Recién me compartió un compañero un artículo que circula
en redes, con el encabezado: Después no digas que no estabas advertido.
El artículo en cuestión explica una supuesta conspiración
de Donald Trump y Elon Musk para hacerse del poder a través de la Inteligencia
Artificial. Razón por la que Trump, en su toma de posesión como cuadragésimo séptimo
presidente de Estados Unidos de Norteamérica se hizo acompañar de las cabezas
más representativas de la alta tecnología de su país.
El artículo, desde su encabezado, es un sinsentido: “Después no digas que no
estabas advertido”. Cómo si en realidad el lector pudiera hacer algo al
respecto. El autor del artículo, amante de las teorías de la conspiración,
acusa un profundo desconocimiento de la naturaleza humana y de la naturaleza
del poder.
Este argumenta que la razón por la que todos esos personajes estaban en la toma de posesión es porque están de acuerdo con Donald y con Elon para implementar la Inteligencia Artificial en todos los ámbitos del gobierno y de la vida pública, lo que les daría un pleno conocimiento de los gustos, fantasías y necesidades de la gente. Información que usarían para perpetuarse en el poder con Trump y su familia a la cabeza de este.
La idea de la conspiración es tan antigua como el hombre. Esta, contra lo que se piensa, no se sustenta en la ignorancia, sino en las creencias. Las personas pueden tener estudios de postgrado y creer en las ideas de conspiración.
El autor, aunque acusa un gran desconocimiento de la naturaleza humana, tiene la suficiente para entender que las personas necesitan creer en algo. Y que los seguidores de las teorías de la conspiración obedecen a un perfil y a una circunstancia. Consciente de ello escribe para su base y no le va nada mal (es comentario, no envidia).
La narrativa que argumenta no sé sostiene por sí misma, no obstante, reconozco que usa conceptos e ideas que la hacen verosímil, pero no verdadera. Es un hecho que la Inteligencia Artificial va a ser parte sustancial de nuestra vida y lo va a ser con o sin la intervención de Trump y Musk. También es cierto que está va a saber de nosotros más de lo que ya sabe Internet, Facebook, Instagram, TikTok y demás aplicaciones que usamos. De tal suerte que para lograr algo que inexorablemente va a suceder, no necesitan de una conspiración.
Otro tema para considerar es el hecho de que en la vida nadie quiere lo que tú quieres, y el que quiere lo que tú quieres, no lo quiere como tú lo quieres. No hay duda de que los padres desean lo mejor para sus hijos, pero de diferente forma. En unas cosas son más tolerantes los padres, en otras, las madres. Amén de que a ellos les preocupa más el que sus hijos esté económicamente bien. A ellas el que, en cuanto felicidad, estén bien.
Así pues, si dos personas que se aman y que tienen hijos en común batallan para ponerse de acuerdo en lo que quieren para sus hijos, que nos hace pensar que dos amantes del poder se van a poner de acuerdo para ostentarlo y compartirlo (poder que se comparte, se pierde). O que acérrimos competidores del sector conspiren a sabiendas de que lo que más desean es aventajar al otro para hacerse de un mercado cambiante, en donde la fidelidad del consumidor está subordinada a innovaciones, precio y servicio, y no a imposibles e improbables acuerdos cupulares.
Poder dinástico.
En Estados Unidos el poder es dinástico. Se hereda del
titular a familiares (esposa, hijos, hermanos) al paso de uno o dos períodos.
Es una norma respetada por todos los contendientes, cuando esta no es
respetada, es cuando se dan fenómenos desafortunados (atentados, acusaciones -impeachment
y juicios).
Lo más probable es que Donald Trump se haya puesto de
acuerdo con Elon Musk en dos temas que son consustanciales a ambos:
1) Ganar mucho dinero a través de acuerdos político – empresariales;
2) Hacer que eso sea viable a través de los apoyos mediáticos de Elon a la
campaña de los posibles sucesores de Donald Trump.
En la vida lo mismo que te lleva al éxito, te lleva al
fracaso.
El que se pongan de acuerdo no quiere decir que lo vayan
a lograr. Ambos gustan del poder y de los reflectores. Ambos han tenido
problemas por ello. La alianza a largo plazo entre dos egos de ese tamaño se
antoja complicada, no imposible, pero si difícil.
La base electoral de Donald Trump le va a permitir todo lo que desee hacer los dos primeros años de su mandato. Es importante anotar, sin ánimo de restarle importancia a todos sus enunciados, que todo lo que dice es para su base, no para los países asociados ni para el resto del mundo. Esto no quiere decir que no vaya a haber afectaciones. De hecho, las hay y van a ir en aumento, pero su perorata siempre será más grande que su acción, ya que el objetivo es alimentar la narrativa de su base electoral. Esta es la que le puede ayudar a consolidar su dinastía en el poder.
Para esto va a ser menester que de resultados y ese es precisamente su punto débil. Tome en cuenta que los aranceles solo funcionan cuando el pais es autosuficiente en él rubro o rubros que los marca y Estados Unidos no lo es. No obstante, los usa para negociar y de cara al aparador, es decir, demostrarle a su base que tiene el poder de hacer lo que ellos quisieran poder hacer.
En cuanto a Elon, este se debe a sus accionistas y lo más seguro es que estos no están nada contentos con la caída de ventas de Tesla y la pérdida de valor de sus acciones. Elon tendrá que decidir en el devenir de este año qué es lo que debe hacer: convencer a sus accionistas de que la alianza con Trump va a ser rentable (y demostrarlo) o darles la espalda a estos y afectar sus negocios.
Perfil y circunstancias.
En el inter, los amantes de la teoría de la conspiración
le darán su voto a cuanta idea conspirativa circule en redes. Y esto solo va a
cambiar si cambian sus circunstancias. Entre más mal les va a los individuos o
más miedo o impotencia sientan para enfrentar el futuro, más receptivos estarán
a las ideas conspirativas. Entre mejor les vaya y más fácil perciban el
entorno, menos credibilidad les darán a estas.
El que posean un cierto grado de paranoia les ha proporcionado a los convencidos de estas ideas algunas ventajas, pero también desventajas (lo mismo que te lleva al éxito, te lleva al fracaso). La parte amable de su paranoia les permite anticiparse a circunstancias que detectan en el entorno, tomando decisiones o precauciones que les afectan poco si se equivocan y que les beneficia en mucho si aciertan. No obstante, su perfil los hace proclives a considerar cuanta idea de conspiración se les presente. No por cuestión ocupacional, pero si mental (divertimento).
Estos, cuando perciben que no poseen las herramientas o alternativas de solución ante un entorno que perciben hostil, se refugiarán, en un ejercicio de invención para la desviación, en cuanta idea de conspiración se les presente. Esta les servirá de excusa para justificar (más ante sí mismos que ante los demás) su incompetencia. Por el contrario, cuando todo o casi todo les es favorable, le darán cabida a la idea, pero más como curiosidad morbosa que como un justificante.
Eventos extraordinarios requieren explicaciones
extraordinarias.
Es comprensible que circulen en los medios explicaciones grandilocuentes
y sabiondas sobre qué y cómo prepararse ante Trump. Analícelas y evalué que sí
y que no puede hacer. Céntrese en los hechos más que en las palabras.
Tanto Trump como Elon tienen más límites de lo que usted piensa (la acción de Tesla a caído un 28%). No se desgaste por personas que gustan del aparador. En especial Trump.
Recuerde que él, en su mente, no está en la Presidencia…
Está en un “programa de televisión de la vida real (Reality Show)”, donde el
actor principal es él. Y, entre más ruido pueda crear en el ambiente, más
televidentes y seguidores tendrá.
Nos leemos en el siguiente artículo.
El señor Trump-etas está en su segunda temporada de reality !! Se avecinan cosas peores
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