en las autoridades de todos los países, un alto sentido de alerta y represión, ya que lo que menos desean es que acontezca en su país lo que acontece en el otro.

Los seres humanos somos agresivos por instinto, violentos por cultura.
Estados Unidos es un país violento. Lo es desde su génesis. Los ingleses no colonizaron, exterminaron a los habitantes de las tierras que conquistaron. La violencia está en sus orígenes. Tanto que es un país en el que hay cien millones más de armas que número de habitantes. Es el único país del mundo en el que se da este fenómeno.

La policía en Estados Unidos ha sido, es y será violenta. Ningún policía en su sano juicio se atrevería a enfrentar las situaciones del día a día, pensando que su vida no esta en peligro. No obstante, una cosa es actuar consciente del peligro y otra muy distinta asesinar a una persona.

La policía es violenta y lo es más allá de las razas o color de piel. El 31% de las personas asesinadas sin ningún tipo de arma en una detención son de raza negra. El otro 69% son blancos, hispanos, asiáticos y musulmanes…. Y las vidas de ellos también importan y nadie esta protestando por eso.

En Estados Unidos de cada 10 millones de habitantes, 28 mueren asesinados por la policía en el momento de la detención; 30 en México; 35 en Colombia y 110 en Honduras. Y en todos los países mencionados, el 99% de los asesinatos quedan impunes.

No busco excusar a nadie. Los policías involucrados en la detención y asesinato de George Floyd, deben ser juzgados con estricto apego a la ley. Sus actos no tienen disculpa alguna. No obstante, la realidad es que lo que está pasando en Estados Unidos está más allá del acto en sí.

Ni duda cabe que fue un acto criminal pero no necesariamente racista. Me queda claro que el racismo es un problema cultural (así nos educaron y así educamos). Es algo que fomentamos en lo endógeno y reprobamos en lo exógeno. Por supuesto que no es algo que usted y yo hagamos, pero si nuestros vecinos. Tanto que hasta le dicen a su progenie que uno de los objetivos al buscar pareja, es el de mejorar la raza.

Así, pues, el racismo es un tema mundial que hoy traemos a la palestra debido a lo que sucedió en Estados Unidos, no obstante, es importante anotar que el acto no fue racista. Racista es el movimiento “Black Lives Matter”, ya que, en estricto sentido, todas las vidas importan e importan más allá del color de piel.

Los policías negros en Estados Unidos son los que más matan a negros… Y de nuevo, nadie protesta por eso. De 2015 a 2020, la policía en Estados Unidos ha matado a 4, 728 personas, de las cuales 2,385 eran blancas y 1,275 eran negras. ¿Qué le dice a usted esto?

Ahora bien, si lo vemos a nivel ciudadanía, descubriremos que el 90% de los negros asesinados en Estados Unidos, son asesinados por gente de raza negra. Los datos son públicos y usted los puede encontrar en Internet (estudio realizado por la Universidad de Pensilvana). Lo que le quiero enunciar con todo esto es que efectivamente estamos frente a un acto criminal, pero no racista.

La población negra representa el 13% de la población de Estados Unidos y ha sabido lograr y mantener una equidad proporcional en casi todos los escenarios. El 12% de los miembros de la Cámara de Representantes son de raza negra.

En New York, el 20% de la población es de raza negra y el 16% de los policías también.
En Atlanta representan el 52% de la población y el 58% de la policía.
En los Ángeles representan el 9% de la población y el 12% de los policías.
En Chicago representan el 30% de la población y el 25% de la policía.

El único lugar donde se da un desajuste considerable es en la población reclusa, donde representan el 40% de la población. Mas allá de este desajuste que obedece a temas ajenos al racismo, la equidad proporcional que han logrado deja entrever que las protestas obedecen más a las circunstancias (pandemia, desempleo, miedo ante el futuro) que al racismo en sí.

El encierro generó un cumulo de frustraciones en todo el mundo. Tan es así que las protestas van a gestarse en todo el mundo. Algunas usando el caso de George Floyd como pretexto. Otras se centrarán en los temas propios de sus respectivos países (desempleo; dificultad para cumplir con las obligaciones pecuniarias dentro y fuera de casa -bancos, escuelas y una suma de etcéteras más).

Es sumamente lamentable lo de George Floyd, pero por favor no se confunda. El caso está siendo usado como pretexto para poder salir a protestar, tan es así que estas no van a parar cuando condenen a los cuatro policías… El problema real es otro. Si me permite jugar con las palabras, yo le diría que el problema del problema es que la gente no sabe cuál es el problema. Y si no logramos verbalizar el problema, no lo podremos solucionar.

Los gobiernos van a ofrecer soluciones que obedecen a las protestas, pero esto equivale a resolver los síntomas, no el problema.

El problema es de futuro, pero nadie lo quiere reconocer. Lo que existe es un miedo enorme al futuro y si creen que el problema se va a resolver al reparar la injusticia que se hizo en la persona de George Floyd, pues entonces estamos en el error, porque ese no es el problema. Por supuesto que es importante resolver la injusticia cometida, no obstante, insisto: ¿en verdad usted cree que todo esto va a parar en el momento en que se condene a los culpables y se indemniza a los deudos?  

Regresemos a Estados Unidos…
Mucha gente piensa que estas cosas obedecen a una conspiración. En lo personal pienso que no cambia nada el hecho de que lo sea. Encontrar al culpable, no resuelve el problema. Lo que paso en Estados Unidos fue un estallido… Y los motines eso son: un estallido.  

El gobierno de Estados Unidos, en un ejercicio de invención para la desviación, está culpando de todo a ANTIFA, sin embargo, la realidad es que ANTIFA no existe. Lo que existe es un grupo disperso de personas que creen que creen que son antifascistas. Cuando la realidad es que solo son un grupo de individuos que están a la espera de un pretexto que les permite combatir el fascismo con fascismo. Estas personas no se identifican con el caso de George Floyd, sino con la destrucción.

Por otro lado, es menester considerar que es posible que ya una vez que estallaron las protestas y motines, haya grupos ajenos a Estados Unidos que estén capitalizando la coyuntura para mover a las masas y paralizar a Estados Unidos. ¿Por ejemplo, se ha preguntado usted el nivel de contagio del coronavirus que estas protestas pueden generar? ¿Se imagina usted lo que pasaría con la economía, si esto sucede y la forma en que colapsaría el sistema sanitario del país?

¿Quién o quiénes ganan con esto? Imposible saberlo, por lo menos no en este momento. Necesitamos un horizonte de años para poder educir quien o quienes son los que capitalizaron esto.

La lógica nos hace pensar que no son ciudadanos americanos ni grupos de poder de ese país. Nadie, en su sano juicio atenta contra sí mismo. Lo que está aconteciendo en el país afecta por igual a Republicanos y Demócratas. De estos, el que puede salir mejor parado es el partido Republicano, no obstante, dependerá de la forma en que Donald Trump regrese a la nación a un estado de orden y justicia.

Está claro que Donald Trump no tiene nada que ver con las revueltas. Cierto que es un hombre polémico y que hay mucho de él que no gusta, pero los resultados de su gestión lo habían posicionado como puntero con un 50% de intención de voto a su favor en plena pandemia. Es el único presidente en el mundo que en la pandemia logro disminuir el desempleo (13%), reactivar la bolsa de valores y con ella la economía.

No obstante, la realidad es que nada de esto va a contar a la hora de emitir el voto. Lo que va a decidir el voto es la forma en que resuelva la problemática actual.

Por último, y con el ánimo de no cansarlo, le pido que por favor tome en cuenta que el fenómeno de las protestas se va a extender en todo el mundo, y que estas poco o nada estarán relacionadas con el caso George Floyd, ya que el problema - problema es otro.

Así, pues, lo prudente es investigar, analizar los datos y poner distancia de las cosas para poder evaluar y decidir lo que es menester para poder hacerle frente a lo que vendrá.

Nos leemos en el siguiente artículo.

Jaime Ramos. 

2 comentarios:

  1. Me alegra ver que sigue publicando y con más frecuencia, espero nos cuente en unos años qué beneficios y aprendizaje le trajo este mar revuelto que estamos viviendo
    Gracias por compartir sus ideas Jaime
    Saludos

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  2. Agradezco en mucho sus letras y tiempo.

    Efectivamente, estamos ante el nacimiento de un Nuevo Orden y este nos va a dar la oportunidad de aprender nuevas formas.

    Gracias mil.

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Comentarios y sugerencias