jueves, 4 de junio de 2015

El Ser en la entrevista antropológica.

El Ser como motor antropológico.
En los artículos sobre la entrevista antropológica explicamos que en esta se exploran varias áreas del quehacer humano:

Los Motores Antropológicos, eso que nos lleva a la acción;
Las Motivaciones, eso que aún no somos pero que quisiéramos ser;
Los Perfiles Antropológicos, el Ser y Hacer como unidad. Nuestro modo específico de organización.

Vamos a empezar con los Motores Antropológicos: Ser, Hacer, Tener. Centrándonos en esta primera entrega en el Ser.

Motor Antropológico: El Ser.
En la vida lo mismo que te lleva al éxito, te lleva al fracaso.
El motor antropológico es aquello que de natura nos lleva a la acción. Aquello hacia lo que gravitamos de manera natural.


Este motor (el Ser) tiene que ver con lo humano, con sus formas de expresión, manifestaciones, límites y potencias.

A las personas que tienen el Ser como motor, lo que les mueve a la acción es el otro. Sus alegrías, penas, tristeza y penurias. Son personas sensibles, románticas y con una nobleza que en ocasiones frisa en la ingenuidad.

Son personas que gravitan sobre los demás. Lo que realmente les importa es el Otro, su semejante. Los procesos, sistemas, logros y beneficios son importantes, pero no prioritarios. Lo prioritario en él son esos otros que si son sus otros (pareja, familia, parientes), y esos otros que no son sus otros (amigos, conocidos y desconocidos).

Algunos de ellos son selectivos, por lo que canalizan su energía y emociones hacia esos otros que si son sus otros, mientras que los no selectivos amplían su horizonte de acción, involucrándose hasta con aquellos no son sus otros.


Las personas que tienen el Ser, como motor preponderante, tienden a ser emotivos, idealistas y soñadores. Son individuos bien intencionados pero reos de un optimismo no fundamentado que les hace creer que las cosas son más simples de lo que son.

Poseen un alto nivel de energía emotiva, lo que hace que la gran mayoría de sus actos sean de impulso, es decir, actos que nacen y mueren súbitamente.  Impulsos de corta duración.

Son cien por cien operativos, con una visión operativa de las cosas y por ende con un campo de acción reducido en el combes empresarial. No obstante fuera del ámbito laboral, comercial o empresarial, son muy buenos en el arte, medios, música y letras.

Suelen sea amables, atentos y educados. Su hacer y decir, aunque impulsivo e imprudente en ocasiones, no posee la intención de faltar o agraviar al otro.
Su relación con los demás es abierta y cordial. Trata por igual a propios y extraños. No gustan de los materialistas ni de aquellos que solo ven el resultado, ni de esos que son capaces de pasar sobre la sensibilidad de los demás en eras de lograr lo que quieren. 

Las personas que tienen el Ser como motor, se distinguen por ser muy buenos operadores, no obstante hay que ayudarles en el manejo y correcta administración de los recursos, tantos los propios como los ajenos.
Claroscuros del Ser. 

Las personas que tienen el motor del Ser como preponderante, poseen una muy buena capacidad para seguir procesos y normas.
Son excelentes segundos.
Saben dar apoyo y trabajar en equipo.
Todo lo que hacen es personal. Lo hacen porque están convencidos de ello.
Siempre están dispuestos a ayudar, atender y resolver los problemas de los demás.
Son románticos, emotivos y buenos actores.
En el ámbito de las letras se distinguen por tener una producción literaria en donde el optimismo, idealismo y romanticismo son el distingo que los separa de los demás.    

Su lado gris es que se involucran en los problemas de los demás, los toman como propios aun cuando no tengan nada que ver con el otro ni con su problema.
Tienden ser ingenuos, lo que hace que les sea muy fácil creer en lo que el otro les dice, aun cuando el acto de éste justifique lo contrario.
Son influenciables y victimas fáciles de la persuasión emotiva, sobre todo si el otro usa los sentimientos y las desgracias para manipular sus sentimientos.
Poseen temperamento, pero no carácter, lo que hace que les cueste mucho dirigir su naturaleza para que esta no les dirija a ellos. 

Como dato anecdótico, es interesante anotar que todos los sin hogar del mundo son personas que tienen el Ser como motor en grado extremos. Su desapego a lo material y al sistema, los lleva a vivir en la calle.

Conclusión:
Las personas que tienen el Ser como motor, necesitan de un líder que les apoye en el seguimiento y en la administración de los recursos y del tiempo. 

Son excelente operadores, seguidores. Cuando logran identificarse con su superior inmediato, forman un equipo sólido y entregado al trabajo.

Son garantía de continuidad.

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