jueves, 26 de octubre de 2023

La búsqueda del estatus.

La búsqueda del estatus es una necesidad y una trampa. Necesidad en el inter de que defines tu personalidad; trampa cuando a falta de definición, vives inmerso en la búsqueda de un estatus que no te va a brindar lo que no tienes: identidad.

El orgullo está basado en lo que en hechos sustento de mí; la vanidad en la idea que quiero que los demás tengan de mí.

La persona que ya definió su identidad, que ya sabe lo que es, jamás habla de sí, de sus propiedades, bienes o saberes. Es un conversador que se dedica más a escuchar que hablar. No necesita demostrar nada, ya es. El estatus y símbolos de poder que acompañan a este, le son insustanciales. Estos no pueden sustituir lo que él es ni hacer lo que él hace. Su hacer es útil y silencioso. Trata, en la medida de lo posible, de pasar desapercibido. Se dedica a escuchar, observar, aprender y a mantenerse lejos del aparador.  

El que está en proceso de definir su identidad, se mostrara orgulloso y vanidoso. Orgulloso por lo que en hechos va logrando; vanidoso por lo que aún no es y desea que los demás piensen que es. La vanidad ira despareciendo en la medida en que vaya definiendo lo que es, ya que a partir de ese momento dejara de invertir tiempo y energía en lo que no le compete y a hacer alianzas con aquellos otros que saben y pueden lo que él no. Esos otros que le ayudan a ser mejor en lo que es, al tiempo que él les ayuda a ser mejores en lo que son.

Definirse es excluirse.
El problema de la definición es que ya una vez que te defines, te excluyes. Te haces dueño de tu definición y ajeno a todo lo demás, lo cual hace que tu mundo se circunscriba a una parcela muy pequeña respecto al mundo y gigante respecto a ti. Lo que tienes que decidir es si quieres estar en todo o en ti.  

El que llega a la edad adulta sin definir lo que es, se mostrara centrípeto, vanidoso y presuntuoso. La falta de identidad lo impulsara, como mecanismo inconsciente de compensación, a buscar el estatus y símbolos de poder que acompañan este. Constantemente hablará de sí y de sus aparentes logros, bienes, haceres y teneres. Vivirá tan de cara al aparador que le dará más valor al parecer que al ser. No olvidemos que el que no tiene identidad se vive imaginando que es ese otro yo que imagina que imaginan los demás.  

Su necesidad de reconocimiento lo hará rodearse de personas a las que apreciará más por sus halagos que por sus aportes. El problema de las personas que carecen de identidad es que, cuando la realidad los acota o la incapacidad por edad o enfermedad los alcanza, descubren que están más solos que nadie, ya que ni siquiera se tienen a sí mismos.

La búsqueda del estatus o necesidad de sobresalir es un proceso por lo que transita todo lo vivo. Es un impulso que nos impele a buscar y ganar un espacio en nuestro entorno, sobre todo en la infancia y adolescencia. Es una etapa en la que nos es menester diferenciarnos de los demás, ya sea por una cualidad, una capacidad o por nuestro ser, hacer o tener.

En el intervalo de la adolescencia a la edad adulta el impulso va perdiendo fuerza. No porque deje de ser importante, sino porque vas tomando conciencia que no puedes estar ni competir en todo. Es en un periodo de tiempo en el que defines esa parcela del mundo (identidad) en la que tienes todas las de ganar…, no a los demás, sí a ti mismo.

Avanzas en la vida y te vas dando cuenta que entre menos es la persona, más necesidad tiene de demostrarle a los demás lo que cree que es. Los que ya son, no dicen nada. Son los demás los que los buscan a ellos y no ellos a los demás.

Lo paradójico del estatus es que este siempre obedece más a lo que los otros piensan de ti que a lo que haces para buscarlo. Entre más lo buscas, más lo pierdes; entre más te defines, más lo logras.

Cierto que no todos apreciarán los que eres, pero los que lo hagan te darán un lugar que esta más allá de tu hacer y tener, ya que lo que realmente apreciaran de ti es tu ser…

Nos leemos en el siguiente artículo.

2 comentarios:

  1. Denso, profundo, directo y retador, para Adolescentes y Adultecentes... Gracias J RFZan!!!

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  2. ¡¡¡Felicitaciones maestro!!!

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Comentarios y sugerencias