Optimismo ante la pandemia.

En el lenguaje coloquial se dice que la diferencia entre un optimista y un pesimista es que el pesimista es un optimista bien informado.

Antropológicamente el optimista es una persona que posee una extraordinaria capacidad para ignorar y olvidar lo adverso, lo que le impele a deformar surrealistamente la realidad para que esta se convierta, en medio de sus dos parietales, en eso que él o ella necesitan.

Por supuesto que nadie en su sano juicio querría o podría estar cien por cien en la realidad, razón por la cual todos, en mayor o menor grado, somos optimistas. Para muestra un botón…, yo, que peco de realidad, no pierdo la esperanza de coincidir en la vida con una mujer que sea el epitome del optimismo…, capaz de que hasta me ve guapo.

Es importante anotar que una cosa es el optimista per se, y otra muy distinta el que muestra un optimismo ante la adversidad. El optimista per se es el que deforma la realidad. En cambio, el que muestra optimismo ante lo adverso, lo hace debido a que ya vislumbro o gesto una solución.

Hay, ante la realidad, tres tipos de personas:

1)      El optimista per se, que esta cierto de que todo volverá a su cauce y que lo único que tiene que hacer es esperar.

2)      El que se aboca a gestar una solución que le permita capitalizar la adversidad;

3)      El que no ve, no puede o no quiere darse la oportunidad de gestar una solución, mostrando una actitud de pesimismo ante las circunstancias.

Estos últimos son los propagadores de la idea de la conspiración. Prefieren, ante su incapacidad para enfrentar y resolver la adversidad, cobijarse bajo la idea de la conspiración…, donde son otros y no ellos, los culpables de su situación. Observe por favor al realista, a este le tiene sin cuidado si todo esto se debe a un grupo de conspiradores. Para él lo importante no es encontrar culpables, sino soluciones.

Los optimistas per se, dado su connatural surrealismo, suelen adjetivar negativamente a esas personas que tienen el mal gusto de hacer patente la realidad. No obstante, pienso, y esto es a título personal, que sin importar el oficio o circunstancia en la que uno este, lo recomendable es decidir desde la realidad y no desde la fantasía. Ahora bien, si cercano a usted esta alguien que le guste la fantasía, dígale que no se preocupe, que esta lo está esperando en los centros comerciales.  

Las personas que crecieron entre las dos grandes guerras del siglo pasado, le daban una muy alta importancia a la geografía. Si no sabes dónde estás, decían, no sabrás a donde ir ni que hacer. Hoy, en los albores del siglo XXI, las circunstancias son otras. Lo más probable es que usted encuentre a muy poca gente preocupada por la geografía. Hoy lo que nos ocupa es la salud y la economía, por lo que entre más centrado este usted en la realidad, mejor será su toma de decisiones.

La realidad nos da las bases para poder hacer un diagnóstico de las herramientas y recursos que tenemos y debemos adquirir, en la inteligencia de que, en el mundo que viene, serán igual o más importantes las herramientas que el conocimiento. Si usted tiene el conocimiento, pero no las herramientas para divulgarlo, terminará con mucho conocimiento, pero sin clientes ni mercado.

El artículo previo a este: “El mundo que viene”, genero múltiples reacciones. Escogí algunas de ellas para plasmar en este artículo, debido a la riqueza de estas y a que me hicieron ver esas otras áreas que por extensión o descuido no atendí. Algunas ocupan varios renglones, otras son más largas, pero todas, si se me permite la analogía, de alto contenido nutrimental.
Nota: puse en cursiva las frases que capturaron mi atención. Ya cada lector enriquecerá con su interpretación el significado y alcance de estas.

Respuesta al mundo que viene.

1)      Nunca imagine un "Home Office", tan grande como este y "Sin Salir" de casa. He hecho lo que ni me imaginaba. He sido albañil, electricista, yesero, pintor, jardinero, escritor, cinéfilo, etc. Descubrí que el tedio puede generar incertidumbre, pero también es un estímulo para crear y producir.

2)      Todo esto ha sido un espacio para pensar y hacer reflexiones sobre nuestro comportamiento, nuestra manera de enfrentar emocionalmente las crisis y de mantenernos bien informados, ampliar nuestra base de datos y abrir la mente para ser flexibles y tomar decisiones. Es la oportunidad de reinventarnos.

3)      Hubiese sido muy bueno que hubieses incluido un poco más de extensión del cómo se afectan las relaciones familiares... Al final, lo que pasa en las familias se refleja en la sociedad y en el mercado.

4)      Aunque incluiste muchos puntos, sería bueno mencionar el impacto en la manera como cambiará nuestra psicología ante el mundo que nos rodea: el político, el laboral...

5)      Interesante, pero no me atrevería a generalizar. Cada región tiene su idiosincrasia, dinámica propia y diferente a los demás. Cada Estado de la República tenderá a plantear alternativas como oposición política y económica; cada País medirá sus fuerzas y debilidades estableciendo nuevas relaciones geopolíticas...; cada ideología medirá la solidez de su SENTIDO en función de la congruencia que haga a los demás para darle posibilidades de control, visión y rumbo al entorno interior y exterior...; cada espiritualidad acudirá por el agua específica para que su raíz madure y no se seque tronco y frutos futuros...

6)      Recomiendas liquidez, mucha liquides, pero pienso que hubiese ayudado más el que además de la liquidez, hablaras de las oportunidades de negocio para el hombre común.

7)      Estoy de acuerdo con mucho de lo que escribes y concuerdo contigo en que algunas partes del mundo cambiarán, sin embargo, me preocupa México que es donde vivimos y trabajamos. Veo que en este tren del coronavirus al que nos ha subido la vida, la población en general está en actitud de pasajero (esperando a que esto pase) y no de tripulación (preparándose y trabajando para sortear esto). Escucho la teoría de la conspiración, compartida abiertamente y con aplomo. Los barrios populares siguen como si nada. Esta religiosidad tan arraigada que nos hace estoicos y desconfiados de lo terrenal, incluyendo la ciencia, nos ha hecho restarle importancia a la situación, lo cual nos puede pasar una factura muy onerosa.

Si fuéramos racionales tendríamos lecciones que aprender, pero no nos pegó igual a todos, no nos dolió igual. Si hablamos de NY, donde fue noticia como escurrían líquidos de unos camiones estacionados en la acera y luego se supo que era de cuerpos en descomposición que se quedaron sin enfriamiento, pues no es difícil pensar en una sacudida colectiva, especialmente si te percibes como primer mundo; el orgullo sale herido. En México no nos ha dolido, no en una magnitud que nos avergüence. Somos con o sin razón, una nación feliz. Así nos autodescribimos. Somos, a pesar de las circunstancias, un pueblo que nos sentimos orgullosos de lo que somos. Cuando ves las filas en el Oxxo (a 30 centímetros uno de otro) para comprar cerveza o los mercados con multitudes en contacto directo y sin protección alguna, es cuando te das cuenta de las prioridades. Lo que nos preocupa y ocupa es el aquí, el ahora y disfrutar de la vida. ¿Para qué angustiarse? 

Es muy decepcionante y preocupante que los “grandes proyectos” del sexenio estén tan desfasados de la realidad. Un aeropuerto mal planeado y con un mercado deprimido -el 90% de la flota aérea del mundo esta estacionada. Una refinería cuando es más barato comprar la gasolina. Un tren maya sin apetito turístico y un rescate a PEMEX que pierde dinero en cantidades casi imposible dimensionar, y todo en momentos en que la recaudación va a la baja y las remesas internacionales (temporalmente) también. Es una tormenta perfecta y sin embargo todo indica que el pueblo bueno y sabio va a reelegir esta opción política, así lo indican las encuestas de opinión.

En un artículo de la BBC explican y fundamentan que falta mucho para lograr la inmunidad colectiva, lo que se complica aún más debido a que el virus muta. Así que la vacuna podría tener una eficiencia limitada, por esa razón siguen muriendo de influenza millones en todo el mundo. ¿Cómo es que en México nos atrevemos a pensar que esto es algo trivial, que pasara en cuestión de días o semanas? En NY se estima que apenas el 25% de la población se infectó de este nuevo virus…les fue muy mal y eso que solo se infectó el 25%. Seguiremos contando muertos por muchos meses, pero también creo que el tema se agotará, se volverá políticamente aceptable. Aquí estamos planeando a 18 meses… A nivel mundial hay en este momento algo así como 270,000 muertes. No parece ser algo que toque a la mayoría, con una población mundial de 7 billones, ¿que son 270,000? Estadística, diría Stalin, y vaya que él sabía de millones de muertos; duelen poco y se olvidan rápido.

Estados Unidos vendiendo la teoría del complot: No es parte del grupo de naciones liderando el desarrollo de la vacuna. Elimina su aportación a la OMS y en su lugar acusa a China de haber fabricado el virus o por lo menos de no haber alertado a tiempo de su existencia, cosa que es fácil de desmentir, sin embargo, es un producto que lo venden bien y se lo compran mejor… Es un genio político ese Trump.

No concuerdo contigo en lo de Europa, no la veo alineándose con Estados Unidos en contra de China. Ya desde antes había diferencias, por ejemplo, cuando la presión que ejerció para que los aliados no compraran tecnología 5G de Huawei y nada menos que el Reino Unido ignoró el consejo y Alemania sigue considerándolos. Sabemos que China tiene una ventaja tecnológica de por lo menos 4 años y además son 40% más baratos. Si consideras que la infraestructura de comunicaciones en la pandemia llego a su punto de saturación (La Unión Europea le pidió a Netflix que deshabilitara las descargas en alta definición para evitar colapsar la red) es evidente que no puedes esperar 4 años para resolver el problema.
Quien sea que gane el contrato nosotros encantados porque esta situación va a acelerar el despliegue de infraestructura y más ahora que es un asunto de seguridad nacional.

Me dice un amigo de Estado Unidos que, sin exagerar, por lo menos el 60% de los trabajadores viven al día. Están a solo dos cheques de la bancarrota. Viven endeudados debido a una confianza ciega en su gobierno y en la economía. No ve que eso cambie, tienen un ecosistema de emprendedores y socios capitalistas que no va a desaparecer. Siguen siendo tierra fértil y seguirán atrayendo talento; nosotros estamos orientados a la exportación y ellos seguirán comprándonos mucho, su gobierno seguirá imprimiendo billetes y la bolsa se recuperará, tardará algún tiempo, pero lo hará, lo dicen las muchas recesiones registradas.  

En México hemos tenido 4 cambios de gobierno federal sin crisis sexenales como las de los años 70s, 80s e incluso 90s; pero no las vivieron los que hoy están en sus primeros años de actividad laboral. Tienen gustos caros y pagan 50 pesos por una taza de café todos los días; ya de por si eran la primera generación que no iba a superar el estándar de vida de sus padres, pero no había problema porque no quería acumular riquezas, sino “experiencias” y amigos. Ahora se enfrentan a un mercado laboral nada halagador, si lo de ellos es la creatividad debemos ser testigos de una explosión de emprendedores, productos y servicios por y para ellos.  

En mi entorno, pronostico mayor disciplina en la cadena de mando, esa que ha hecho de China la fábrica del mundo. En mi empresa, con esto de la sana distancia, estamos operando con menos gente en las fábricas, encontrándonos con operadores más polifacéticos y dispuestos a cubrir más funciones. Con niveles de productividad mayor porque la gente tiene menos oportunidad para socializar (distraerse). En el comedor no pueden hablar entre ellos, entonces se toman menos tiempo del usual y hacen actividades en solitario. En la línea de producción tampoco es cómodo hablar a través de la máscara, tienes que elevar el volumen y terminas cansándote y concentrándote más en el trabajo…con menos errores; demostrado una y otra vez por la experiencia asiática.
En esto si veo un cambio en México, la gente va a valorar su trabajo cuando vea en su entorno el nivel de desempleo que se nos viene.

Hay noticias de que en India la gente disfruta cielos despejados por primera vez en décadas. Se dice que en Nueva Delhi no veían la cordillera del Himalaya desde la década de los 50s. Y hemos visto las noticias de animales rondando las ciudades desiertas. ¿Como afecta y afectará eso la conciencia de cuidado del planeta y el consumismo?

Nuestros clientes de tecnologías renovables pronosticaban un gran impulso, el costo de generación por energía eólica y fotovoltaica competía ya favorablemente contra los combustibles fósiles, pero con petróleo casi gratis los viejos hábitos regresarán en poco tiempo. No hay que olvidar que ahora el primer productor de petróleo es Estados Unidos y algo tienen que hacer con tanto inventario. Un auto eléctrico tenía un retorno de inversión muy cuestionable; ahora sin subsidio gubernamental y con gasolina MUY barata ¿qué atractivo le queda?, y agrégale que puedes evitar quemar gasolina quedándote algunos días a trabajar desde casa. Los fabricantes de autos tienen un panorama muy desalentador.

Finalmente considero que animales sociales, a fin de cuentas, vamos a salir a recobrar la libertad tan pronto como podamos, incluyendo (modestos) planes de viaje; si, la gente va a cuidar su liquidez, pero pienso que va a continuar la mentalidad de “solo se vive una vez” y existir para consumir. Vemos en las noticias que países con una supuesta conciencia social más desarrollada (Estados Unidos, Australia) ignoraron las precauciones y se lanzaron a las playas y los bares en cuanto levantaron las restricciones.

Los cruceros recibieron mucha publicidad negativa y en este momento no parece tan buena idea estar confinados semanas en un barco, pero las aerolíneas en todo el mundo creo que se repondrán mucho más rápido y sigue habiendo esa necesidad de cerrar los negocios en persona.

Algunas personas me dijeron que el artículo los llevo a contemplar cambios que no habían considerado. Otros me hicieron saber que lo más probable es que casi nada cambie, que nuestra corta memoria nos haría regresar a nuestra vida anterior. Otros mas me comentaron que el articulo contemplaba una visión muy gris de la vida y otros más, como ya lo comenté, me hicieron ver cosas que no considere o que, por su extensión, no creí prudente plasmar.

Todas las contestaré, sin embargo, el compartir algunas de las respuestas y reflexiones, nos abre a una ventana del conocimiento no considerada. Sirva, por ejemplo, algo de lo comentado en la última respuesta: En mi empresa, con esto de la sana distancia, estamos operando con menos gente en las fábricas, encontrándonos con operadores más polifacéticos y dispuestos a cubrir más funciones. Con niveles de productividad mayor porque la gente tiene menos oportunidad para socializar (distraerse).  

Al igual que este empresario, el CEO de Twitter (Jack Dorsey) anuncio que los empleados de la empresa ya no tendrán que regresar a las oficinas. La productividad de la empresa creció gracias al trabajo a distancia… Estamos, pues, entrando a un mundo nuevo.

Procederé a responder una de las interrogantes, en la inteligencia de que las otras las responderé en otros artículos para no hacer más extensivo este.

Oportunidades de negocio.

Líneas arriba mencionaba que estamos entrando un mundo donde las herramientas serán igual o mas valiosas que el conocimiento, debido a que esta oblicuidad nos metió de lleno a la era digital. Yo, que mis hijos dicen que cazaba dinosaurios saliendo de la escuela, me veo en la ingente necesidad de transformar casi todo mi hacer para poder migrar de lo físico a lo digital. Por supuesto que existirá mercado para ambas opciones, sin embargo, la digital es la única que experimentará un crecimiento exponencial.

Esto abre múltiples oportunidades de inversión para todo el mundo, sin importar si usted es un potentado, un ejecutivo o un empleado medio. Lo invito a que por favor considere crear un Portafolio de Inversión con sus amigos, compañeros o conocidos. Un portafolio que sume las posibilidades y saberes de todos.

En el mercado hay una ingente cantidad de jóvenes creativos que tienen la idea, el plan y el programa, pero no los recursos para echarlo andar. Son jóvenes que además de entender lo digital, conocen lo que el mercado necesita, ya sea por que ellos o su entorno lo han necesitado o necesitan, o por el simple hecho de que su creatividad los lleva a crear soluciones nuevas para problemas viejos, así como soluciones para necesidades nuevas.

Si usted une los conocimientos, recursos y saberes instrumentales de su Portafolio de Inversión con la creatividad e innovación de estos jóvenes talentos, puede, después de un serio ejercicio de valuación de proyectos, capitalizar oportunidades de inversión únicas, lo que le permitirá hacer lo que todo hombre de negocios: hacer de la adversidad, una ventaja.

Nos leemos en el siguiente artículo.

Jaime Ramos.