miércoles, 21 de mayo de 2025

Intereses y pasiones.

Duro oficio el del rey el de vomitarse sobre sí mismo. Frase que usaba el Rey Sol (Luis XIV) cuando tenía necesidad de desdecirse. Frase que ahora me veo en la necesidad de hacer mía debido a que, por años, me dedique a diseñar e implementar herramientas antropológicas que ayudaran a los Consejos de Administración y a las empresas a hacer una mejor selección para el puesto vértice de la empresa y de las áreas claves.

La razón por la que no solemos a ver más allá de lo creado es porque somos rehenes de nuestras creaciones. Ya una vez hechas y validadas con la realidad, dejamos de sentir el impulso de mejorarlas, sobre todo si estás son diferenciadas y rentables, amén, claro está, que nuestra antropología nos impele a no hacerlo, ya que a nada tiende más el ser humano que al confort.

Tendencias antropológicas.
Son tres las tendencias antropológicas que rigen nuestro inconsciente hacer: El confort, la acumulación y el tiempo libre para sí.

Las tres se contraponen entre sí. El confort nos impele a la comodidad, a realizar el menor esfuerzo. Lo que indudablemente incidirá en nuestro proceso de acumulación, ya que para esto es menester contar con recursos. Y estos solo los podremos obtener si trabajamos intensa e inteligentemente, lo que nos obligaría a sacrificar parte del tiempo libre para sí, que es lo que nos solaza y reconstruye interiormente. La forma en que el individuo resuelva este nudo gordiano será lo que le distinga y separe de los demás.  

Ahora bien, si partimos de la premisa antropológica de que la personalidad es progresiva y mortal, podemos educir que entre más avanza una persona en edad, más palmaria será el área hacia donde, consciente o inconscientemente gravitan sus intereses y pasiones: confort, acumulación o tiempo libre para sí.

Previo a las elecciones en Estados Unidos nos abocamos en la Abstracción a hacer un análisis prospectivo del entorno y de algunos líderes políticos que tienen bajo su egida la responsabilidad de conducir y posicionar competitivamente a su país en el concierto de las naciones. Y lo que encontramos, más allá de las herramientas mencionadas, es que estos (como usted y como yo) se rigen por dos variables no conscientes que comandan su accionar: Intereses y Pasiones.

Todo hacer que no tenga que ver con la supervivencia es vanidad… Y es justo está frivolidad la que nos lleva a mentirnos regular o episódicamente a nosotros mismos y a los demás. No obstante, si observamos más allá de las máscaras, descubriremos que los intereses y pasiones (parcela de la humana natura de la que no tenemos control) siempre nos dejan ver lo que el otro es… Esta dupla de la que poco estamos conscientes es la que nos lleva a acertar y a equivocarnos siempre con el mismo tipo de personas y circunstancias.

El interés tiene que ver con la mente, las pasiones, con los sentidos.
El interés de un ser humano no solo se sustenta en su antropología (especie, genética y entorno donde esta se desarrolló y opera), se nutre también de sus creencias. No de lo que el individuo cree creer (imagina que cree), sino de lo que intrínsecamente cree.

El hacer de una persona este íntimamente ligado a su intrínseco creer… Su hablar, a lo que cree creer. Así pues, una cosa es el: Me gustaría; y otra: El quiero. Lo que te gusta, lo platicas; Lo que quieres, lo haces.

Curiosidad e Interés.
Es importante distinguir y separar curiosidad de interés. El interés puede ser interno (obedece a nuestra natura) o externo (obedece a los accidentes y/o fenómenos del entorno). El interno se mantiene y acentúa con el tiempo. El externo necesita del conocimiento para confirmarlo o rechazarlo, amén de que muta con la edad. El interno se nutre de lo que el individuo es; el externo, de la curiosidad.

Imaginación y deseo.
La imaginación alimenta al deseo y este a la imaginación. Uno y otro se nutren de fantasía. Y solo hasta que nos aventuramos a conocer lo otro (lo que llama nuestra atención), en lo otro (lo que la persona o cosa es), sin perder lo propio (identidad y criterio), es que podemos confirmar o rechazar si la realidad y la fantasía se acercan a lo imaginado.

El deseo, al confirmar la proximidad entre imaginación y realidad, tenderá a prolongarse en el tiempo, pero siempre como algo exógeno, por lo que no es extraño que disminuya o desaparezca con la edad. No pasa así con el intrínseco interés, este es una constante que se acentúa al paso de los años (genio y figura hasta la sepultura).

El interés no miente.
Ya comentamos que el interés exógeno es temporal y mutable. El intrínseco, permanente y creciente. Las pasiones, por el contrario, están siempre en estado latente, esperando la primera oportunidad para expresarse. Interés y pasión están íntimamente entrelazados, sin embargo, es el interés el que conduce a las pasiones…, y la ausencia de este el que permite que estas se explayen a su arbitrio para alimentarse a sí mismas sin ninguna dirección (excesos).  

A menor interés de la persona en algo especifico, mayor afán de novedad al todo en general. De tal suerte que la pareja, proyecto o actividad más atractiva, será siempre la que está por llegar.

Ya una vez que llega y se explora el todo de la partes y estas como parte de un todo, perderá, en cuestión de días o meses, el sentido de la novedad. No por malo o deficiente, sino porque el acercamiento no obedece al intrínseco interés, sino a la curiosidad. El interés construye, la novedad, usa.

Para una persona que está bien centrada en su interés (construcción), le será más fácil la dirección de sus pasiones, amén de que las sujetará a tiempos y condiciones que le permitan ser dueño de estás y no estas de él.

Observe a sus allegados y conocidos. Descubrirá que aquel que está en plena conquista de sus intrínsecos intereses, se solazará episódicamente en su pasión. Mientras que ese otro que ya renuncio a ellos, le dará rienda suelta a su pasión.

El que no puede conquistar sus intrínsecos intereses, se avocara a conquistar el mundo religioso – espiritual para sentir que es mejor que los demás…, o el hedonista, para conquistar cuerpos y placeres. Los dos tenderán a la persuasión emotiva (chantaje emocional). El primero hablando de una ética que no está en él; el segundo, de un sentimiento que no mora en él.

Lo que vemos hoy en el concierto de las naciones, es a líderes que están más preocupados por el logro de su intrínseco interés que por el logro de sus naciones. En el inter de que estos adolescentes de la tercera y cuarta edad alcancen la madurez y logren conciliar su interés con los de la nación que dirigen, vamos a experimentar las inestabilidades y zozobras propias del hacer adolescente.

Nos leemos en el siguiente artículo.

 

 

sábado, 17 de mayo de 2025

Meritocracia: Un problema de interpretación.

Napoleón les decía a sus soldados que en la mochila de cada uno de ellos había un Bastón de Mariscal. Y que serían sus méritos en el campo de batalla y no su apellido o clase social lo que determinaría la obtención de este. Concepto innovador y revolucionario en una época donde el mérito no dependía de las capacidades de las personas, sino del estamento social en el que hubiesen nacido.

Se ha hablado mucho y mal de la meritocracia, no obstante, pienso que, si bien es cierto que el concepto tiene sus más y sus menos, también lo es que el principal problema es la interpretación que se ha hecho de esta.

Soy el primero en reconocer que la gran mayoría de los que defienden el concepto, lo han hecho desde un punto de partida al que muy pocos acceden. Y que los que lo denuestan lo hacen desde una plataforma ideológica que, por definición, sesga todo lo que no concuerda con ella.

No obstante, la realidad es que, hasta el más ideologizado de los seres humanos, desearía poder contar con el mejor cirujano antes de someterse a una intervención, o con el mejor en lo suyo al construir una casa, contabilizar el pago de impuestos, llevar un juicio y demás etcéteras de ese hacer humano al que acudimos cuando requerimos de un especialista.

La forma en que se vendió el concepto (que no podía venderse de otra forma dada la diferencia entre los puntos de partida) es lo que propicio un sinfín de interpretaciones. Todas, es cierto, con un grado de razón.

Identidad de clase.
Las generaciones que crecieron en el segundo y tercer cuartil del siglo pasado, tenían muy claro el sentido de identidad de clase. Para el cuarto cuartil (1975 – 2000), la identidad de clase se empezó a desdibujar, desapareciendo, casi en su totalidad, en el primer cuartil de este siglo (2001 – 2025).

Todos lo que antaño se identificaban dentro de la clase Media – Baja; Baja - Alta o Baja - Media, hoy se consideran Clase Media y una buena parte de los que estaban en este estrato, hoy se ven a sí mismos como Clase Alta. Lo que cambio es la identidad, no las condiciones.

Lo que propone el concepto de meritocracia es que una persona puede migrar de un estrato a otro, siempre y cuando esté dispuesta a pagar el precio del tiempo, preparación y trabajo duro. Lo que nunca nos dijeron es que el tiempo se mide por generaciones. En México una familia requiere del tránsito de diez generaciones para cambiar a un estrato social más alto. En los países nórdicos, tres generaciones.

En Estados Unidos de Norteamérica y en algunos países de la Unión Europea, es común que una persona logre mudar al estrato más alto de la pirámide, pero también lo es el que las siguientes generación regresen gradualmente al nivel en el que estaba su progenitor. Algo similar acaece en América Latina, solo a que un nivel más acelerado. Cuando un individuo logra ascender al estrato más alto, la generación inmediata o la que sucede a esta, regresa al estrato original y, en algunas ocasiones, a uno ligeramente inferior.

No obstante, la realidad es que más allá de que si de los dientes hacia afuera se compra o rechaza el concepto, todos, a su capacidad y posibilidad, hacen hasta lo impensable para subirse al barco de la meritocracia, ya que este brinda, conceptualmente hablando, la posibilidad de vivir igual o mejor que nuestros padres.

Democratización de la educación.
Hoy, para trabajar de cocinero necesitas un título de Chef. Para trabajar de técnico, uno de Ingeniero. El comentario no pretende demeritar la instrucción universitaria, ni el esfuerzo y dedicación de la persona, sino demostrar que lo que hemos hecho es pauperizar la instrucción y los oficios, al tiempo que los promovemos como un medio que nos garantizara la subsistencia y el ascenso social. Lo cual, a la vista de los resultados, no ha sido del todo cierto

Son pocos los ejecutivos que hoy oscilan entre los treinta y cuarenta (por mencionar un solo segmento laboral y etario), que tienen un nivel de vida similar o mejor al que en su momento tenían sus padres. Cada vez es más común encontrar jóvenes de treinta o más, viviendo en la casa de sus progenitores, ya sea por comodidad o porque no generan lo suficiente para lograr una independencia como la que estos tenían a su edad. En muchos casos, el egresado de hoy es el equivalente al técnico de ayer.

El factor suerte.
Muchos de los que hoy están en una posición mejor a la que tenían sus progenitores, lo han podido hacer, sin demerito de sus capacidades, a un golpe de suerte, a sus relaciones y que a han tenido los medios y posibilidades de capitalizarlas. Pero también es cierto que muchos de los que no lo han podido hacer es porque no tuvieron la oportunidad social y académica de iniciar desde un punto de partida similar a los que si lo lograron.

También es cierto que el intrínseco interés del individuo define mucho de lo que este ha de hacer, ya sea que antropológicamente tienda más al confort, a la acumulación o al tiempo libre para sí. Las tres se contraponen entre sí y es el individuo el que al final decidirá cuál de esas tres es la que tiene más valor para él, consciente de que, al ganar en una, resta en las otras.

Mōris; Ética y Estética.
Líneas arriba decíamos que la movilidad social se mide por generaciones y que en esas contadas ocasiones en las que un miembro de la familia logra migrar al nivel más alto de la pirámide (en USA solo el 4% de las personas; en México menos del 1%) lo hace a través de inteligencia y diferenciación o…, de un golpe de suerte. Sin embargo, de lo que poco se habla es que, con mucha frecuencia, la generación inmediata o la que sucede a esta, regresan, en el mejor de los casos, al nivel que tenían sus padre al inicio o a uno ligeramente inferior.

Lo que antropológicamente sucede es que cambian las circunstancias, pero no las personas. El reto no solo es llegar a un determinado nivel, sino mantenerse en él. La realidad es que hay tres variables antropológicas que, sin importar el grado de estudios o preparación que tenga la persona, inciden en su quehacer biográfico: Mōris (costumbre, cultura), la Ética (valores) y la Estética (gustos y preferencias).

El mono, aunque se vista de seda, mono se queda.
Donde es más palmaria la forma en que inciden estas variables es en aquellos casos en los que la persona gano un contrato inesperado o un sorteo que lo sitúa en un nivel económico ajeno a su devenir, haciendo que su inesperada riqueza obedezca más a un evento fortuito que al trabajo de varias generaciones.

La
Mōris (costumbre, forma y visión de vida), si no la educa y trabaja en ella, se convertirá en un óbice del desarrollo. Debido a que en lugar de que la persona invierta en todo aquello que le permita a sí y a los suyos construir una cultura de vida y de trabajo que les facilite a las generaciones venideras un punto de partida mejor que el que ellos tuvieron, utilizarán los recursos para comprar los símbolos de poder que los distinga de esos con los que ayer compartían estrato.

Ética (valores). O gobiernas lo que eres o lo que eres te gobernara ti. Los criterios de decisión del ser humano están íntimamente ligados a lo que este es. Entre más trabaja el individuo consigo mismo, más fácil le será gobernarse. En el otro espectro están los que no lo hacen. Los que sienten esa ingente necesidad de demostrarle a los demás, todo lo que su imaginario dicta. El que ya es, no necesita demostrar nada, ya es.

Estética (gustos y preferencias). Elegante es el ente que sabe elegir. El sentido del gusto se educa. Hay quien no posee recursos, pero construye una personalidad que le permite portarse a sí mismo. Si educas tus gustos en la sobriedad y sencillez de las cosas, estos te llevarán a buscar y crear los mejores escenarios para la construcción y proyección de tu personalidad. Para esto será menester cambiar la forma de pensar y esto se logra mejorando lo que lees, lo que ves y el grupo social con el que te asocias filial, sentimental y empresarialmente.

Las familias que se sostienen en la cima más de cuatro generaciones se distinguen por crecer en una cultura familiar en donde se valora en mucho la sobriedad, el trabajo duro, la responsabilidad y el valor para hacerle frente a las cosas. Se valora tanto que aquellos miembros de la familia que no lo hacen, se les deja fuera de la toma de decisiones de la familia.

Así pues, son tus gustos, ética y forma de vida, lo que te ayudará a migrar de un estrato a otro. Y si esto lo acompañas de una constante educación intelectual y social, el camino no solo será más fácil, sino que marcaras la senda de los que te van a suceder, propiciando que la movilidad social sea más rápida y consistente.

Nos leemos en el siguiente artículo.  

 

domingo, 4 de mayo de 2025

USA y China: Una guerra de desgaste.

El entorno cambia tan rápido que aventurarse a hacer un análisis del acontecer se antoja arriesgado sino es que poco útil. No obstante, es menester hacer una radiografía de lo que está aconteciendo y que sea el lector el que elabore las estimaciones de lo que pueda pasar y las decisiones que al respecto habrá de tomar.

Antes de entrar al entorno es menester rozar la antropología para entender el proceder de los lideres que llevan sobre sus hombros la responsabilidad del mundo.

Variables antropológicas del conflicto.
Son tres las variables antropológicas que condicionan el proceder de una persona en un enfrentamiento o conflicto. Variables que están más allá del cociente intelectual del individuo, dado que todos somos inteligentes para unas cosas y normales o pésimos para otras.

Es importante anotar, aunque me salga un poco del tema, que son más peligrosos los tontos que los malos. Un malo seguido por mil tontos podrá hacer mucho más mal que mil tontos solos. A los malos los siguen los tontos; a los populistas, los miedosos. Tan es así que en la actualidad padecemos una epidemia de influencers debido a que los tontos quieren ser influidos. Y una explosión de gobiernos autocráticos, gracias a que los miedosos quieren ser dirigidos.

Las variables antropológicas del conflicto son: Inseguridad; Competencia; Gloria.
Entre más insegura es una persona, más tiende a compararse y competir con los demás. Incluso con aquellos que no lo ven en el mapa o aquellos que no lo ven como competidor. Una persona con un alto índice de inseguridad competirá ferozmente con rivales reales o ficticios, amén de que cobrará todas las ofensas que, en su imaginario, le han infringido (para el inseguro, el imaginario es realidad).

Este mismo grado de inseguridad le hará perseguir a como dé lugar tres objetivos: Gloria (fama y popularidad); Reconocimiento de propios y extraños (admiración) y Reverencia (pleitesía). Objetivos que lograra por la buena (haciendo alianzas), por la mala (intimidando) o vía el autoelogio (haciendo el ridículo).

Por el contrario, una persona con un alto nivel de seguridad no siente necesidad de compararse o competir con persona alguna. Es tan segura de sí, que lo único que no buscará es el reconocimiento o aceptación de los demás.

Una persona con un alto nivel de seguridad personal tiende a ser:
Autónomo: Se rige por sus propias normas, sin violar o afectar las de los demás;
Autócrata: Ejerce su propio poder y lo ejerce en sí mismo (señor de sí y no esclavo de los demás);
Auto determinado: Se define, determina y dirige a sí mismo;
Autómata: Tiene su propio motor. No necesita ni busca la motivación de los demás.

Uno y otro representan riesgos cuando conquistan el poder político de un pais. 
El seguro de sí buscará el poder para construir con él un modelo de nación que responda a la visión que tiene de ella. Desde un principio le hará ver a sus electores el modelo de nación que desea construir y por qué ve factible el que se pueda lograr. Ya una vez presentado su modelo dejará que sean los electores los que decidan si votan o no por él. La parte gris del seguro de sí es que ya en el poder, no permitirá o tolerará obstáculo alguno en la construcción y consolidación del proyecto de nación.

El inseguro busca el poder para servirse de él. No para ser útil o construir con él, ya que el proyecto no es la nación, es él... Razón por la que toda persona o estado que disienta de lo que él dice o siente, lo considerará como un ataque a su persona, provocando en él una respuesta visceral y desproporcionada, dado que, en su imaginario, es menester demostrarle al otro que él es el que tiene el poder.

Las naciones en conflicto son Estados Unidos de Norteamérica y China. La Unión Europea no cuenta. Esta se ha convertido en un parque temático para turistas, por lo que ni USA ni China la consideran en este conflicto.

Lo conmino a que, con lo arriba mencionado, analice: a) El proceder de ambos lideres (USA y China) y; b) Los posibles alcances y consecuencias de la guerra de desgaste.

Guerra de desgaste.
El presidente de Estados Unidos emprendió una guerra comercial con la Unión Europea, con los socios del T-MEC y con muchas otras naciones. No obstante, la preocupante es la que inició con China. Para entender los alcances y los posibles desenlaces de esta, es menester considerar algunos datos. 

PIB Estados Unidos de Norteamérica:                          PIB China:
2000: 24.5% PIB Mundial.                                           2000: 3% del PIB mundial.
2024: 25 % PIB Mundial.                                            2024: 19% del PIB Mundial.

Estados Unidos exporta el 7.29% de su PIB; China el 30.3%.
Estados Unidos vive más del consumo interno que de sus exportaciones. China vive más de sus exportaciones que del consumo interno. Los aranceles le van a afectar mucho a China, poco a Estados Unidos.

La tasa de ahorro de USA bajo en cinco años del 8.42% a 3.8% (se estima que baje más en los siguientes años). La tasa de ahorro en China es del 45% y se ha mantenido constante en lo que va del siglo, sin embargo, si la guerra de aranceles continua, China se veré en la necesidad de estimular el consumo interno en el inter de que logra colocar sus productos en otros países, lo que cada día se ve más complicado (USA le va a poner aranceles aquellos países que le compren a China).

Aun cuando las declaraciones del gobierno de China afirman que pueden sostener esta guerra arancelaria el tiempo que sea necesario, la realidad de los números nos indica que no es así. Su moneda representa menos del 7% de las monedas de reserva del mundo y menos del 4% de las transacciones mundiales.

La situación en Estados Unidos es diferente. El dólar americano representa el 59% de las reservas mundiales. El dólar es la moneda oficial de 11 países y 65 más tienen anclada su moneda al valor de este, amén de que el 58% de todas las transacciones comerciales y bancarias del mundo se hacen en dólares.

Lo que Estados Unidos recibe de comisiones de arbitraje por las transacciones en dólares que se hacen a nivel mundial es un 8% menor que el valor de su deuda, lo que hace que esta no represente un problema en este momento.

Todo pareciera indicar que el objetivo real de Estados Unidos es ralentizar el desarrollo de la economía China, amén de restarle influencia en el orden mundial. El problema es que en la cultura China se ve el tema de los aranceles como un agravio similar a eso que en sus libros de historia se conoce como: El siglo de la gran humillación. Periodo en que la nación fue sometida por los países occidentales desde mediados del siglo XIX, hasta la Revolución Comunista de 1949.

Este sentimiento de humillación es lo que ha impulsado a los Chinos a poner en evidencia vía videos cortos, el costo de lo que se fabrica en el pais y se vende en Occidente, afectando con ello a marcas emblemáticas del negocio de la moda (es lo que ellos llaman: aranceles cualitativos).

Si le hacemos caso a la historia, es posible que China de un paso atrás, reestructure su economía y apueste a un arreglo en espera de que llegue otro presidente a Estados Unidos. Esperanza que se ve poco prometedora, ya que la guerra de aranceles la empezó Obama. Trump la continuo y elevo en su primer periodo. Biden los subió al doble de lo que estaban y Trump, en su actual periodo, los ha llevado más allá de lo razonable.

La gran interrogante es: cuál de los dos lideres será el que dé el primer paso para llegar a un acuerdo o…, si las cosas no resultan como alguno de ellos desea, rompa toda posibilidad de dialogo y entre a un enfrentamiento sin retorno.

Todo se definirá en el devenir de este año. En el inter la economía global se va a ver afectada, sin embargo, es muy posible que con todo y el grado de incertidumbre jurídica que se vive en México, este se vea beneficiado por el número de talleres y empresas que se vendrán a maquilar y fabricar en el pais.

Veamos que acaece…

Nos leemos en el siguiente artículo.

jueves, 1 de mayo de 2025

El amor en la literatura.

Por años hemos escuchado que lo que prima en la relación de pareja entre un hombre y una mujer, es el romanticismo de ellas y el pragmatismo de ellos. Pero: ¿y si no fuera así?

Qué pasaría si los hombres tomaran conciencia de eso que la vida les ha mostrado dese el principio de los tiempos: que, en el amor, ellas son las pragmáticas y ellos los idealistas.

El otro nunca nos miente, nos mentimos respecto al otro.
Los seres humanos romantizamos la realidad para atenuar el dolor o decepción que esta nos genera. Cosa que sería innecesario si aceptáramos la realidad y al otro u otra, tal como es y no como quisiéramos que fuera.

El ser y hacer del ser humano obedecen a lo propio de la especie (instinto), del individuo (carga genética) y del entorno en donde estos se desarrollaron. El devenir que recorremos todos y que nos hace cognoscibles a ojos de los demás es el intrínseco viaje que hacemos desde el instinto a la emoción:
instinto; impulso; tendencia; deseo; emoción.

El instinto (cantidad de inteligencia con la que venimos al nacer), genera un impulso (un querer hacer obsecuente a la persona). La que su vez nos señala una tendencia (actos recurrentes que nos separan y distinguen de los demás), que nos hace evidente el deseo (lo que intrínsecamente buscamos) y que derivara en una emoción (lo que nos impele a la acción).

La observación del instinto; impulso; tendencia; deseo y emoción de nuestra pareja no nos brinda un conocimiento exacto de lo que su ser es, pero si una muy buena aproximación de lo que en esencia es. Así pues, la realidad es que no hay sorpresas. El otro siempre se muestra como es, no obstante, es menester que lo observemos con ojos de realidad y no de fantasía. Nuestros ancestros decían: vive un mes con Inés y sabrás quien es.

Pragmatismo y romanticismo.
Los seres humanos vivimos oscilando entre el pragmatismo y el romanticismo, sin embargo, en el amor, las manifestaciones de uno y otro son diferentes.

La mujer no solo quiere que la quieran, sino que además quiere que la quieran como ella quiere que la quieran (tiempo, atención, detalles y con un erotismo que le haga sentir que es la más bella y deseada del mundo) y no con la simpleza y linealidad (a veces burda) que el hombre quiere a la mujer.

El hombre, por el contrario, quiere que lo quieran, apoyen y respalden en la consecución de sus objetivos. Ellas están instaladas en un presente inmediato que se concreta día a día; ellos en un futuro distante de lenta y difícil concreción.

La necesidad especifica de la mujer está en la conquista; la del hombre, en el amor.
La mujer ve la relación como una eterna conquista. No importa si llevan un día, un mes, un año, una década o una suma de ellas. Lo que ella quiere es que ese afortunado hombre al que le brindo la oportunidad de estar con ella, la conquiste día a día con un sinfín de atenciones y detalles que él, que tanto quiere estar con ella, debe poder intuir. Amén de que, tanto en el trato como en la forma, se dirija a ella con una dosis de erotismo que sea, a un mismo tiempo, intenso y delicado.

El hombre, por el contrario, ve la conquista como una etapa. Lo sustancial en él, ya una vez logrado el sí de ella, es lo que sigue: una relación estable y sin sobresaltos en la que cada una de las partes cumpla su rol. Cosa casi imposible de lograr, dado que el hombre es lineal (transparente y predecible) y la mujer oblicua (cambiante, impredecible y llena de aristas). Lo paradójico es que es precisamente esta disparidad de la que tanto se duelen las partes, lo que hace que la relación sea tan interesante.

El amor en la literatura.
Esto que a primera instancia resulta difícil de aceptar para ambas partes, se puede constatar de manera palpable en la literatura. Las novelas de romance se centran en tres etapas de la relación: I) El momento en que la pareja se conoce; II) Los vaivenes del proceso de conquista y; III) La feliz culminación de esta en el altar..., en la que nos muestran a una protagonista segura de sí y a él como un hombre afortunado y pleno que por fin logro lo que tanto deseaba: estar con ella. 

Lo usual, en la novelas de romance, es que estás no lleguen más allá de la boda, y, en ocasiones, a una síntesis de una o dos páginas del felices para siempre.  

Mientras que, en las novelas de amor, donde él hace todo por ella en aras de lograr un amor de larga data, lo importante no es la conquista sino la intención de esta. El cuerpo de la novela se centra en los avatares de la vida marital y de todo lo que como pareja hacen para construir un hogar, una familia, unos hijos maravillosos y, sobre todo, un amor de vida que le dé sentido a la vida.

Lo paradójico de todo esto es que la gran mayoría de las novelas de romance y erotismo son escritas por mujeres; las de amor, por hombres.

En la novelas escritas por mujeres nos presentan a un hombre que está dispuesto a dar todo por ellas en un presente inmediato que inicia de cero con cada amanecer, mientras que en las de amor nos describen a un hombre que busca a esa mujer que incondicionalmente lo va a apoyar en esa ardua y difícil tarea de construir un futuro que, a ojos de ellas, se ve incierto y remoto.
Ellas en el amor, hablan del presente; ellos, del futuro.

Conclusión.
Ellas demandan una conquista que responda a sus siempre cambiantes expectativas. Ellos un apoyo incondicional que les permita trabajar en aras de un futuro que desean.

Basándonos en lo que escritoras y escritores han plasmado en la literatura, la interrogante a responder es: ¿Quien, en la relación de pareja, es el romántico y quien el pragmático?

Nos leemos en el siguiente artículo.