Recién
recibí un correo de una amiga muy querida, en el que me planteaba una serie de
preguntas sobre la relación hombre mujer. Leí con detenimiento sus
interrogantes, lo que estas planteaban y lo que estaba atrás de cada una de
ellas para poder dar respuesta a las misas.
Para
tal efecto me volqué sobre el teclado, escribiendo un correo que termino, con
la venia de ella, en un artículo.
El
nombre del artículo es anacrónico, no obstante me serví del nombre debido a que
me pareció más íntimo, más propio. Mi objetivo al mandarle el correo es que
ella lo leyera como algo personal. Como si estuviese recibiendo la carta de un
tutor, lo cual no está muy lejos de la realidad, ya que le llevo casi tres
décadas.
Mi amiga, una ejecutiva financiera que radica en la Ciudad de México, me mando el correo arriba mencionado, debido a que meses atrás había terminado una relación que le dejo más interrogantes que respuestas.
Las preguntas que amablemente me planteo, giraban en torno a lo que ellos buscan en una relación y lo que ellas necesitan de la misma. Así como el papel de la mujer ante la infidelidad del hombre. Preguntando si esta debe tolerarla, hacer como que no pasa nada y esperar a que la normal disminución de la testosterona le mengue la fuerza y el impulso, o enfrentar el tema con el posible riesgo de terminar la relación.
Me preguntó, por ejemplo, que cual debiera ser la postura de la mujer ante la clara insatisfacción sentimental que le genera la infidelidad del hombre, sobre todo si estas es consustancial al hombre.
En el artículo intitulado: "La evolución del matrimonio", comento algunas cosas que darían respuesta a sus preguntas, no obstante reconozco que el tema da para más, por lo que me circunscribiré a copiar las preguntas que me hizo y a separar estas para poder responder con propiedad a todas sus interrogantes.
Como comenté líneas arriba, publico este artículo no con la venia de la interesada, sino a petición expresa de ella, ya que piensa que mis respuestas le pueden ser de utilidad a más de una mujer en el mundo.
Las respuestas a las preguntas son de carácter son antropológico. No tienen que ver con la cultura, estrato social, época, idioma, religión o color. Tienen que ver con el hombre y la mujer.
Aclaro esto debido a que mi amiga se ve en la necesidad de estar constantemente fuera del país, por lo que ha tenido la oportunidad de conocer hombres de diferentes culturas y latitudes, no obstante, dice ella y dice bien, todos, en cierta forma, son iguales...
Transcribo
las preguntas que me hizo:
En una conferencia que nos dio en la Asociación, nos habló de la forma en que los hombres y las mujeres ven y operan el mundo, nos dijo que son mundos muy diferentes, pero nada nos dijo de la relación hombre mujer.
Sería bueno que nos dé una conferencia sobre la relación hombre mujer, porque estoy segura que las preguntas que le voy a hacer se las van a hacer muchas mujeres.
¿Existe el amor de pareja? ¿Existe esa otra persona que es única en el mundo?
En una conferencia que nos dio en la Asociación, nos habló de la forma en que los hombres y las mujeres ven y operan el mundo, nos dijo que son mundos muy diferentes, pero nada nos dijo de la relación hombre mujer.
Sería bueno que nos dé una conferencia sobre la relación hombre mujer, porque estoy segura que las preguntas que le voy a hacer se las van a hacer muchas mujeres.
¿Existe el amor de pareja? ¿Existe esa otra persona que es única en el mundo?
Yo
no me he casado, recibí dos propuestas de matrimonio, la del francés que usted
conoció y la de un compañero del Banco, pero a los dos les descubrí una
infidelidad y rompí el compromiso.
Tengo muchas preguntas y creo que usted me puede ayudar.
El hombre busca una mujer por sexo, por placer, pero que pasa con la mujer si no se siente satisfecha sentimental y sexualmente, porque su pareja reparte su tiempo y su elixir sexual y sentimental entre varias mujeres.
¿Debe la mujer aceptar eso solo porque la genética del hombre así lo dicta? ¿Debe la mujer terminar esa relación y buscar un hombre que la satisfaga al cien por ciento? ¿Puede una mujer querer mucho a un hombre y aceptar que él tenga encuentros sexuales con otras mujeres con tal de no perderlo? ¿Cómo sentirse satisfecha con esto?
¿Qué pasa con esos hombres que aparentan no buscar el sexo, sino satisfacer su afán de conquista? Estos hombres nos confunden porque invierten mucho tiempo en llamadas, mensajes, flores, regalos, comidas, viajes, etc., sabiendo que al final van a lograr lo que quieren además de otro trofeo para su colección. ¿Estos hombres buscar reafirmar su hombría?
Tengo muchas preguntas y creo que usted me puede ayudar.
El hombre busca una mujer por sexo, por placer, pero que pasa con la mujer si no se siente satisfecha sentimental y sexualmente, porque su pareja reparte su tiempo y su elixir sexual y sentimental entre varias mujeres.
¿Debe la mujer aceptar eso solo porque la genética del hombre así lo dicta? ¿Debe la mujer terminar esa relación y buscar un hombre que la satisfaga al cien por ciento? ¿Puede una mujer querer mucho a un hombre y aceptar que él tenga encuentros sexuales con otras mujeres con tal de no perderlo? ¿Cómo sentirse satisfecha con esto?
¿Qué pasa con esos hombres que aparentan no buscar el sexo, sino satisfacer su afán de conquista? Estos hombres nos confunden porque invierten mucho tiempo en llamadas, mensajes, flores, regalos, comidas, viajes, etc., sabiendo que al final van a lograr lo que quieren además de otro trofeo para su colección. ¿Estos hombres buscar reafirmar su hombría?
Es
obvio que todos los hombres quieren sexo, pero cómo diferenciar a un hombre que
solo quiere placer a un hombre que realidad quiere tener una pareja. ¿Cuáles
son las señales para detectar hombres que solo buscan un trofeo más, una
conquista más? ¿La edad es un factor? ¿La educación, la cultura?
Hasta
aquí las preguntas que me hizo, por lo que procederé a responder las
interrogantes desde la antropología, desde lo que es, más allá de la edad,
educación, cultura, época, idioma, religión o color.
Respuestas
y temas para reflexionar.
¿El hombre busca una mujer solo por sexo, por placer?
Efectivamente, el motor primario es el sexo. En los ignorantes la fantasía. En los cultos el erotismo, y en todos, aunque ninguno lo tenga consciente, la necesidad de ser curado por una mujer.
¿El hombre busca una mujer solo por sexo, por placer?
Efectivamente, el motor primario es el sexo. En los ignorantes la fantasía. En los cultos el erotismo, y en todos, aunque ninguno lo tenga consciente, la necesidad de ser curado por una mujer.
El
hombre, aunque no lo aparente, aunque lo esconda, es mucho más frágil que la
mujer. Necesita de la mujer mucho más que la mujer al hombre. Si no fuera así,
no las buscaría, no en la forma en que lo hace. Sirva la realidad para
ejemplificar lo anterior...
Cuando
una mujer ve a un hombre que le gusta, le manda una señal para ver si este la
capta. Si no responde lo deja y sigue su camino. Cuando el hombre ve una mujer
que le gusta, se precipita, se vuelca, y en ocasiones haciendo un ridículo que pocas
veces se verá en una mujer.
Así
pues, el hombre necesita a la mujer mucho más que la mujer al hombre. Necesita,
aun cuando no lo reconozca, de una mujer que lo acoja, que lo salve, que le
brinde la ternura que necesita el alma, para salir de nuevo a luchar como si no
necesitara de mujer alguna.
¿Qué
pasa con la mujer si no se siente satisfecha sentimental?
Cuando
una mujer no se siente satisfecha sentimentalmente, es porque tiene un grave
problema con su pareja. Para la mujer es mucho más importante sentirse
sentimentalmente satisfecha, que sexualmente satisfecha.
Lo
sexual lo puede satisfacer con cualquiera, incluso consigo misma o con otra
mujer. El problema no es lo sexual, es lo sentimental. Cuando una mujer no
se siente satisfecha sexualmente, es porque tiene un problema emocional con su
pareja.
No hay hombre sobre el planeta que físicamente le pueda hacer sentir placer a una mujer. Ningún hombre la puede llevar al orgasmo. Es la mujer, la que con su mente y su cuerpo, logra sentir placer y alcanzar el orgasmo. El hombre no es el actor o causante de dicho placer o de dicho orgasmo.... El actor o causante es la mente de la mujer.
Cuando la mujer tiene una insatisfacción sentimental o sexual, es porque el hombre le está generando un sentido de malestar en su mente que hace que ella, sin darse cuenta del todo, empiece lenta y gradualmente a sacar ese hombre de su interior.
La plenitud sexual de la mujer no está en el cuerpo o en las habilidades del otro. Cierto es que la capacidad del seductor está íntimamente ligada a la necedad del seducido, no obstante la plenitud y éxtasis sexual, visto desde la parte fisiológica (cuerpo), está en el cuerpo y la mente de la mujer, no en el hombre.
La plenitud y éxtasis sexual, visto desde la parte psíquica, está en la mente de la mujer, y sin lugar a dudas, en la capacidad que el hombre tenga para detectar las necesidades de la mujer. Necesidades que son mucho más amplias que una simple seducción. Un hombre que en hechos logre hacerle sentir a su mujer que ella es el centro del universo de él, lograra que esta se sienta plena en todos los sentidos.
No hay hombre sobre el planeta que físicamente le pueda hacer sentir placer a una mujer. Ningún hombre la puede llevar al orgasmo. Es la mujer, la que con su mente y su cuerpo, logra sentir placer y alcanzar el orgasmo. El hombre no es el actor o causante de dicho placer o de dicho orgasmo.... El actor o causante es la mente de la mujer.
Cuando la mujer tiene una insatisfacción sentimental o sexual, es porque el hombre le está generando un sentido de malestar en su mente que hace que ella, sin darse cuenta del todo, empiece lenta y gradualmente a sacar ese hombre de su interior.
La plenitud sexual de la mujer no está en el cuerpo o en las habilidades del otro. Cierto es que la capacidad del seductor está íntimamente ligada a la necedad del seducido, no obstante la plenitud y éxtasis sexual, visto desde la parte fisiológica (cuerpo), está en el cuerpo y la mente de la mujer, no en el hombre.
La plenitud y éxtasis sexual, visto desde la parte psíquica, está en la mente de la mujer, y sin lugar a dudas, en la capacidad que el hombre tenga para detectar las necesidades de la mujer. Necesidades que son mucho más amplias que una simple seducción. Un hombre que en hechos logre hacerle sentir a su mujer que ella es el centro del universo de él, lograra que esta se sienta plena en todos los sentidos.
¿Debe
la mujer aceptar la infidelidad de su pareja solo porque la genética así lo
dicta?
Por
supuesto que no. La mujer acepta eso, solo en aquellos casos en los que está
buscando sexo ocasional. Sexo que no la comprometa y que no le demande.
Entre más buscan este tipo de relaciones las mujeres, más se masculinizan, al grado de que llegara un momento en que no habrá hombres que quieran estar con ellas.
Entre más buscan este tipo de relaciones las mujeres, más se masculinizan, al grado de que llegara un momento en que no habrá hombres que quieran estar con ellas.
La
razón de este no querer estar con ellas, es que los hombres, sin importar si
solo están buscando sexo; perversión; erotismo; conquista o sentir que aún son
atractivos a los ojos de una mujer, necesitan ser curados por la mujer. Y la
mujer que solo busca sexo, no puede curar a ningún hombre. Estos se acostaran
con ella un par de veces y después la olvidaran.
No
te olvides que la mujer es el hospital donde curamos nuestras heridas. Es
nuestro puerto de abrigo. Llegamos a ellas para salvarnos, para curarnos del
mundo y principalmente de nosotros mismos. Para que una mujer pueda curarnos,
debe estar conectada con su interior, con su feminidad.
La
mujer no puede entregar el cuerpo sin entregar el alma y entregar el alma sin
entregar el cuerpo. Una mujer que solo busca sexo ocasional, le es menester
desconectar el cuerpo del alma para no sentirse mal consigo mismo. Entre más se
desconecta, más se masculina se hace. A esta mujer se le olvida fácil, se le evade.
Nada nos puede dar, nada nos puede curar.
La mujer, en cuanto mujer, demandará exclusividad. No por la exclusividad en sí, sino porque esta le dice que ella es el universo de él.
¿Puede una mujer querer mucho a un hombre y aceptar que él tenga encuentros sexuales con otras mujeres con tal de no perderlo? ¿Cómo sentirse satisfecha con esto?
La única razón por la cual una mujer tolera que su pareja tenga encuentros con otras mujeres, es que por su pareja dejo de ser pareja... Es su acompañante, esposo, compañero, socio, amigo y todos los etcéteras que se te ocurran, pero PAREJA, ya no es.
Cuando
ambos son una pareja, en toda la extensión de la palabra, no pueden estar con
nadie más. Para poder estar con alguien más, les es menester sacar del interior
al otro, y ya una vez que al otro lo sacas de tu interior, se convierte en
cualquier cosa, pero no en pareja.
¿Qué
pasa con esos hombres que aparentan no buscar el sexo en sí, sino la sensación
de conquista?
El
afán de conquista obedece a varios factores, no obstante el más importante de
todos es la inmadurez psíquica. Entre más necesita el hombre demostrarse así
mismo que puede conquistar a una mujer, más inseguro es. Un hombre seguro de sí
mismo, no necesita demostrar nada. Él sabe que ya Es. No hay necesidad de
demostrar.
Otro
factor que influye en el afán de conquista, es la necesidad de coronar en lo
mental lo que no se logra en lo material.
Los
hombres que no se sienten lo suficientemente competitivos en lo material,
buscan subsanar su incapacidad de logro en lo espiritual. Algunos a través de
la conquista de la mujer, otros refugiándose en la religión, la familia, los
amigos o en alguna otra cosa de carácter subjetivo. Tan pronto empiezan a
coronar lo material, dejan las conquistas subjetivas para centrarse en la
objetivas.
¿Cómo
diferenciar a un hombre que solo quiere placer a alguien que quiere tener una
pareja?
El
hombre que está buscando mujer, en el sentido amplio de la palabra, de
inmediato toma posesión de ella, de su cuerpo, de su mente, de su espacio y de
su tiempo.
Desde el día que la ve, la ve como si tuviera mucho viviendo con ella. La cuida, la atiende, la cela, la procura. Le exige que vea por él, que lo atienda, física y psíquicamente. Quiere saber dónde está ella, con quien, porque. A que hombres ve, ya sea como amigos, por negocios, trabajo u otros menesteres.
Su toma de posesión es tal, que a todo el mundo le hace saber que ella es de él. Lo hace con la intención de que todos sepan que ni por accidente se pueden acercar a ella con alguna intención que no sea la del respeto a él y a ella.
El hombre que busca una mujer en el sentido más amplio, hace de ella su propiedad y se entrega a ella en propiedad.
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