sábado, 11 de octubre de 2025

El dilema de la Dirección: ¿Jalar o empujar?

Recién tuve oportunidad de desayunar con un CEO al que conozco desde hace más de dos décadas, lo que me ha permitido ser testigo de su trayectoria personal y de negocios. Le pregunte, entre otros temas, que qué es lo que seguía para él, ya que la empresa está creciendo y con ella las oportunidades de desarrollo y relocalización.

Me comentó que no había nada hablado con la empresa, pero que está consciente de que existía la posibilidad, razón por la que le pregunte que cual de los dos ejecutivos que le reportaban es al que veía como posible remplazo. Me respondió, con la prudencia que le caracteriza, que ambos tenían la sapiencia y experiencia para ocupar su puesto, a lo que respondí que no veía en ellos lo mismo que él.

Son, le comenté, candidatos que han demostrado la capacidad de adaptarse y responder a lo que les demandan las circunstancias y el entorno, y poseen, sin duda alguna, el conocimiento y la experiencia que la posición requiere, pero que no leía en ellos el querer ir por más. Ya que uno de ellos, desde mi parecer, ya había llegado a su querer - querer y el otro a su querer - desear.

Nota: En la vida solo logras coronar aquello que has querido querer…, y añorar aquello que has querido desear. Estas en el querer - querer cuando haces todo lo que es menester para lograrlo. Y en el querer - desear cuando esperas que, por personalidad, carisma, relación, compadrazgo o fantasía, el mundo te reconozca y te dé eso que el espejo te dice que mereces (cultura light: resultado sin esfuerzo).

Lo que mejor ilustra la diferencia entre el querer - querer y el querer - desear, es el dinero. La gran mayoría de las personas dicen que les encantaría tener dinero, cuando lo que realmente quisieran es poder gastar como si tuvieran dinero (querer - desear). En las antípodas esta ese otro que nunca te habla de dinero, pero que trabaja arduamente para ganarlo, ahorrando e invirtiendo hasta el último peso que gana. A estas personas nunca les sobra un centavo, siempre saben dónde invertirlo. Lo que menos está en su haber, es gastar.

Regresando al tema. Uno de ellos, le comenté, no solo gusta del reto. Lo disfruta y entre más difícil el reto mejor. El otro, aunque buen Segundo, gusta más de la subordinación que del reto. Este sueña con llegar a ser el CEO, pero en un marco protegido. Es decir, con alguien atrás que le cuide las espaldas, pero que le permita convertirse en ese que habita en su fantasía.

Jalar o empujar.
Jalas al otro cuando te has convertido en modelo de sapiencia, conducta o acción de lo que con dedicación y esfuerzo se puede lograr. En esos casos, lo único que tienes que hacer es señalar el camino, en la inteligencia de que los que te han de seguir, lo harán por su propia voluntad.

Empujas al otro cuando le pides hacer aquello que su capacidad te ha demostrado que puede hacer, pero que sus motivaciones no están en lo que le solicitas (en los retos del puesto, pero si en los beneficios de este). O cuando la persona posee el conocimiento, la capacidad o el carácter, pero no está del todo cierta de querer asumir un mayor nivel de desgaste.

El problema, le comenté, es que las decisiones basadas en el sentimiento son las más peligrosas. Son como una bomba nuclear: afectan al actor principal y a todos los demás. La pregunta es, tú, como líder: ¿Jalas o empujas?

Si tu decisión está en ellos dos, deberás tomar conciencia de que a uno de ellos lo deberás empujar y tutelar más que al otro, ya que para este es más importante el símbolo que la función. Al otro solo le tendrás que dar un ligero empujón, pero en ambos casos deberás considerar dos variables: los medios que tienen para resistir y su fuerza de voluntad, la cual, aun cuando no estén conscientes de ello, está íntimamente ligada al motivo que la impulsa (querer – querer o querer - desear).
Nota: la voluntad nunca va más allá del objetivo que la sustenta.

En la vida todo lo que hagas o dejes de hacer, tiene consecuencias.
Vences la resistencia cuando la fuerza del empuje (reto, coerción o compensación) es mayor que la resistencia y la voluntad del otro. En el primero de lo casos, la fuerza que vencerá su resistencia es el tamaño del reto (la adrenalina que este le represente y le sepas vender). En el segundo, el castigo o pena que sufrirá al no someterse a lo que se le pide u ordena. El tercero, la compensación, pero, sobre todo, la cobertura o respaldo que le brindes para que no se sienta desamparado ante los retos e incertidumbres que la posición ostenta.  

El menos apto es el que más optimista se mostrara al respecto, ya que la esencia del optimismo es lo abstracto, es decir, lo no palpable. El más apto necesitará menor empuje de tu parte, pero te cuestionará más cosas, ya que la conciencia no esta en el ideal, esta en lo real.
 

El problema del optimismo es que el voluntarismo tiene límites, ya que no es fácil que la mente de las personas que van a colaborar con el optimista se someta al gobierno de las fantasías (todo cambia cuando pasamos de lo ideal a lo real).

Lo que las personas han sido hasta hoy, nos indican lo que serán mañana.
A la hora de la decisión, la razón es la que deberá determinar los límites de tu esfuerzo en base a probabilidades, no a posibilidades (posibles, muchas cosas, probables, muy pocas). El esfuerzo debe ser directamente proporcional a lo que las circunstancias y el entorno representan para el individuo. Si este representa un bajo nivel de demanda (algo que se le dio y no que gano), bajo será también su esfuerzo y su resultado.

Una es la fuerza del querer - querer y otra la del querer - desear. La primera se sustenta en la realidad y en lo que se esta dispuesto a pagar por ello; la otra en el ideal y lo que esta dispuesto a seducir por ello.

Los objetos como los sujetos tienen su tiempo y su momento, por lo que hay ocasiones en los que la paciente espera es la mejor forma de hacerle frente al tiempo. Este, si no te apremia la decisión, es el que te mostrara cuál es el más apto… Y si lo que apremia es la decisión, deja que sea la realidad la que te muestre cual de los dos responde mejor a ella.

Nos leemos en el siguiente artículo.

lunes, 1 de septiembre de 2025

La relación de pareja: una complicada relación.

En el Universo todo lo femenino es activo; lo masculino, pasivo.
El hombre es un ente de células rápidas y acciones lentas, mientras que la mujer es un ente de células lentas y acciones rápidas. El hombre busca el confort, la comodidad; la mujer, la vida, el movimiento.

La comunión de dos entes tan disímbolos se antoja complicada a más no poder. La naturaleza, no obstante, hace su parte, ya que a esta lo que le interesa es la perpetuación, para lo cual instrumenta todos los medios a través de los genes para que uno y otro se encuentren y reproduzcan. Lo que pase después de ello, le tiene sin cuidado.

La continuidad de la unión demanda de un intenso trabajo de las partes. En una de las partes hay querer y deseo; en la otra, amor y deseo. La mujer ama a los hijos. Al hombre, lo quiere. La diferencia, más allá de la poesía y de las canciones, es abisal. El querer demanda posesión, funcionalidad, utilidad. El amor es todo lo contrario. Es una entrega. Un dar que lo único que espera es atención.
 

El mejor ejemplo para ilustrar lo anterior son los hijos. A los hijos se les ama incondicionalmente y se les entrega un amor unidireccional que fluye de los padres a ellos y no al revés. Los hijos quieren a los padres, pero hasta ahí. Con esto lo que quiero anotar es que el amor de unos y otros es distinto. Y está bien, así ha sido, es y será. Esta en nuestro ADN y eso no hay como cambiarlo.

El instinto camina hacia adelante; la tradición, hacía atrás.
Los hijos, ya una vez que crecen, deben construir su futuro. Hacer su vida, reproducirse, proteger y educar a sus hijos. Sus padres quedan en el pasado y aun cuando el cariño y el agradecimiento sea mucho, estos deben ver hacia adelante, no hacia atrás.

En el inter de la reproducción y de la crianza, la pareja sortea sus abisales diferencias gracias a la ingente actividad que demanda la descendencia. El problema, no obstante, es cuando crecen y la pareja no construyo entre si un vínculo filial en el cual uno y otro converjan en un punto medio.

Él quiere comodidad, resguardo y poca movilidad, amén de que la movilidad que tiene es siempre la misma (rutinaria). Los cambios en él son nimios. Y es justo esa inmovilidad lo que a que él le brinda paz. No olvidemos que él es un ente de células rápidas y de acciones lentas, lo que hace que todo él tienda al confort, mental físico e intelectual.

Ella, por el contrario, demanda novedad, cambio, disrupción. Entre más nuevo sea todo lo que le rodea, mejor. Esta ingente necesidad de acción de las células lentas de acciones rápidas es lo que hace que ella se desespere de ese Hombre Maceta con el que hace la vida. Al tiempo que a él le exaspera ese afán de novedad de esa Mujer Huracán que lo ha aceptado como inquilino (el hombre es un inquilino en su casa).

La familiaridad sorprende o reafirma, pero desmitifica.
Para ella, él dejo de ser interesante en muy poco tiempo. Ya no hay en él nada que la asombre o sorprenda. Es siempre la misma cosa: un objeto entre objetos. Solo que este, además de estar vivo, demanda y opina, lo que hace que le incordie más que los demás. Ella, por el contrario, ávida de novedad y movimiento, busca afuera de él todo lo que este no quiere o no le puede dar.

Este afán de novedad es lo que hace que ella siempre este comprando algo y que prefiera estar con las amigas que con él. Él, que vive en las antípodas de ella, se puede morir con el mismo par de zapatos, amén de que, cuando estos se gasten, comprará otros iguales. Cosa que ella, jamás hará (primero muerta que sencilla).  

Para ella, él es la representación de la contradicción sentimental, lo que hace que oscile entre el tedio y la continuidad. De hecho, hasta en la intimidad es siempre lo mismo. Él no innova, no cambia sus formas, es siempre lo mismo.

Ella ve que incluso cuando él recibe a sus amigos en casa, estos hablan siempre de lo mismo, se ríen de los mismos chistes y hacen las mismas cosas. Cosa que no solo no entiende, sino que le desespera a más no poder.

Ella desearía que él la lleve a restaurantes nuevos, a probar nuevos platos, conocer nuevos lugares y personas para poder hablar de cosas diferentes. Él, que le preocupa tanto el mañana, ve toda esa frivolidad como un gasto innecesario, amén de que si algo a aprendido con ella es que cumplirle un capricho es darle entrada al siguiente.

La relación, mientras los hijos crecían, tenía muchos distractores que atenuaban la latente inconformidad de las partes. Sin embargo, cuando los hijos hacen su vida o salen de casa, la pareja se encuentra con ese otro que está muy lejos de ese o de esa con la que construyo una idea de vida en su cabeza.

Lo ideal, huelga decirlo, es que ambos encuentren un punto medio. Para lo cual es menester que ambos entiendan y comprendan que sus naturalezas son disímbolas y que la naturaleza de uno no puede mimetizarse con la del otro ni convertir la del otro, por lo que deberán encontrar un punto de unión en la que converjan ambas naturas sin detrimento de la propia.

Recién me comentó un hombre que lleva muchos años solo…, que la única razón por la que no tiene pareja..., es porque no ha encontrado una mujer con la que no sienta que pierde lo que tiene cuando está solo. Me queda claro que lo que enuncia se antoja, aunque no imposible, improbable. Ya que al cohabitar con otra persona va a tener que perder parte de lo que tiene cuando está solo.

No obstante, y más allá de lo que el emérita enuncia líneas arriba, la realidad es que la cohabitación demanda un dar y recibir de ambas partes. Ella deberá aprender a regar la maceta y moverla de lugar para que los diferentes rayos del sol la nutran. Al tiempo que el deberá lidiar con el huracán y conducirlo, si eso fuese posible (que lo es) por esos conductos en los que sacudirá el entorno si arrasar con todo.   

Lo cierto es que la relación, aunque complicada, es complementaria. Él le brinda a la Mujer Huracán la quietud de la que esta carece…, y ella le brinda al Hombre Maceta la movilidad que este no tiene. Pero ambos se deberán tratar como lo que son: complemento. Y no como transformadores de natura. Ni él va a convertir a ella en Maceta ni ella a él en Huracán.

Me despido con dos reflexiones:
A ellas les diría que el que aprende a observar no necesita preguntar: Él nunca les mintió. Siempre se mostró tal cual es… Y a ellos les diría la frase del gran Mario Bendetti: “Cómo voy a culpar al viento del desorden que causó, si fui yo quien abrió la ventana”.

Uno y otro deberán poner de su parte y encontrar un punto en donde los destrozos del viento no eliminen la tierra que la maceta necesita para vivir.

Nos leemos en el siguiente artículo.

 

miércoles, 27 de agosto de 2025

Esperando a Caronte.

La función de Caronte en la mitología griega era la de transportar las almas de los difuntos a través del río Estigia para que estas fueran juzgadas y así encontrar su lugar en el reino de Hades.

Al morir te ponían una moneda en cado ojo o una de equivalente valor en la boca y con ella pagabas a Caronte para que te transportara a través del Estigia. Las monedas simbolizaban el trabajo de una vida y el costo de morir. Si no tenías con que pagar, te quedabas en un limbo pantanoso de odio y dolor, simbolizando con ello que ni en la muerte ibas a encontrar descanso.

Por cuestiones de oficio me he topado con muchos hombres que al ser defenestrados de su empleo por reestructuras organizacionales y/o generacionales (jubilación), sufren en el devenir de un par de años, un notorio deterioro mental y físico. Situación que no se ve en las mujeres. Estas, cuando los hijos se independizan o cuando ellas se retiran del quehacer laboral, entran a lo que muchas de ellas podrían describir como un proceso de liberación. No solo son más sabias, sino que ya no tienen, en teoría, responsabilidades que las acoten.

Los hombres, educados desde la infancia a darse valor por lo que hacen y aportan, no saben cómo reinventarse cuando pierden ese hacer rutinario que los salvaba de sí mismos. Al grado que al retirarse del quehacer laboral experimentan una pérdida de identidad, en cuanto a utilidad y valor funcional, con el que no saben lidiar. Algunos se asoman el abismo (vicios) para descubrir que el abismo es el que los mira ellos.

El hombre es, en sí mismo, un hacedor pasivo. Hace lo que tiene que hacer y ya una vez que termina su hacer, se deja llevar por una inamovilidad que lo conforta y salva. Esta pasividad es la que le permite apoltronarse frente a un televisor para ver una ristra de capítulos de su serie favorita o frente a una pantalla en la que se sumerge por horas en el desplazamiento de contenido de las redes sociales (otro tipo de abismo).

El problema es que cuando en el retiro se deja llevar por esa inacción mental y física que le embarga el ser, empieza a perder, sin estar consciente de ello, ese querer saber y querer hacer que le distinguía años atrás. Y es justo en ese tránsito del dinamismo a la holganza en el que el deterioro va tomando lugar.

Cuando la inteligencia huelga, la voluntad reposa.
Es importante anotar que el deterioro biológico es inevitable y que al paso de los años vamos a perder interés en muchas cosas que antaño nos preocupaban. Ya sea porque la vida nos va preparando para que sea más fácil despedirnos de ella, o porque al paso del tiempo nos damos cuenta de que muchas de las cosas que antiguamente nos habitaban son o han dejado de ser relevantes. No obstante, cuando nos dejamos envolver por la holganza, la inteligencia deja de retarse y la voluntad de accionarse. El deterioro, pues…, se hace inevitable.

Recién me tope con un hombre que creció en un entorno privilegiado en cuanto a exposición, cultura y economía. Su devenir académico lo realizo en las mejores escuelas de Estados Unidos, desde High School hasta su Master´s Degree. Dirigió las empresas de su familia en dicho país y después tomo las riendas de las empresas en México. A los pocos años de asumir la dirección del grupo, recibieron una oferta de compra que los llevo a vender sus empresas con muy buen redito para la familia.

Con dinero, pero sin la estructura de los activos operativos que validaba su saber hacer, incurrió en una serie de decisiones que lo llevaron de un revés a otro, al grado que en un intervalo de pocos años perdió todo su capital, sumergiéndose en una espiral a la baja en la que lleva poco más de dos lustros y de la que no ha podido salir. Hoy, abandonado por casi todos no es, ni mental ni físicamente, la sombra de lo que fue.

El problema en sí no es la espiral a la baja, ni la pérdida de identidad, valor y utilidad que se experimenta en ella. El problema es que cuando esta en ella es muy difícil pensar con claridad para tomar las decisiones y renuncias (la voluntad reposa) que se requieren para salir de esta. La espiral a la baja es un pantano del que, si no te escapas a tiempo, te será muy difícil salir. Tan es así que muchos de los que han prolongado su estadio en lo más bajo de ella, ven la llegada de Caronte como un alivio. La persona que menciono líneas arriba me comentó que ya lo único que estaba esperando es que Caronte llegará por él.

Sirva, para ilustrar lo contrario, el caso de un cofrade de la abstracción. Este era y es tan bueno en el saber y hacer de su oficio, que frecuentemente le buscaban de distintas latitudes del globo (América; Asia; Europa del este y Oriente Medio), para el ejercicio de su profesión, lo cual no obsta para que no experimentará una espiral a la baja. La diferencia con el caso anterior es que este, en cuanto entro en ella, se aboco de inmediato a cerrar el capítulo, dejar todo atrás y empezar de cero. Lo que lo llevo a reposicionarse, intelectual y físicamente, en un mucho mejor nivel.

Ya superada la espiral a la baja, analizó lo que le paso a su mente y a su cuerpo en ese estadio de perdida de sentido y valor. Introyectado esto, y consciente de que un día se iba a tener que retirar, elaboró un plan de acción para darle valor a su ser y hacer cuando ya no tuviera nada que hacer.

Hoy, que ya está retirado, dedica gran parte de su tiempo a viajar para explorar culturas en donde el ser y hacer de sus habitantes enriquezca el propio y a cultivar relaciones en donde el querer saber sea la norma.

La otra cara del triángulo la conforman esos hombres a los que su saber hacer les permitió ganar un espacio funcional en el ser de los demás, al grado que no se permiten el retiro por temor a perder esa funcionalidad. También he visto a otros que al retirarse se asomaron al abismo para buscar en el vació de la ludopatía, el reto y la adrenalina que antaño les proporciono el mundo laboral, para descubrir, al final del camino, que lo único que lograron es una interminable caída del vació en el vació.

Todos, sin importar la edad que tengan, han experimentado o experimentaran una espiral a la baja, lo importante, no obstante, es no dejar de trabajar la voluntad del querer saber para que, cuando llegue Caronte, nos encuentre satisfechos y vivos.

Me despido con una anécdota de Sócrates. Cuando a este lo condenan a beber la cicuta, dedica los días previos al acto, a aprender una melodía a flauta. Su carcelero le preguntó que para que se afanaba tanto si en un par de días iba a morir, a lo que este contesto: para que cuando me muera…, me muera sabiéndola.

Nos leemos en el siguiente artículo.

 

miércoles, 6 de agosto de 2025

Un frágil equilibrio.

Recién me vi en la necesidad de hacer un análisis del entorno mundial para un grupo de inversionistas de alto espectro. Estos, inquietos por lo que aparenta ser un alógico proceder del presidente de Estados Unidos y por la contradictoria y confusa información de los medios, decidieron parar todas sus inversiones hasta tener un panorama más claro del acontecer mundial.

La inquietud en el combés de lo global está centrada en la posibilidad de un conflicto bélico que involucre la participación de Estados Unidos y la Unión Europea. En el de lo nacional: los aranceles y el T-MEC.

El equilibrio es el preludio del caos.
Nada puede ser y no ser al mismo tiempo. Todo lo que se fuerza a ser y no ser al mismo tiempo se mantiene en un interregno de indefinición que sitúa a las partes en un frágil equilibrio, es decir, en el preludio del caos… La incertidumbre está en el equilibrio, nunca en la definición.

Lo global.
Es importante entender que los seres humanos siempre hemos vivido en la indefinición. Al principio porque no sabíamos si regresaríamos a casa con una presa que no solo sirviera de alimento, sino que nos daba la posibilidad de vivir un día más. Después, conforme avanzaba la formación de las ciudades, de los estados y de los imperios, por el constante proceso de reestructuración y reacomodos de las distintas fuerzas de poder y de comercio. Reacomodos en los que no necesariamente coincidían todos.

Reacomodos del siglo XX y XXI.
Del fin de la Segunda Guerra Mundial a la desaparición de la URSS, el mundo vivió una intensa guerra fría que en más de una ocasión nos aproximó a un conflicto bélico de relevancia global. De la caída de la URSS al 2008, todos los países del orbe parecían coincidir en un solo objetivo: la prosperidad global. Periodo en el que Estados Unidos fungió como líder económico y político del mundo.

En el intervalo arriba mencionado, los países de Occidente se centraron tanto en el desarrollo del comercio y en la maximización de las utilidades, que no repararon en que esos polos geográficos que ayudaron a desarrollar…, y que eran y son inmunes a la cultura Occidental, les competirían después.

La movilidad social de Occidente se detuvo con la crisis de las hipotecas subprime (2007 – 2010). En esta crisis los países desarrollados entendieron que cuando el mercado se regula solo, se equivoca.

Los agentes del mercado (empresas) tienen dos responsabilidades indeclinables:
1. Maximizar el valor de las utilidades (foco en el corto plazo) y;
2. Maximizar el valor de la empresa en el tiempo (la atención al largo plazo).

En la vida, todo lo que hagas o dejes de hacer, tiene consecuencias.
La ausencia de regulación y control permitió que empresas y accionistas se olvidaran del largo plazo, es decir, de fortalecer el valor de la empresa en el tiempo. El objetivo en esa fase de gran prosperidad fue: maximizar utilidades. Para lograr esto fue menester que los empresarios se llevaran su saber hacer a otras geografías en las que las materias primas y la mano de obra eran más baratas. En otras palabras, dejaron de invertir en la geografía de su país y en el saber hacer de su nación. Esto, treinta y cinco años después, les traería graves consecuencias.

Cambio de rumbo.
Es difícil marcar una línea divisoria entre el ayer y el hoy, no obstante, la crisis de las hipotecas subprime que Barack Obama heredo de su antecesor, nos permite marcar esa línea divisoria, ya que fue justo en ese momento en el que la movilidad social (progreso económico) se empezó a ralentizar.

Obama, obligado por la crisis financiera y por los desequilibrios de poder en los que incurrió George Bush, se volcó más hacia el acontecer nacional que el internacional. Ocasionando con ello, el que Estados Unidos perdiera presencia e influencia en la Unión Europea, en Medio Oriente, Rusia, China y el sureste asiático. Las cosas no cambiaron con la llegada de Trump. Al contrario, se acentuaron. Sin embargo, la perdida más fuerte se dio en el periodo de Joe Biden.

El regreso de Trump a la Casa Blanca agravo más la distancia de Estados Unidos con el resto del mundo. No obstante, es menester reconocer que, sin importar el Presidente que llegara a la Casa Blanca, el margen de maniobra del inquilino de esta sería el mismo. Lo que cambiaría con otro presidente serían las formas, no la sustancia.

Estados Unidos, consciente de lo que le depara el futuro, está empezando a hacer lo que China inicio hace veinticinco años: invertir en las materias primas y en la tecnología que se está usando y usará en todo el siglo XXI. Lleva pues, veinticinco años de retraso. La Unión Europa, que ni siquiera lo ha llegado a considerar, se quedará estacionada en siglo XX, con una industria muy sólida…, del siglo XX.

La otra geografía de conflicto es Rusia. Para este país, la geografía de Ucrania es existencial. Es la barrera geográfica que le ayudaría a hacerle frente a una invasión. El problema para Occidente y para el mundo, es que no se ve una solución en la que Ucrania no ceda los territorios que ya ocupo Rusia. Y si bien es cierto que la Unión Europea piensa que la muy debilitada Rusia los pudiera atacar, también lo es el que Rusia esta sola en este conflicto.

El eje bélico formado por Rusia; Irán; Irak, Pakistán, Corea del Norte y China, no le asegura a Rusia que estos se sumen al conflicto si esta decidiera atacar a Europa. Le brindarían equipo militar, pero no más que ello. Cosa que, huelga decirlo, Rusia sabe. Occidente tiene que llegar a un acuerdo con Rusia, aun cuando no sea el acuerdo que espera Ucrania o la Unión Europea.

China – Taiwán.
Los analistas más prestigiosos de la geopolítica y los medios más respetados del mundo han estado anunciando desde 1960, la inminente invasión de China a Taiwán. No obstante, si nos apegamos a los hechos, lo que es más probable que suceda es que China siga invirtiendo y haciendo negocios con Taiwán, hasta que llegue el momento en que la economía de ambos se complemente de tal forma, que la fruta caiga sola.  

México.
En lo que respecta a los aranceles y el T-MEC, es importante anotar que los aranceles se reducirán en cuanto el pais deje de comerciar con China. Si hacemos a un lado el ruido que han generado los aranceles, descubriremos que el problema real es que Estados Unidos y la Unión Europea no buscan competir con China. Lo que buscan es frenarla. Sin embargo, está, que su visión de corto plazo es de cien años, inicio hace más de tres décadas la construcción de una red de abastecimiento de materias primas estratégicas y de comercio, con países que Occidente descuido (América del Sur, África y Eurasia).

En cuanto a México, lo más probable es que el T-MEC se extienda un periodo más. No obstante, es posible que lo que realmente este buscando Estados Unidos es firmar un Acuerdo Aduanero con México. Es decir, que ambos países sean un solo en cuanto al comercio exterior. Esto invalidaría todos los acuerdos que México tiene con otras naciones, pero también le generaría grandes beneficios de aquí al 2050.
 

Estados Unidos no busca desestabilizar al partido en el poder en México. Lo que busca es poner orden y que este deje de asociarse y/o trabajar con el crimen organizado y con los países que ellos ven como enemigos (China; Rusia; Brasil; Venezuela; Cuba y demás etcéteras).

Esto implicaría, además de un reordenamiento del partido en el poder, el romper con algunos esquemas del pasado inmediato, pero eso le permitiría asegurar su permanencia en el poder.

México es y va a seguir siendo un bastión de seguridad nacional y comercial para Estados Unidos. Cuestión de que esperemos de seis a ocho meses para empezar a ver proyectos de inversión.

Nos leemos en el siguiente artículo.
 

martes, 15 de julio de 2025

Fragmentación y concentración del poder.

Para comprender lo que está acaeciendo en el mundo, lo primero que tenemos que entender es que el poder se ha venido erosionando y la erosión afecta el comportamiento de los lideres, del mercado y de las empresas. 

Lo que esta fragmentado el poder a nivel mundial es el impacto de las Tres M: Más; Movilidad; Mentalidad.

Más paises, más gente, más medios de comunicación, más productos, servicios y oferentes. Esto ha ocasionado un mayor nivel de Movilidad, en donde la gente no solo tiene la oportunidad de estudiar, trabajar y vivir en otros paises, sino la de buscar (y comparar) productos, servicios y modos de vida ajenas a las de su nación. Lo que su vez está generando un cambio de Mentalidad en los individuos, en las familias, en la sociedad, trabajo, negocios, economía, mercado y política.
 

En 1947 había 67 paises, hoy hay 200... Doscientos espacios geográficos y poblacionales que no existían antes como nación y que hoy no solo poseen sus propias leyes y monedas, sino que además compiten a nivel global por espacios de poder y decisión. Amén de que esta fragmentación ha propiciado una mayor cercanía de la gente con el poder. Ya no es menester que un ciudadano Indio viaje a Londres para expresar o protestar ante el Parlamento sobre un problema específico de su ciudad. Ahora lo único que tiene que hacer es ir al Palacio de gobierno o al del Ayuntamiento de su ciudad y hacer ahí lo que antes tenía que hacer a miles de kilómetros de distancia. 

Otro dato relevante es el cambio en la dinámica habitacional. En 1960 el 66% de la población vivía en el campo y el 34% en la ciudad. Lo que permitía un mayor ejercicio y concentración del poder, amén de que la comunicación tardaba más en llegar a la gente. Hoy la dinámica es otra. El 59% de la gente vive en la ciudad y el 41% en el campo. Amén de que el 59% urbanita tiene un mayor nivel de instrucción y de exposición a medios de comunicación y comparación que les ayudan a cuestionar más y a tolerar menos. 

Otra de las variables de la fragmentación es el poder de las minorías. Estas, por mencionar un solo ejemplo, tienen hoy tres veces más representación que la que tenían hace veinte años en Parlamentos y Congresos. Y en muchos casos funcionan como fiel de la balanza entre los partidos mayoritarios, siendo su voto el que define quienes ostenten el control de las cámaras y la aprobación de las leyes. 

En las empresas está acaeciendo algo similar. En la actualidad los Capitanes de Empresa tienen más influencia en la sociedad que los Consejos de Administración. Algo impensable hace tres décadas. Lo mismo acaece en el mundo de las Finanzas. Los Fondos de Inversión (Hedge Funds), tienen, manejan. invierten, prestan y ganan más dinero que los Bancos. Cosa inimaginable a principios de siglo.

Otro fenómeno que está erosionando el poder en el mundo de las finanzas son las Fintech. Estas, que no tienen ni el 1% de los activos inmobiliarios de la Banca, son las reinas del mercado de ahorro, de inversión y de tarjetas de crédito y débito de los adultos jóvenes y de los adolescentes.

Lo mismo acaece con la acumulación del Capital. En 2010 se alcanzó un número sin precedente de nuevos millonarios que también ven fragmentado su poder. Tan es así que cada año desaparecen unos de la lista para que otros, tan desconocidos como los primeros, ocupen su lugar.

Hace dos generaciones se creía que tenías que trabajar intensa e inteligentemente por más de dos generaciones para lograr posicionarte en la lista de millonarios. Hoy, con esta erosión del poder propiciada por el impulso de las Tres M, no es raro encontrar que una empresa tecnológica venda en un solo día más que lo que valen alguna de las empresas emblemáticas en las que los jóvenes de ayer querían trabajar (la empresa en cuestión es Nvidia).


En el comercio la fragmentación es mayor. Las grandes marcas pasaron en solo dos décadas de un riesgo del 20% al 82% de perder valor súbito en el mercado.

 

We Work perdió a finales de 2019 un 80% de valor; Meta (Facebook) en 2022 perdió en un solo día 26% de valor. Lo mismo le acaeció a Credit Suisse quien en 2023 perdió en un solo día un 30% de valor. Boeing un 70% en 2020; Luckin Coffee un 80% en 2020; Gucci un 25% en lo que va del año y así como estas muchas más.

Hoy es más fácil adquirir poder, más difícil ejercerlo y más fácil perderlo. Esta nueva fragilidad del poder esta rompiendo los paradigmas de esos hombres o mujeres que, al alcanzar el poder, imaginaron que este les iba a permitir gobernar y dirigir con óbices parecidos a los que tenían los poderosos de la segunda mitad del siglo XX, nada más lejos de la verdad.

 

Uno de los problemas de los seres humanos es que nos enfocamos tanto en los resultados de las cosas que no vemos la dimensión de las que se están gestando. Esto es lo que le paso a los lideres de las democracias del mundo. No vieron que su incapacidad para tomar decisiones impopulares le abría el campo a una nueva oleada de lideres que habíamos superado en el pasado.

 

El regreso de los Autócratas y la concentración del poder.

El estudio y observación de los fenómenos que erosionaron el poder y las debilidades estructurales (personales y sistémicas) que enfrentan los demócratas para ejercerlo, les permitió a personas que poseen una veta autoritaria muy superior a la del término medio (anómalos), idear las formas de llegar al poder y concentrarlo en su persona.

 

Estos individuos comprendieron lo que ningún otro político: que entre más grande sea la brecha entre los que mas y menos tienen, más fácil les será polarizar los sentimientos y resentimientos de la gente.

La segunda variable es que están plenamente conscientes de que los seres humanos somos cien por cien emocionales, lo que hace que el objetivo de su discurso se centre en extrapolar el miedo de los que más tienen y la revancha de los que menos poseen (divide y vencerás). Evitando con esto la creación de un frente común que los contenga y limite.

 

La tercera variable es que estos tomaron consciencia desde un principio de que es más poderoso el aparato de gobierno que el Presidente. Por lo que, en lugar de negociar con el aparato de gobierno: lo destruyeron. Y esta destrucción les permitió concentrar el poder en su persona (AMLO; Trump; Bukele; Ortega; Maduro; Miley; Orbán; Erdoğan y muchos más).

 

Es importante anotar que los lideres demócratas saben muy bien lo que tienen que hacer para resolver los problemas de su pais. Lo que no saben es como ganar las elecciones o la reelección después de haber hecho lo que tenían que hacer.

 

Este no saber como conservar el poder para si o su partido, es lo que les ha impedido tomar decisiones correctas, pero impopulares. Los autócratas, como contraparte, coaccionan a los distintos centros de poder su país o de las organizaciones transnacionales para que estas acepten lo que estos desean lograr. En este tipo de gobiernos los resultados suelen ser positivos en primera instancia, sin embargo, suelen ser resultados de corto plazo, ya que carecen de estructuras que los legitimen.


Lo que los autócratas aún no saben es cómo evitar la implosión que ineluctablemente van a vivir, debido a la falta de estructuras que los soporten y a la ineluctable oblicuidad que representa para ellos el constante reacomodo de las fichas geopolíticas del mundo... Es un hecho que van a implosionar, lo que no sabemos es cuando y a que costo.

En el inter es importante recordar que más que debatirnos entre el optimismo de la voluntad y el pesimismo de la inteligencia, lo que debemos hacer es adherirnos inquebrantablemente a los valores de la libertad y de la democracia.

Perder la fe en estos equivale a darle una licencia de tiempo a los autócratas.

Cuestión de que no nos desesperemos. Recuerde: van a implosionar.

Nos leemos en el siguiente artículo.

 

 

 

miércoles, 2 de julio de 2025

Festina lente.

La naturaleza se mueve violentamente hacia lugar, lentamente en su lugar. Premisa valida en todos los ámbitos de la naturaleza y por ende en los del hacer humano. La naturaleza nos evidencia constantemente esta premisa, no obstante, los seres humanos, que no nos sentimos parte sino dueños de ella, la estudiamos más para contralarla que para entenderla, perdiendo con ello, mucho de lo que esta nos puede enseñar respecto a nuestro propio acaecer.

Analicemos la premisa desde el combes de lo humano: La naturaleza se mueve violentamente hacia lugar, lentamente en su lugar…

En el inter de que una persona está en la búsqueda de un oficio, de una pareja, espacio geográfico o hábitat que obedezca a lo que el individuo es, mostrará, a ojos de los demás, un errabundo y errático andar, tanto en el ser como en el hacer. Y así seguirá hasta que llegue a ese oficio, pareja, geografía o hábitat en el que su naturaleza simplemente es.

Lo que hará que ese deambular de un lugar a otro o de una pareja a otra se vea más o menos atroz, será la cuna (amor y valores con los que la persona creció), no obstante, el brujulear de la persona será visible, y poco entendible a todos los de su entorno. Lo más habitual es que se le acuse de inestable y/o de poco fiar…, y es posible que en ese transito lo sea, no obstante, si algo nos ha demostrado la naturaleza es que en cuanto esa persona llega a su lugar, su proceder cambia diametralmente.

En ese estadio lo que veremos es a un ser humano que no solo vive en armonía consigo mismo (ya llego a su lugar), sino que además transmite y contagia paz. Es una persona que ya no necesita demostrar nada. Ya es y es porque llego y está en su lugar.

El ser humano se conduce, aun cuando no este consciente de ello, de la misma forma en que se mueve todo en la naturaleza: violentamente hacia su lugar…, y lentamente en su lugar.

La figura que más nos va a ayudar a entender esto es la adolescencia y la adultez temprana. En estos estadios de la vida nos es tan ingente la necesidad buscar ese lugar que el interior intuye (aun cuando no lo podamos identificar), que nos impele a saltar o movernos de una cosa a otra, de una pareja a otra y, en ocasiones, de una carrera a otra, sin mencionar, claro está, las veces que el individuo tuvo que cambiar de escuela o colegio para encontrar sus lugar.

Cierto que desde jóvenes podemos aproximarnos verbalmente a nuestro lugar (si no lo nombras, no existe), pero para ello es menester trabajar intensamente en uno mismo para educir que es lo que obedece a nosotros. Conozco hombres y mujeres que desde temprana edad pueden nombrar lo que quieren y buscan. Y otros que, si bien no lo tienen claro, si pueden nombrar lo que no quieren Y ese verbalizar lo que no quieren los salva de cometer muchos errores, tanto en el ser como en el hacer.

El sabio aprende en cabeza ajena; el hombre en la propia y el bruto ni en la de él.
Hay, no obstante, quienes nunca encuentran su lugar. No porque no exista, sino porque nunca han trabajado consigo mismos. Lo que los lleva a externalizar sus yerros en el ser y hacer de los demás y no en el de su propio proceder.

Son personas que, intencionalmente buscan ignorar su pasado, sin darse cuenta de que este siempre les persigue Y aun cuando imaginan, cuando algo vuelve a salir mal, que no es más que otro evento que deben dejar atrás, lo que realmente sucede es que este es el principio de otro igual o peor que ya comenzó y no se han dado cuenta. Lo que pasa es que nos enfocamos tanto en el resultado de las cosas que rara vez vemos el principio de las siguientes.

No obstante, la realidad es que si es posible identificar con algo de antelación esos accidentes del entorno o de la antropología que facilitan la consumación de esos yerros reiterativos que obedecen a las debilidades de nuestra natura.

Identificarlos nos permite evitarlos en lugar de precipitarnos hacia ellos, ya que, si bien es cierto que obedecen a nosotros, también lo es que son actos que no nos hacen mejores personas. Los atajos cortos crean retrasos largos.  

Justo en esos momentos es cuando debemos aprender a apresurarnos lentamente (festina lente) para no caer en esos atajos cortos que nos llevan a buscar lo fácil, cuando el pasado nos ha enseñado que lo único que hacen es alejarnos de nuestro lugar.

Llegar a tu lugar te hace perder el sentido de urgencia y de la novedad. Lo que sientes es una ingente necesidad de profundizar en lo que haces. De crear relaciones sólidas, amistades largas y oficios que nutran tu identidad, valor y aporte social.

El no encontrar tu lugar te lleva a un constante errar que no solo te hará a proyectar en los demás tus yerros y desaciertos, sino a exigir que sean los otros los que resuelvan tu vida…, cosa que nunca va a suceder.

Hay más tela en nosotros de la que es necesaria para cortar el traje de nuestro destino, pero para hacer esto es menester que limpiemos la mirada y nos apresuremos lentamente no al lugar de los demás, sino a nuestro propio lugar, que es el lugar donde somos lo que somos.

Nos leemos en el siguiente artículo.

 

 

 

viernes, 20 de junio de 2025

La próxima guerra.

Es importante anotar que toda opinión, es una aproximación. Los únicos que realmente saben lo que aconteció o acontece en determinada circunstancia o hecho, son las personas que decidieron o hicieron las cosas. En algunos casos es posible educir la causa origen de una decisión o acción, lo que permite hacer la aproximación, pero las más de las veces es una especulación.

En el tema que nos compete: el de si habrá una guerra que implique la participación de varias potencias, nos es más fácil aproximarnos al tema, ya que, si bien no estamos en el núcleo de la decisión, si contamos con elementos históricos, geopolíticos y geoeconómicos que nos permiten hacerlo. Conscientes, claro está, de que lo que digamos al respecto no es más que eso: una aproximación.

El dominio del mundo.
El mundo siempre ha estado en guerra. Algunas circunscritas a regiones específicas que involucran uno o varios países. Otras que involucran a naciones que están alrededor de donde se presenta el conflicto y a naciones que están allende el mar o allende la geografía del lugar.

Todas las guerras son por materias primas. Algunas se disfrazan de guerras religiosas, otras de guerras ideológicas, pero la realidad es que todas son económicas. El objetivo: asegurarse el abastecimiento de las materias primas y de la mano de obra.

Halford John Mackinder (1861 – 1947), uno de los geógrafos por excelencia en el mundo de la política, decía: Quien controle Europa del Este (Polonia. Bielorrusia, Ucrania) dominará el Eje del Mundo (por donde transitan los ejércitos), quien controle el Eje del Mundo dominará la Isla del Mundo (Eurasia), quien domine la Isla del Mundo dominará el Corazón del Mundo (Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajistán, Afganistán, Pakistán, Rusia, China), quien domine el Corazón del mundo dominara el planeta.

A esto habría que agregarle el hecho de que para que la dominación del mundo sea total, es menester dominar los mares, ya que el 90% de la mercancía del mundo se mueve por barcos.

En Eurasia esta el 70% de la población del mundo y el 70% de los recursos que el mundo necesita para vivir, amén del 70% del petróleo, el 48% del gas y el 70% de las tierras raras. Si viéramos la figura de un rombo extendido en sus esquinas y ancho en la parte media y ese rombo fuera Eurasia, tendríamos en un extremo a Europa Occidental (con sus planicies fértiles), en el otro a China, en la parte norte a Rusia y en el sur a los paises del Islam. Esta zona (Eurasia) ha sido, es y será el centro de los conflictos de todo el mundo.

Los enfrentamientos bélicos que estamos viviendo en este momento (Ucrania – Rusia; Israel – Irán y paises satélites; Siria) y el que vamos a ver (China – Taiwán), no son más que un posicionamiento de las potencias que se están dividiendo el reparto del mundo (USA; Rusia; China) y con ello el control de los recursos, las cadenas de suministro, la producción, el comercio y la energía.

Son cuatro los sectores económicos: el Primario (agricultura, ganadería, pesca, silvicultura, minería); el Secundario (industria, manufactura, maquinaria y equipo, construcción); el Terciario (comercio, transporte, logística, turismo, finanzas, servicios, comunicación) y el Cuaternario (tecnologías de la información -internet -IA; investigación y desarrollo, gestión del conocimiento). El sector Cuaternario demanda más energía que la que usan todos los demás. La que controle la energía y los abastecimientos de las tierras raras, así como su producción y venta, se posicionara mejor que las otras dos potencias.

Es difícil pensar que no se va a suscitar un conflicto internacional entre Estados Unidos, China y Rusia. El conflicto será bélico – comercial, pero difícilmente nuclear, salvo que una de las potencias busque la eliminación de la otra. Un ejemplo que ayudaría a explicar lo anterior es el de China – Taiwán. Es un hecho que China va a tomar el control de Taiwán (lo necesita para tener salida al mar), lo que no es del todo factible es que USA y la Unión Europea entren en guerra con China. Lo más factible es que le impongan fuertes sanciones y que limiten su comercio, pero no necesariamente una guerra (recuerde que Taiwán no existe como país).

No obstante, si una de las potencias decide aprovechar las circunstancias y bombardear nuclearmente a otra, lo hará con el fin de destruir su capacidad instalada, tal como paso en la Segunda Guerra Mundial, en la que los dos competidores industriales más fuertes de USA (Alemania y Japón) quedaron con sus fabricas destruidas. Aun así, se ve poco factible un enfrentamiento nuclear, ya que hoy se cuentan con más herramientas para bloquear el avance de los competidores.

Es posible que, si alguno de los contendientes presione de más, el conflicto bélico se extienda a las planicies fértiles de Europa, ya que esas mismas planicies son el tránsito de los ejércitos que permitirían el control de Europa del Este, la cual es una de las puertas por las que se puede acceder a la Isla del Mundo y con ello al Corazón del Mundo (70% de la población y recursos del planeta).

El conflicto se va a dar. Lo que no sabemos es cuando, pero la Unión Europea se está preparando económica y militarmente, al igual que China, Rusia y Estados Unidos.  

Polonia y Ucrania son la puerta de entrada de la Unión Europea a Rusia (gran parte del corazón del mundo), razón por la cual Rusia incursiono en Ucrania, para frenar el posible avance de la Unión Europea (no estoy justificando, estoy explicando).

La República islámica de Irán, junto con Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajistán, son la entrada sur a Rusia y a China (la otra parte del corazón del mundo). Cuando los Europeos dicen que Israel le esta haciendo el trabajo sucio a la Unión Europea al bombardear Irán, es porque si se da un cambio de régimen en Irán, será mucho más fácil controlar el abastecimiento y flujo de petróleo, así como la entrada al corazón del mundo.

India es aliado de USA, tratará de mantenerse al margen y recoger las oportunidades, pero no se enfrentará a China.

China y Rusia no se van a enfrentar entre ellas, si bien es cierto que ambos buscan controlar la parte del corazón del mundo de su geografía, también lo es que los intereses de ambos no se contraponen.

China buscara el control del Mar de China Oriental, Meridional y el Mar de Filipinas, amén del acuerdo con Tailandia para crear una salida al Mar de Burma y así controlar la salida de su mercancía. La pregunta es: ¿lo permitirá Estados Unidos y si lo permite, hasta dónde?

El conflicto no llegará a América, pero es muy posible que este resulte beneficioso para toda la América latina, en especial, México.

De nuevo, toda opinión es una aproximación. Ninguno de nosotros estamos en el centro de la decisión. A lo más que podemos llegar es a hacer una aproximación en base a los datos. Corresponde a cada uno de nosotros evaluar lo que en lo personal, familiar, empresarial y económicamente tenemos que hacer en caso de que el conflicto estalle.

Nos leemos en el siguiente artículo.