lunes, 11 de mayo de 2020

El mundo que viene

Se decide desde la realidad; se dirige desde el poder y se vende y opera desde la fantasía.

Si algo nos ha enseñado la vida es que el mundo es oblicuo, no lineal, aun cuando nosotros nos afanemos por planear de manera lineal. El Covid 19 ha sido la mayor oblicuidad que se nos ha presentado en centurias. Cierto que hemos enfrentado cosas atroces (guerras, hambrunas, crisis), pero son cosas que obedecían a un devenir y en las que, hasta cierto punto, había forma de anticipar y planear. En este caso no la hubo, fue una oblicuidad.

Lo que si podemos hacer es anticipar la forma en que el contagio se va a dar y las posibles consecuencias. Por ejemplo, en el norte de Europa, que migro de la agricultura a la industria, los espacios urbanos son amplios. La gente vive en casas y con un cierto grado de distancia social, por lo que se espera que en esos lugares afecte menos. El sur de Europa que se centró en el comercio (y por ende en la política), en el trato, contacto humano, venta y convencimiento, propicio que la gente terminara viviendo en ciudades con alta densidad habitacional, por lo que lo lógico es que el contagio sea alto.

Lo mismo acaece en México. El norte es industrial, la gente es más parca, distante, aislada. El contagio, en teoría, va a ser mucho menor que en el centro del país, donde el intercambio y el roce humanos son la norma. Ni que decir del sur, donde el contacto humano y la festiva convivencia son parte esencial de su cultura. Supuestos que nos hacen pensar que el centro y sur del país serán los más afectados.    

Otra cosa que podemos anticipar es el hecho de que vamos a vivir con cuarentenas intermitentes, por lo menos hasta que salga una vacuna, la cual es muy probable se lleve de 18 a 24 meses más. A esto le tenemos que sumar el tiempo que se va a requerir para producir, distribuir y aplicar la vacuna a nivel global, hasta lograr inmunizar a una masa crítica que detenga la fuerza de contagio.

Es importante anotar de que de este virus sabemos poco y lo poco que sabemos no nos garantiza nada, por lo que podremos dar por zanjado el tema hasta que salga la vacuna, la cual va a representar un problema para todos los gobiernos. La vacuna, obviamente, saldrá a la venta, pero no toda la gente podrá comprarla, tema que los gobiernos van a tener que resolver.

En el caso de México, y perdón por ser tan localista pero aquí vivo, se estima que la cuarentena se extienda hasta junio (escenario optimista). Si no se logra la contención, es decir, si no logramos quedarnos en casa (cosa que no estamos logrando), se extenderá hasta julio – agosto. No obstante, dadas nuestras características socioeconómicas, es muy posible que en algunas regiones se extienda hasta octubre, noviembre, lo cual de suyo va a representar un problema político, económico y social.

Las razones que nos llevan a afirmar lo anterior es la forma en que las autoridades están manejando el tema de la pandemia. Lo importante no es el número de casos infectados, lo verdaderamente importante es el número de casos detectados. Las autoridades le aplican la prueba aquel que presenta síntomas, sin embargo, el contagio lo propagan los asintomáticos. De nuevo, lo importante no son los casos infectados, sino los detectados.

La oblicuidad nos hizo ser testigos un acontecimiento único en la historia, ya que a un mismo tiempo convergieron el virus y su subsecuente pandemia, la crisis económica con su consabida recesión a nivel mundial y la implosión de los precios del petróleo. Fenómenos que ineluctablemente nos llevaran a ver y vivir cambios jamás imaginados.

Entiendo que, si el artículo fuera inspirador, me iría mucho mejor con los dos o tres lectores que tengo, no obstante, pienso que, sin importar la circunstancia, siempre nos será mejor decidir desde la realidad, dirigir desde el poder y vender y operar desde la fantasía. Así, pues, hagamos un análisis de la realidad para poder tomar las decisiones pertinentes.

El líder debe tener la capacidad de marcar Rumbo; Ritmo; Mando y Modo. En lo concerniente al Rumbo, nos centraremos en las tres responsabilidades que nos competen: ver, prever y proveer.

Ver en lo que todo el mundo ve, lo que nadie quiere ver: la Realidad; Prever las consecuencias del acontecer y Proveer lo que queremos que pase en y con la realidad que tenemos. Así, pues, entremos en materia, ya que la decisión correcta no necesariamente es la más pensada, pero sí la más informada.

Previo a la Segunda Guerra Mundial, el comunismo era el fantasma que asolaba a las naciones. Hoy el fantasma que va a asolar a todo el mundo es el del desempleo. Se estima, por ejemplo, que solo en Estados Unidos, el 20% de la población económicamente activa, perderá su trabajo, lo cual no solo va a generar una serie de problemas económicos (dinero para comer, pagar servicios, educación, etcétera), sino que además genera problemas de salud (drogas, alcohol, violencia familiar) y problemas políticos.

El desempleo generará fuertes presiones sociales y políticas a nivel mundial. Estados Unidos paso, en solo cinco semanas, de ser un país con pleno empleo a tener 30 millones de personas en paro, con la consabida inevitable carga al erario. De estos 30 millones de desempleados, 9.5 millones de ellos fueron rechazados por la seguridad social, lo que en términos electores pone en calidad de riesgo la reelección de Donald Trump.

En México, en el mes de abril, se perdieron 25 mil empleos diarios. Los Bancos Centrales de Latino América estiman un desempleo que oscilara entre el 12 % y 20% para los diferentes países de la región. Así, pues, el desempleo será un fenómeno que genera fuertes presiones sociales y políticas en todo el mundo, pero también hará que se gesten nuevas formas de trabajo.

La humanidad migrará de una cultura en la que los padres de familia invertían lo más que podían para brindarles a sus hijos una instrucción pública que les permitiera ser competitivos en el mercado laboral, a una cultura donde el objetivo será brindarles las herramientas que necesitan para crear trabajo.

En el momento en que estoy escribiendo esto, me habla uno de mis socios para decirme que esta con su gente estudiando las mejores formas de usar las herramientas que ya tienen (Office, Gmail y demás etcéteras), así como las que están surgiendo en la red para poder atender a sus clientes y buscar nuevos mercados y conceptos de negocio.

Anoto esto debido a que mi socio siempre se ha distinguido por estar a la vanguardia tecnológica, sin embargo, hoy, la oblicuidad, lo obligo (palabra poco afortunada) a contemplar escenarios que hace un mes ni siquiera consideraba. Así como él, todos nos vamos a ver en la necesidad de reinventar nuestra forma de vida y de trabajo.

Otro fantasma que recorrerá el mundo es el de las quiebras corporativas. Empresas que hace 60 días estaban en los cuernos de la luna, se enfrentan hoy a un futuro poco alentador.

CARNIVAL, la empresa de cruceros más grande del mundo tuvo que acudir a la Reserva Federal para conseguir un crédito de seis mil millones de dólares para subsistir los siguientes seis meses. Sus gastos de operación son de mil millones de dólares al mes. Y si bien es cierto que ya aviso que reiniciaran sus cruceros el día 1 de Junio, la pregunta es: ¿usted en verdad cree que la gente se vaya a aventurar a tomar un crucero? ¿Cree usted que las ventas de la empresa le permitan hacerle frente a su responsabilidad financiera? Aplaudo el emprendimiento de la empresa y deseo estar en el error, pero veo poco alentador el escenario.

Airbnb se vio en la necesidad de pedir dos mil millones de dólares, al tiempo que va a despedir a cerca de dos mil empleados, cuando hace 60 días era algo que ni siquiera se hubiese imaginado.

Muchas empresas están buscando solventar el paro con emisión de Bonos, sin embargo, la pregunta es la misma: ¿ve usted factible que las ventas de estas empresas generan los ingresos necesarios para pagar esas deudas? Lo más probable, y nada me daría más gusto que el estar equivocado, es que muchos de esos bonos terminen siendo bonos basura, amén de que muchas empresas se van a ver obligadas a recibir en su Consejo de Administración a personas (los tenedores de los bonos) que hace dos meses jamás hubiesen considerado.

El sector automotriz y el de bienes raíces van a sufrir una contracción de la que requerirán años para recuperar su dinámica. Observe usted el comportamiento de las FIBRAS, estas serán el gran indicador. Las empresas de trabajo compartido (coworking) se van a tener que reestructurar para poder hacerle frente a la crisis, ya que sus ventas se van a sufrir una contracción. Ni que decir de la aviación, hotelería y turismo, restaurantes y eventos masivos.

Las empresas y sectores arriba mencionados deberán planear un mínimo de dos años con ventas que oscilarán entre el 40% y 60%, amén de que algunas de ellas estarán abajo del 40%, por lo que obligadamente estas y otras no enlistadas aquí, deberán restructurar sus finanzas y sus Consejos de Administración.

Es importante anotar dos escenarios: en el primero de ellos la ola de contagios se frena en cuestión de meses, regresando a una normalidad próxima a la que teníamos, en el tercer o cuarto trimestre del año (escenario optimista). En este escenario, la reactivación económica seria gradual (falta de liquidez), pero sostenida, viendo una recuperación de la economía en el segundo, tercer trimestre del 2021.
 
Segundo escenario. La ola de contagios se estaría dando de manera intermitente en todo el mundo, y una muestra de ello es China, donde ya hay un nuevo confinamiento de 10 millones de personas por un nuevo brote. Estas nuevas olas de contagio que se estarían manifestando en todo el orbe, se darían principalmente en aquellos países en los que no aplicaron pruebas de detección de manera masiva.

Estas intermitencias afectarán gravemente la recuperación económica del mundo y en especial de los grandes consorcios empresariales, sin embargo, las intermitencias impulsarán fuertemente el desarrollo de otros negocios, como, por ejemplo, la educación en línea, la cual obviamente meterá en problemas a las universidades privadas, ya que estas cobran colegiaturas en función de la academia y de lo que ofrecen más allá de esta (instalaciones).

Otro negocio que crecería mucho es el de la industria del entretenimiento, amén de que veríamos cosas no vistas. Un ejemplo de ello sería la posibilidad de que algunos artistas ofrezcan conciertos en línea, así como conciertos para fiestas en línea.

Ni que decir del crecimiento de las ventas en línea y de los servicios de mensajería, lo que ineluctablemente propiciara una migración más rápida al dinero electrónico, por lo que las plataformas de servicios financieros van a explotar, amén de que aparecerán nuevos bancos, los cuales serán digitales, lo que meses atrás se vería con duda y desconfianza.

Otro ejemplo para considerar es de la venta de libros. La industria del libro iba en franca caída, sin embargo, esta pandemia ha hecho que la venta de libros de ficción incremente sus ventas a nivel mundial un 33%, mientras que la venta de libros de educación para niños se incrementó un 234%.

La industria del deporte se va a tener que reestructurar. Los ingresos proyectados de las Ligas Mayores de Béisbol estaban en el orden de los diez mil millones de dólares. Hoy, en el mejor de los caos, se espera ronden los cinco mil millones de dólares. Los ingresos de la NBA que estaban proyectados en ocho mil millones de dólares llegaran, en un escenario optimista, a los mil quinientos millones. Como contraparte, es muy posible que la industria del Trading deportivo se dispare, ya que este ofrecerá la adrenalina que ofrecían los estadios.

Los negocios que más van a contraer su nivel de contratación son el automotriz, aviación, hotelería y turismo (directo e indirecto) y la venta al detalle. Esta última (venta al detalle o retail) estaba enfrentando una tendencia negativa, debido a que el comercio electrónico le estaba ganando mercado, lo cual se agudizará a grado extremo en los próximos años, afectando también al sector inmobiliario, ya que habrá una gran cantidad de edificios comerciales (grandes y pequeños) que no tendrán razón de ser.

En el sector automotriz veremos una contracción prolongada, con una reducción estimada entre el 75% y 80%. Muchas distribuidoras se van a reducir sensiblemente y otras simplemente van a desaparecer.

Los negocios que difícilmente van a regresar a la vieja normalidad (por llamarla de una manera), son los conciertos, deportes en estadios, ferias, congresos y cosas así. Estos se llevarán a cabo guardando espacios abiertos entre los asistentes, amén de que algunos se llevarán a cabo sin público, pero en la red. Otro rubro con fuertes afectaciones será el de las imprentas y medios impresos. Sobre toda la primera, que van a ver seriamente disminuidas sus cargas de trabajo.

Como contraparte, las empresas de tecnología digital y entretenimiento son las que más se van a beneficiar en este nuevo orden que iremos construyendo. Empezaremos a ver una competencia en servicio en todo lo referente al comercio electrónico. Las empresas que mejor les va a ir son aquellas que ofrezcan entrega sin costo y en un solo día.

Muchas empresas que no tenían ofertas remotas de trabajo lo van a empezar a hacer, amén de que las entrevistas de trabajo y selección cambiarán, tanto de un lado como del otro. Los que buscan empleo se deberán preparar mejor, explicando y sustentado en hechos lo que ha sido su historia laboral para que puedan ser considerados, mientras que los que contratan van a hacer más selectivos y exigentes.

Entraremos a una economía de bajo contacto humano, lo cual cambiará también nuestra forma de relacionarnos en lo social y en lo sentimental. De entrada, reduciremos el nivel de contacto, para migrar de un contacto general (al conocer, saludar o platicar con alguien) a un contacto selectivo (los nuestros). Le daremos más importancia a lo que observamos (escrutaremos más lo vemos) y de manera muy particular a lo que escuchamos (oiremos menos, escucharemos más).

Las familias, al estar menos expuestas al exterior, regresarán al origen, es decir, a ser familias nucleares, donde los miembros de la familia estarán más cerca de todos, incluida la familia extensa (tíos, abuelos, primos y demás etcéteras).

Las iglesias y templos religiosos van a tener que reinventarse, lo cual de suyo va a ser un problema, ya que viven de los diezmos que reciben. Y no va a ser lo mismo lo que reciben en el templo, en todo invita a la generosidad, que lo que reciban electrónicamente, donde todo invita a la austeridad.

Las Iglesias y templos deberán considerar que es lo que van a hacer con sus edificios. Estos van a estar la mayor parte del tiempo solos o con muy poca gente, amén de que es muy posible que el alejamiento físico de las personas a los centros de culto, propicie el surgimiento de nuevas creencias, lo que fragmentaria la feligresía de las iglesias existentes.

El diseño de las casas va a tener que contemplar la nueva funcionalidad que demanda el entorno, migrando de un lugar de convivencia familiar y social, a otro que además de contemplar la habitabilidad, considere los espacios de trabajo, estudio y ejercicio, actividades domésticas que irán en aumento.

Las empresas van a entrar a una reducción gradual de sus espacios de trabajo, ya que el trabajo en casa ira en aumento, por lo que las empresas ya no necesitarán tanta infraestructura para poder operar.

Me queda claro que estos son fenómenos de transición, ya que el ser humano es gregario por naturaleza y buscará un punto medio entre el contacto físico y el mundo digital, pero son cosas que van a pasar y que debemos considerar.

Retomemos lo público.
Los gobiernos tendrán que buscar la forma de migrar a lo electrónico, para que la gente pueda hacer sus trámites en línea sin tener que acudir a las oficinas gubernamentales. Incluso los servicios notariales se harán de manera electrónica.

Los gobiernos tendrán que considerar el Internet como parte del servicio que ofrecen a sus gobernados, por lo que es muy probable que este migre de lo privado a lo público, en donde las empresas privadas lo que harán para competir es ofrecer una mayor capacidad que la que ofrezcan los gobiernos.

Los gobernantes van a tener que cambiar sus prioridades y su retórica. Los que ofrezcan mayor bienestar en lo referente a salud (la gente va a escuchar más a los científicos que a los políticos), servicios digitales y regulaciones simples para que la economía y obligaciones de sus gobernados funcione mejor, son los que más votos obtendrán del electorado.

Los gobiernos tendrán que modificar su legislación laboral a pasos acelerados, ya que cada vez será mayor el número de personas que trabajen desde casa.

En lo internacional es menester considerar que la Unión Europea correrá un muy alto riesgo de fractura. El COVID 19 puso sobre la mesa las grietas de la unión, demostrando que su integración es económica pero no política.

Es importante anotar que la Unión Europea le dio la espalda a Italia (primer país al que llego el virus) cuando esta les pidió ayuda para enfrentar la crisis sanitaria, amén de que el resto de las naciones que la integran, voltearon a ver hacia sus propias naciones sin tomar en cuenta las necesidades de los demás miembros. El que Italia salga de la Unión Europea, dependerá estrictamente del apoyo que logre Matteo Salvini (el político más popular del país y el principal promotor de la salida de Italia de la Unión Europea).

Otro tema que fractura la solidez de la Unión Europea es la declaración del Tribunal Constitucional de Alemania, en el que declara que es parcialmente inconstitucional la compra de Bonos que está haciendo el Banco Central Europeo (BCE), recomendando su revisión y re-definición, lo que a su vez pone en entredicho al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, quien en 2018 sentencio que la compra de Bonos compete al Banco Central Europeo.

Esto no quiere decir que el BCE vaya a dejar de comprar los Bonos de deuda de sus países miembros, lo que significa es que va a tener que negociar con Alemania (país rector de la Unión Europea), ya que esta desaprueba la forma en que se está llevando a cabo, debido a que los demás países de Unión operaban con déficit importantes, algunos, incluso, cerca del 10% del PIB.  

La cohesión de la Unión Europea va a depender mucho de lo que pase con Italia y de la forma en que el Banco Central Europeo (BCE) resuelva o acuerde el diferendo con Alemania. Esta lo que pide es que el BCE exija una garantía, de tal suerte que no sea el pueblo alemán el que termine pagando o subsidiando los bonos de los demás miembros de la unión.

Otro factor que puede influir en la cohesión de la Unión Europea es la postura de Estados Unidos, quien en este momento esta buscando el apoyo de esta contra China, apoyo que algunos analistas ven frágil. No obstante, lo importante es que se va a recrudecer el enfrentamiento entre China y USA, con las consabidas consecuencias económicas.

China, es el único país que sale de la pandemia tal como salió Estados Unidos de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, la desconfianza que género y está generando por la forma en que manejo la información del virus, le está mermando seriamente esa oportunidad, lo que geopolíticamente terminara beneficiando a Estados Unidos.

Es importante anotar que, sin importar los escenarios arriba mencionados, el mundo está enfrentando la peor recesión en tiempos de paz. Nos sería menester regresar a la Segunda Guerra Mundial para encontrar algo similar. La realidad es que una muy buena cantidad de empresas líderes van a dejar de serlo o a desaparecer.

Ante esta situación lo que más se recomienda es liquidez. Mucha liquidez. Ahorrar, cuidar el gasto hasta el exceso y mantenerse líquido, por lo menos hasta el cierre de año, en la inteligencia de que ello nos ayude a tener un escenario más claro de los cambios que se están concretando y de los que ineluctablemente van a venir.

Nos leemos en el siguiente artículo.

Jaime Ramos.