viernes, 10 de julio de 2015

Educar los perfiles.

En artículos anteriores hemos hablado del Hombre Masa, el Periférico y el Anómalo. Hoy hablaremos de las variables que nos definen como tal, ya que además de la genética, es la educación y lo que hacemos con nosotros lo que nos define como Masa, Periférico o Anómalo.

La gran mayoría nacemos Masa. Hay algunas excepciones que nacen con una carga genética que los posiciona como Anómalos (el 2% de la población), no obstante es la educación que nos dan y que nos brindamos a nosotros mismos, lo que, junto con nuestros actos, nos posiciona en uno u otro perfil.

Hay, no cabe duda, un determinismo genético. No obstante este no nos asegura o nos exime del éxito. La genética se tiene que trabajar, magnificar. Si la persona confía todo su devenir a la genética, encontrara que esta, por si sola, no le asegura nada. 

Otro factor a tomar en cuenta es la oblicuidad. El mundo no es lineal, es oblicuo. Una cosa es lo que vemos, planeamos y esperamos que acontezca y otra, muy parecida o diametralmente opuesta, lo que en realidad sucede. La oblicuidad no es otra cosa más que la incertidumbre, y esta no la podemos prever, no del todo. Siempre está en ella el azar, con algo agradable o desagradable, pero no previsto. No solo debemos entender que la oblicuidad es omnipresente, sino que además debemos adaptarnos a ella y responder en tiempo y oportunidad para maximizar o minimizar sus coyunturas.

Lo que queremos decir con lo anterior, es que no todo es preparación, también hay que tomar en cuenta la incertidumbre y lo que hacemos con ella. Sirva para ilustrar lo anterior el siguiente ejemplo: recién platicaba con varios amigos sobre la preparación y formación de los líderes. Entre otras cosas se comentó que cuando los padres cifran todas sus esperanzas en los títulos universitarios de sus hijos, descubrirán, demasiado tarde, que el titulo era solo una parte del camino, pero no el camino. 

Pedro, un cofrade de nuestros círculos intelectuales, nos decía que los títulos son una suerte de commodity, si lo tienes no pasa nada y si no lo tienes te afecta. 

En otras palabras, si apostamos todo solo a la preparación académica, descubriremos que esta es una parte importante, pero no determinante. Esta tiene que ir acompañada de inteligencia, voluntad y carácter. Variables que poseen una determinada carga genética, pero que es el trabajo que se haga con ellas lo que determinara el quehacer de la persona y con ella el perfil en el que se ubique.

Educación y formación. 
Antes de hablar de la educación y formación que demanda cada perfil, es menester entender que toda educación es contra natura. El objetivo de la educación es domar nuestra naturaleza, para que seamos nosotros los que dirijamos a nuestra natura, y no esta la que nos dirija a nosotros.  

De ahí el enorme grado de dificultad del docente para enseñar y del discente para aprender. Pretender que el discente se deje educar es tan iluso como pretender que el fugitivo se deje atrapar. La educación y la formación siempre van en sentido contrario a la naturaleza del otro, y por natura, el otro, se va a resistir.

A nada tiende más el ser humano que al confort. Nuestra naturaleza nos hace buscar lo cómodo, el menor esfuerzo. Observe usted a sus parientes y amigos. Lo común es que estos, en sus días de descanso, se echen frente al televisor con una cantidad de comida y bebidas que no necesitan y que nos les hacen nada bien. Contados son los que aprovechan sus días de descanso para trabajar en algo alterno, educarse, formarse o ejercitarse. Lo natural en el ser humano es el confort, no la lucha. 

Es importante entender esto debido a que lo que nos define como Masa, Periférico o Anómalo, tiene que ver más con la educación y nuestros actos que con la genética. La genética tiene un peso importante, mas no determinante, salvo en aquellos casos en los que la anomalía es tal, que no hay forma de ocultarla, pero estos casos son contados y exclusivos de esos a los que llamamos genios...

Características de la formación de los perfiles.
Mi editor, quien afirma que mi forma de escribir es un cuanto más tanto hostil, vive demandando modificaciones en la estructura de mis artículos con el fin de que estos sean cortos, amables y de fácil lectura. Esto me ha llevado a realizar cambios en la forma y fondo de los mismos, ya que lo que mi editor pretende no obedece a mi natura, no obstante haré el intento de explicar las características de formación de los tres perfiles, cuidando en todo momento que estos no resulten incómodos al lector.

La sociedad es un yo, indeterminado y anónimo, que cuando se gobierna, gobierna. 
Cuando una persona (indeterminada y anónima) define sus reglas de vida, estas se convierten en reglas de vida para todos aquellos que deseen ínter actuar con él. No obstante las reglas de los otros también se convierten en reglas de vida que él deberá respetar para poder ínter actuar con los demás.

Este ser y suprimir que demanda la convivencia social es lo que hace que la "sociedad te premie cuando te castiga". Te premia aceptándote como uno de los suyos, siempre y cuando suprimas algunas partes de tu yo (castigo) para poder convivir con los demás.

La sociedad en su conjunto, siempre ha estado definida por dos fuerzas antagónicas: una minoría que piensa y una mayoría que opera. La mayoría que opera está conformada por el Hombre Masa. Este, en cuanto tal, no se diferencia ni busca diferenciarse de los demás. Se repite en sus iguales, frecuenta los mismos lugares, hace las mismas cosas, se expresa y siente igual que los demás, y, aunque en el decir trata de ser diferente a los demás, en el hacer es igual que los demás. Ser igual a los demás le da sentido de pertenencia, le hace sentir que es miembro de una tribu (muy grande por cierto), que es parte de algo basto de lago mayor a él mismo. 

El Hombre Masa es aquel que fue educado en un conjunto de fantasías y quimeras que rigen su vida más allá de lo que él mismo piensa... 

Fue educado en la tradición, que no es otra cosa más que la democracia de los muertos; en la igualdad, que no existe, es contra natura; en la humildad, que básicamente consiste en aprender a no valorarse; en los  mitos, que son creencias sin hechos que las respalden; y en el ideal, es decir, lo que no es, lo que no existe.  

El Hombre Masa, en cuanto tal, no solo no se diferencia de los demás, sino que se repite en los otros para ser igual que los demás. No es protagonista, es comparsa. No es tripulación, es pasaje.

El Hombre Masa cree lo que siente, no lo que es. 
Es alguien que ignora y renuncia al deber y derecho de dirigir su propia existencia. Ese idéntico a los demás. Le es más importante lo espiritual (ser una buena persona -lo que signifique eso) que lo material (construir un patrimonio). 

El Hombre Masa le da un alto valor a los respetos sociales (la opinión de los demás) y a los convencionalismos sociales. Es alguien que olvida que aquel que vive de los respetos sociales, termina siendo esclavo de la opinión púbica. Y esta se gana y se pierde con cualquier minucia. 

El Masa está lleno de fantasías, de irrealidades. No se detiene a pensar nada. Para él todo es normal. 

Es normal estudiar una carrera y subordinar su futuro y el de su familia al libre albedrío de las decisiones de un tercero. Es normal casarse y tener hijos que subordinen su futuro a las decisiones de un tercero. Es normal casarse con una persona para la cual sea más importante la convivencia con la familia (parientes, primos, etc.) que el desarrollo del individuo (del ego) y la construcción de una plataforma cultural y económica que proyecte a los hijos a nuevos y mejores horizontes. 

El Masa no piensa, el Masa siente y cuando siente, siente que piensa…

No obstante lo anterior, es menester reconocer que hay Hombres Masa que se separan de la Masa. Son los que la redimen. Esos que nos demuestran que se puede dejar de ser Masa. Esos que muy probablemente van a aportarle a la sociedad, los hijos Periféricos y Anómalos que esta necesita.  

El hombre que se separa de la Masa es ese que se siente mal con su medianía. 
Es ese que consiente de que no posee un talento o distingo que lo separe de los demás, se aísla, se separa, se escucha, se piensa, se construye y así, sin estar del todo consciente de la magnitud de lo que está haciendo, empieza a crear y trabajar un distingo que hará que sobresalga de los demás: su mente, su conciencia.

El Masa que se separa de los demás no es, como muchos pudieran pensar, un presuntuoso que se cree superior a los demás... Es alguien que quiere ser superior a los demás. 
Es alguien que se exige, que acumula sobre sí retos intelectuales, espirituales y materiales. Retos que demandan disciplina, dedicación y constancia.

Casi todos nacemos Masa (98%). Lo que nos va separando o uniendo a los demás, es el si optamos por una vida de máximas exigencias o una de mínimas exigencias. Una de retos e incertidumbres o una de estabilidad, confort y seguridad.

El término Masa, Periférico o Anómalo no habla de una clase social, habla de una clase de ser humano.

Lo que distingue al Hombre Masa del Periférico y Anómalo, es que el Masa tiene una enorme capacidad para minimizar retos y dificultades, tanto propias como ajenas. 

Para el Hombre Masa todo, por ignorancia, les es fácil. Crítica, con la autoridad moral del que no sabe. Critica a todos por igual, al Presidente, al emprendedor, al exitoso, al genio, artista o creador. En su crítica hay una sensación de que él lo podría hacer mejor. 

El Masa no conoce su lugar en la sociedad. Las Redes Sociales le han vendido la ilusión del protagonismo. La transitoria, fatua y estéril ilusión de sentir que ocupa un primer plano en la sociedad. De ser, a través de sus comentarios y publicaciones, uno de los que dicta y norma opinión. Las Redes sociales le hacen sentir que es parte de esa minoría que rige el destino de los demás.

La diferencia entre el Hombre Masa, el Periférico y Anómalo, es que estos, como él, se reúnen con aquellos con los que comulgan en ideas, deseos y modos de ser, salvo que las ideas y propósitos del Periférico y del Anómalo son tan diferentes a los del Hombre Masa, que éste, por natura, queda excluido de la convivencia con estos dos. 

El Anómalo, por ejemplo, se separa de los demás por una alta necesidad de estar consigo mismo. Su coincidencia con los otros Anómalos es secundaria. Se da ya una vez que éste ha formado su singularidad, no antes.

El Masa que se separa de los demás Masa, es alguien que edificara en su interior una mente y una conciencia que le permitirá convivir y aprender de los otros dos perfiles...

Tal vez nunca llegue a ser un Periférico o un Anómalo, pero cierto es que si podrá brindarle a los suyos una educación que los posicione como Periféricos o Anómalos.

Todo, no obstante, inicia con una separación: aislarse de la Masa, para encontrarse como individuo y construirse como tal.

En el siguiente artículo hablaremos de las características de educación que reciben los tres perfiles y la forma en que se puede incidir en el propio y en el de los nuestros…


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