En el artículo anterior (crisis de futuro) hablamos de lo
inmanente y cambiante del ser humano. En este vamos a explorar algunos de los
fenómenos sociales que explican esos cambios. Es importante anotar que no es
nuestra intención cualificar cual es mejor en relación con los otros. Los
cambios son parte del proceso evolutivo de la sociedad y nos va a llevar de dos
a tres generaciones de procesos intensos y convulsos hasta que encontremos un
punto medio que nos ayude a ser mejores como individuos y como sociedad.
Los seres humanos nos movemos en un frágil equilibrio biológico y emocional, en
donde todo lo que hagamos o dejemos de hacer, tiene consecuencias. Algunas de
las cosas que hacemos, dada su inmediatez, las podemos vislumbrar sin problema,
pero hay otras en las que nos menester analizarlas ya una vez que sucedieron.
Lo individual incide en lo social y lo social en lo individual. Nosotros
creamos nuestro entorno al tiempo que este nos crea a nosotros. Esto quiere
decir que tenemos la posibilidad de crear un microentorno que nos permita
desarrollar la individualidad que deseamos aun cuando el entorno en general sea
diferente o adverso al nuestro.
Como humanidad hemos vivido cambios comunicacionales que han incido en nuestra forma de ver, interpretar y operar el mundo, cambios que su vez han incidido en nuestra forma de ser. El primero de ellos es la imprenta.
La imprenta permitió que el conocimiento saliera de la esfera de la iglesia y se popularizara entre el pueblo. Cierto que tomo muchos años, pero fue el cambio que gesto mucho de lo que hoy somos. Después de la imprenta llegaron los periódicos y con estos los mentideros sociales (cafés). En estos se debatían las diferentes interpretaciones que los individuos hacían del acontecer de su entorno. El siguiente cambio fue la radio y tiempo después la radio que se ve (televisión), en donde la sociedad podía debatir hasta en la mesa de la cocina las diferentes interpretaciones que del acontecer mundial hacían los miembros de una misma familia. El ultimo de los cambios comunicacionales fue el de las redes sociales, que dio cauce a la creación de redes y grupos identitarios en los que el individuo se identifica más con su grupo identitario que con su familia o pais.
Gracias a todos estos cambios la alfabetización avanzo lenta pero consistentemente en todos las naciones. Y si algo nos ha demostrado la historia es que cuando en una nación la población alfabetizada es igual o mayor al 50%, se gestan movimientos estructurales que cambian el sistema de gobierno del pais (revoluciones, caída de monarquías o establecimiento de monarquías parlamentarias y demás mutaciones en la estructura del poder). Esto genera tiempos revueltos, ya que lo que el pueblo busca es ocupar el puesto de las elites, para lo cual es menester derrocarlas. El problema, claro está, es que estas son las que tienen el saber del gobierno.
En su primera etapa los cambios en el sistema de gobierno dejaron incólumes los de la familia. Estas seguían siendo patrilineales (jerárquicas, autoritarias, conservadoras, religiosas, monolíticas y masculinas). Los cambios en la estructura de las familias se dan cuando en una nación alfabetizada en 50% o más, logra que el 25% de la población estudiantil obtenga una titulación profesional.
En este momento empieza el lento debilitamiento de la
familia patrilineal. Se cuestiona la autoridad para dar paso a individualidad
de sus miembros. En estas familias la mujer va tomando poco a poco un papel
predominante dentro de casa y fuera de ella (la sociedad), amén de que la familia
se hace más comunitaria (se debaten las ideas y las normas de autoridad,
estableciendo, por decirlo así, una democracia familiar en donde lo importante
son los individuos y sus creencias).
Este avance que representa cosas muy positivas para la sociedad y los
individuos, sufre, como contraparte, una lenta pero progresiva caída en la religiosidad
de los individuos y de la sociedad. Por ejemplo, en las familias patrilineales
es de suma importancia asistir los domingos al templo, así como el matrimonio
por la iglesia, el bautizo y demás ritos sacros, amén de que las relaciones
sexuales tienen un combés de sacralidad que las hace únicas y cuasi exclusivas.
En las familias patrilineales blandas, formadas en una
sociedad altamente alfabetizada y con un 25% de la población estudiantil
titulada, se deja de asistir al templo los domingos, pero se respeta el bautizo
como rito social. Los matrimonios por la iglesia merman poco a poco,
compartiendo espacio con aquellos que se hacen por lo civil y/o por unión
libre, pero no se contempla en ningún modo el matrimonio entre miembros del
mismo sexo.
Las familias individuales o liberales se gestan en sociedades altamente
alfabetizadas (50% o más) y con una población estudiantil titulada mayor al 35%
en donde son más las mujeres que se titulan que los hombres. En estas familias se
asiste al tempo solo por excepción (defunción de un familiar o boda de un amigo
extraviado). La unión de parejas es por voluntad, sin requerir la intervención
de la iglesia o de la autoridad civil y las relaciones sexuales son parte del
proceso de prueba error en la selección de pareja hasta que dan con esa con la que
empatan y entienden más. La unión entre parejas del mismo sexo y la relaciones
entre parejas del mismo sexo se ve normal y la gestación, en la gran mayoría de
los casos, es por encargo (vientre subrogado). Ucrania representaba antes de la
guerra el 25% de las Gestaciones por encargo del mundo.
El único estrato social en el que no se ven cambios tan radicales es en las elites (1% de la población). Estas siguen asistiendo a misa y cumpliendo con todos los ritos sacros que el cristianismo protestante o católico comandan. Las parejas se casan por la iglesia, y se espera que las mujeres se embaracen cuantas veces puedan, ya que es menester tener a quien legar los bienes. En este estrato se espera que las personas que se decantan por personas de su mismo sexo se mantengan célibes o se casen y tengan hijos, ya que legar los bienes a los miembros de la familia está por encima de las individualidades.
Para no extender más esto, podemos concluir aceptando que el avance de la sociedad, con lo bueno y lo malo que tenga, es inexorable, pero también es cierto que uno puede crear un entorno propio en donde exista un frágil pero necesario equilibrio entre el concepto patrilineal (que asegura la continuidad) y el liberal (que asegura el desarrollo de la comunidad).
No podemos sustraernos del mundo, pero si crear nuestro
propio mundo.
Nos leemos en el siguiente artículo.