martes, 25 de abril de 2023

Aynd Rand y el Objetivismo.

Con frecuencia se escucha que la filosofía es la ciencia con la cual o sin la cual, te quedas tal cual. No obstante, lo cierto es que no hay nada más útil que la filosofía. Esta nos enseña a pensar. Cosa que es menester reconocer que no hacemos. Pensamos solo cuando estamos ante un problema. Resuelto este regresamos a operar la vida en automático, es decir, sin pensar.

La filosofía es un método de pensamiento que te aproxima a la esencia del ser, la vida y el universo, amén de que te ayuda a centrarte en lo sustancial y a ignorar o minimizar lo trivial, que es donde se pierde la gran mayoría de la gente.

El Objetivismo de Aynd Rand es una corriente filosófica que tuvo un gran auge en las dos últimas décadas del siglo XX y la primera del XXI. Para comprender los fundamentos del Objetivismo, es menester entender la vida de Aynd Rand. Esta, hija de su tiempo, construyo una filosofía temporal que se ira redimensionando al paso del tiempo.

Alisa Rosenbaum, mejor conocida como Aynd Rand, nació en el seno de una familia acomodada del Imperio ruso. Vivió en carne propia la caída del Imperio y la llegada del régimen soviético. Eventos que sin duda alguna se ven en su filosofía. El Objetivismo contempla una visión muy lineal del hacer humano. Una visión que no acepta las oblicuidades de la vida ni la ambigüedad humana. Para el Objetivismo las cosas son como deben ser, lineales, sin ambages o medias tintas. Y esto está muy bien para lo inerte, pero no para lo vivo.

Lo vivo no es lineal. Es fluido y cambiante. Todos sabemos cual es el deber ser del individuo, de la familia, la sociedad, la empresa y la religión, pero no hay quien pueda vivir conforme a ello. El deber ser obedece al ideal y el ideal, no existe. Es una utopía que, en el mejor de los casos, nos estimula a buscar eso que llamamos perfección, y, en el peor, a ignorarlo.

El principal yerro del Objetivismo es su estricta rigidez, no obstante, posee conceptos como el realismo y el individualismo que son de vital aplicabilidad, sobre todo si aceptamos que los demás no están obligados a acatarlos. Esto nos va a dejar con un círculo muy reducido, lo cual está bien. Los otros no tienen por qué querer lo que queremos ni ser como queremos.

Realidad e Individualismo.
La realidad no nos tiene que gustar, pero si debemos tener la capacidad de aceptarla, digerirla y dirigirla. La realidad no la podemos cambiar, pero si la podemos capitalizar. En lenguaje coloquial equivaldría a decirle a una persona que no se pelee con la vida porque está no le da naranjas, que, si la vida le da limones, haga una limonada en el inter de que siembra, compra o encuentra el naranjal que está buscando.

El objetivismo exige que todos actúen como debe ser y esto jamás va a pasar en ningún ámbito de la vida. Lo que mueve a la gente no es la razón, son sus creencias.

En lo referente al individualismo, lo importe a anotar aquí es que en lugar de que te preocupes por ayudar o salvar a los demás, te preocupes y ocupes en ser más… Que entre más seas como persona, mas es lo que podrás contagiar a los demás. Cien enanos mentales, por muy altruistas que sean, no dan lo que da un gigante mental, aunque este no sea altruista. La calidad se da por contagio, no por donación.

El Objetivismo tiene conceptos muy buenos, pero es menester digerirlos y dirigirlos, no para juzgar, si para aplicar. En donde lo más importante es decidir si estamos dispuesto a hacerlos nuestros, sin exigir que los demás los hagan suyos. Entender esto nos permitiría una mucho mejor dirección de la realidad que nos circunda, del trabajo con nosotros mismos y de nuestro propio desarrollo.

Nos leemos en el siguiente artículo.

1 comentario:

  1. "Cuando adviertas que para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada." , Ayn Rand,"Atlas Shrugged" (1950)

    ResponderBorrar

Comentarios y sugerencias