El mercado de la soledad.

Para los intelectuales, creadores, escritores o personas que viven en solitud (acompañadas de sí mismas), la soledad es un tema salvífico, pero no lo es para muchos otros a los que su forma de vida los ha llevado a sumergirse en una soledad no deseada que les hace sentir que son invisibles a los ojos de los demás.

A mayor nivel de exposición virtual, menor nivel de existencia real.
Un estudio de la UNAM señala que en México la media de exposición de los adolescentes y adultos jóvenes en las redes sociales es de 8:30 horas al día. Lo que de suyo muestra un sensible déficit en otras áreas de la vida, amén de una acusada disminución en su capacidad de atención y comprensión. No obstante, el dato que más invita al análisis y a la reflexión es que son precisamente esos segmentos etarios los que más se quejan de un problema de ansiedad y soledad. Están con otros, pero solos.

Otro tema a considerar es el hecho de que entre más tiempo pasan en las redes sociales, más importancia le dan a la construcción de su imagen virtual en demerito de la real. Lo que ineluctablemente les genera un sentimiento de vacuidad, debido a que la disociación que existe entre el imaginario que proyectan en redes y el que son en realidad, les termina afectando en su relación consigo y con los demás.

Este querer existir en lo que no existe es el equivalente a una caída en el vacío. Lo que estos jóvenes hacen es usar como marco de referencia el mundo de apariencias que otros construyen de sí mismos, para construir el propio. Perfil que a su vez será usado por otros y a sí subsecuentemente (el vacío alimentando al vacío).

Los cuatro países en los que los jóvenes sufren un mayor nivel de exposición y presión virtual son: España, México, Brasil y Estados Unidos. Al grado que estos piensan que, si no existen en redes, no son.  

El que ya es, no necesita proyectar nada: ya es.
Esta disociación es la que los hace afectivamente invisibles a ojos de los demás. Muchos tratan de paliar el vacío afectivo a través del consumo, el cual suele será directamente proporcional al tamaño de su vacío. O por medio del uso de estupefacientes y/o de cursos y seminarios de auto ayuda (otro tipo de estupefaciente), que para lo único que sirven es para engordar la cartera de quienes los imparten.

Esta espiral a la baja en la que están inmersos está generando un mercado de la soledad que ha encontrado un nuevo y lucrativo espacio de desarrollo. Al grado que hoy se gastan ingentes cantidades de dinero en celulares, conectividad y aplicaciones. Triada indispensable de esos anacoretas que necesitan de la red para sentir que existen.

Otros áreas del negocio de la soledad que han crecido son las terapias o consejerías alternativas (tarot; energía; cartas astrales y demás etcéteras), así como el de las mascotas, alimentos y accesorios de estas.

El problema de esta soledad no deseada en la que se han sumergido es que cuando se ven en la necesidad de dialogar e interactuar con el otro (el conocimiento se da hablando), descubren que poco es lo que entienden y poco lo que les entienden. Esta pérdida de resonancia en el ser de los demás, los impele a refugiarse más en las redes que en el mundo real. Lo que inexorablemente les hará tener relaciones insatisfactorias e insuficientes.

Un problema de salud social.
Hace treinta años en Estados Unidos, el 55% de los Hombres entrevistados afirmaban tener seis amigos cercanos. Hoy solo el 27% afirma lo mismo y el 15% afirmaba no tener ninguna amistad o confidente cercano. Algo similar acaece con las mujeres en la Unión Americana. El 10% de las entrevistada afirman no tener una amiga cercana, es decir, no tener a nadie con quien compartir lo que sienten o piensan.

En el Reino Unido la única compañía del 20% de los jóvenes de 35 o menos es el móvil y/o una mascota. En Nueva York hay una página donde puedes alquilar amigos, los cuales, por lo general, son universitarios que usan el dinero que ganan como amigos de alquiler, para costear parte de sus gastos. Las personas que usan la aplicación para rentar amigos oscilan entre los 30 y 40 años. Exitosas en su trabajo, pero sin nadie con quien compartir un momento, tomar un café o dar un paseo.

Otro fenómeno estudiado es el hecho de que, en los procesos electorales, la gente que se siente sola tiende a decantarse por líderes autocráticos, debido a que ven el mundo como un lugar hostil y peligroso, mientras que las personas que viven en solitud (acompañadas de sí mismas o integradas a un grupo de familiares y amigos en los que pueden confiar), ven el mundo como algo amable y disfrutable, lo que los impele a votar por lideres que perciben inteligentes, preparados y democráticos.

En USA el 44% de la gente se siente sola. En México, el 40%. Porcentajes que conforman la base dura de los lideres populistas y autocráticos que padecieron y padecen ambos paises. Y que seguramente padecerán otros países en el devenir de este siglo.

La transformación de la familia.
La transformación que ha experimentado el concepto de familia también incide en la forma en que los jóvenes enfrentan la soledad no deseada. Migramos de las familias tradicionales que reúnen parientes de varias generaciones y grados, a familias nucleares que sólo incluyen a padres e hijos y, en algunas ocasiones, a hermanos de diversos padres.

Para muchos de estos jóvenes, los animales se han convertido en algo más que una mascota. En varios paises del mundo desarrollado ya hay más mascotas que niños menores de 3 años. De hecho, muchos de estos jóvenes, en su imaginario y trato, han convertido a sus animales en personas. Tan es así que en algunos casos el vínculo emocional llega a ser más poderoso que el que sienten hacia algunas personas.

En 2010, más de 70 millones de hogares europeos contaban con mascotas. En 2023, esta cifra ya alcanzaba los 166 millones. Desde el punto de vista empresarial supone un gran negocio y una gran fuente de empleo. En 2023 se produjeron en Europa más de 11 millones de toneladas de comida para mascotas. Un 8% más de lo que se produjo en la Unión Americana, lo que de suyo dice mucho de lo que está pasando en Europa.

Este segmento de la población presenta innumerables oportunidades de negocio, pero también de alertas sociales, sobre todo con las generaciones venideras. Cada vez es más preocupante la notoria dificultad que presentan los niños menores de 7 años para aprender a leer y escribir. Es tanta su sobre exposición a los videos cortos, que se les dificulta mucho el proceso de aprendizaje de la letra escrita.

Lo visto hasta este momento no es más que la punta del Iceberg de lo que se ve venir. Tanto empresas como sociedad irán desvelando la dimensión de este fenómeno.

Lo paradójico de todo esto es que una buena parte de la solución de este fenómeno está en las manos de quienes padecen la soledad no deseada. Síndrome que desaparecería tan pronto conecten y platiquen con sus compañeros de clase, vecinos y familiares.

Otra actividad que les seria de suma utilidad es participar en voluntariados. Esto les ayudaría a conectar con otras personas…, y a conocer otras realidades y formas de pensar.

A mayor conexión humana, menor conexión virtual.

Nos leemos en el siguiente artículo.